Diez años no han bastado. Una década sin ETA no ha sido suficiente para calmar la herida. Sanarla llevará aún muchos años más. Mañana Euskadi conmemora el Día de la Memoria, como todos los 10 de noviembre desde 2010. Es el único día del calendario en el que el terrorismo no provocó víctimas, el único en el que las balas y las bombas no dejaron un rastro de dolor. Será la XII edición. Doce años en los que la memoria hacia las víctimas de la violencia volverá a dividir a partidos, instituciones y a las víctimas.

Cuando a la llegada al Gobierno vasco el entonces lehendakari Patxi López instauró esta jornada de recuerdo a las víctimas de ETA parecía que la sociedad vasca aún no estaba preparada. Ni siquiera entonces logró la unanimidad. Aquel año Aralar y EA, las formaciones nacionalistas de izquierda presentes en la Cámara, se descabalgaron de la cita al considerar que en esa memoria se dejaba fuera a las víctimas de la violencia franquista y a las provocadas por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que practicaron la guerra sucia. Un año más tarde, la convocatoria se amplió a la memoria por las víctimas de la violencia de Estado. Entonces quien dio un paso atrás fue el PP y UPyD.

Desde entonces no ha habido edición en la que todo el arco parlamentario se reúna. Esta vez en la lista de renuncias figura Vox, que ha convocado su propio acto o incluso asociaciones de víctimas como Covite, que considera que la convocatoria de este año supone “un ejercicio de cinismo” por parte del Ejecutivo de Urkullu.

"Ejercicio de cinismo"

En esta ocasión el Gobierno vasco, junto al Instituto de la Memoria que promueve, ‘Gogora’, además de la Diputación de Gipuzkoa, han organizado un acto en el que se reconocerá a las “personas y movimientos comprometidos con la paz”. Bajo el lema ‘Bakearen alde egin senuten guztioi, eskerrik asko!’ (Gracias a quienes os comprometéis con la paz). Al acto, que estará presidido por le lehendakari Urkullu se concibe como una muestra de agradecimiento a las personas, asociaciones y movimientos que se postularon en favor de la paz”.

Para la principal asociación de víctimas de Euskadi, Covite, la convocatoria de esta edición supone un “ejercicio de cinismo” al homenajear a “unas pocas asociaciones pacifistas que se opusieron al terrorismo etarra a la vez que su reconocimiento se hace extensivo a toda la sociedad vasca”. La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, aseguró ayer que no se puede ignorar que si ETA se prolongó durante tantos años “fue precisamente porque la resistencia social a él fue mínima en la mayoría de los casos”. “Fueron muy pocos los ciudadanos valientes que se opusieron a él”, recuerda.

Para Covite un acto como el planteado para mañana por el Ejecutivo de Urkullu supone “caer en la autocomplacencia y ocultar dónde estuvo realmente la mayoría de la sociedad vasca mientras ETA mataba: bien mirando para otro lado, bien justificando los crímenes de ETA o bien directamente colaborado con los terroristas”.

'Vivir sin miedo'

Otra de las asociaciones principales de víctimas del terrorismo, la AVT, inaugurará mañana en el Parlamento de Navarra una exposición titulada “Vivir sin miedo/Vivir con memoria”. Una muestra a cuya apertura asistirá la presidenta de Navarra, María Chivite, y en la que se recorre la historia del terrorismo en España a través de algunos de los hitos más importantes”.

Entre los actos programados para también figura los que llevará a cabo Vox en Bilbao con la presencia de Javier Ortega Smith. En la jornada prevista por la formación intervendrán varias víctimas de ETA, como José Antonio Ortega Lara, secuestrado por ETA durante 532 días, Ana Velasco, hija del militar Jesús Velasco, asesinado por la banda en 1980 y Antonio Salvá, padre de Diego Salvá, la última víctima mortal de ETA en 2008.

Con motivo del Día de la Memoria la plataforma cívica ‘Ego Non’ también ha organizado unas jornadas dedicadas a la situación actual del País Vasco y Navarra. Iniciadas ayer, concluirán este miércoles y en ellas intervendrán historiadores como José Antonio Pérez, cineastas como Iñaki Arteta o el escritor Arcadi Espada, entre otros. A lo largo de los tres días se analizará la situación de “anormalidad” que pervive en el País Vasco y Navarra con la falta de deslegitimación del pasado terrorista y quienes ejercieron la violencia con actos como los ‘Ongi etorri’ a los presos de ETA, “la manipulación de la historia o el olvido institucional”.