Felipe VI ha pronunciado su noveno mensaje de Nochebuena apelando a la necesaria "integridad pública y moral" de las instituciones y sus representantes en la que puede considerarse una referencia colateral a la situación de su padre, el Rey emérito, cuya sombra sobrevuela su discurso navideño. La ejemplaridad ha sido uno de los objetivos del jefe del Estado desde que se produjo al abdicación real, aunque nada ha dicho, ni siquiera entre líneas, respecto a la posibilidad de un regreso a España de Juan Carlos I.

En un mensaje centrado en la crisis del coronavirus y tras apelar a la "gran tarea" que tiene el país por delante para terminar de superar la situación tanto desde el punto de vista sanitario como económico y social, defiende el jefe del Estado que "las instituciones tenemos la mayor responsabilidad. Debemos tener siempre presente los intereses generales, pensar en los ciudadanos, en sus inquietudes, en sus preocupaciones, estar permanentemente a su servicio y atender sus problemas".

Desea consensos que "garanticen una mayor estabilidad"

Acompañado por una fotografía de la princesa de Asturias y la infanta Sofía en una visita a la Reserva de la Biosfera de Montejo de la Sierra (Madrid), Don Felipe aboga por "estar en el lugar que constitucionalmente nos corresponde; asumir, cada uno, las obligaciones que tenemos encomendadas; respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo de integridad pública y moral".

Al hilo de estas afirmaciones, considera que el entendimiento y la colaboración "son actitudes necesarias que dignifican las instituciones; más aún, las fortalecen porque generan la confianza de los ciudadanos. Y las diferencias de opinión no deben impedir consensos que garanticen una mayor estabilidad, mayor bienestar en los hogares y den la necesaria tranquilidad a las familias" ante su futuro.

Felipe VI, que ha arrancado su discurso con un mensaje de solidaridad a los palmeros, a los que ha deseado que puedan "reconstruir cuanto antes, vuestras vidas, vuestra economía y rehacer así vuestros proyectos con ilusión", cree que, un año después, la situación pandémica es mejor gracias a las vacunas, pero ello no significa que el virus no tenga todavía" capacidad de hacernos daño de muchas maneras". Ha recordado a las víctimas mortales y agradecido el trabajo del personal sanitario en todo este tiempo.

Cree que, un año después, la situación pandémica es mejor, pero no ha pasado el peligro

Destaca el Rey el inicio de la recuperación económica "y de la gran mayoría de los puestos de trabajo que se habían visto temporalmente suspendidos", en referencia a los ERTE. "La cifra de ocupados evoluciona a un ritmo realmente positivo", ha subrayado. Pero, del mismo modo, lamenta la "vulnerabilidad" de muchas familias por la subida de los precios, el coste de la energía o las dificultades para encontrar un trabajo estable, sobre todo entre los jóvenes.

Tras alertar cómo, en ocasiones, "se ponen a prueba nuestras convicciones, nuestros valores o se ven afectados nuestros principios de organización social y de convivencia en libertad", ha animado a no caer ni en el pesimismo ni en el conformismo.

"Debemos reaccionar" para que sea posible una sociedad avanzada "en lo económico y en lo social; con empleo estable y digno y con un Estado de bienestar sólido". "Queremos una sociedad -ha agregado el jefe de Estado- que siga impulsando la igualdad entre hombres y mujeres y que favorezca el progreso individual y social". En definitiva, "una auténtica encrucijada" vista como "oportunidad histórica" para modernizar el país "manteniéndonos firmes es nuestros principios democráticos y en los valores que inspiran nuestra convivencia" y evitar correr el riesgo de que "perdamos el paso en nuestro camino".

El eje vertebrador de todo ello es la Constitución "como viga maestra que ha favorecido nuestro progreso, la que ha sostenido nuestra convivencia democrática frente a las crisis, serias y graves de distinta naturaleza" que se han vivido desde la Transición, ha indicado con las banderas de España y de la Unión Europea de fondo.

"El momento es difícil, desde luego, pero detenernos hoy es quedarnos atrás, es retroceder. Hay que seguir adelante porque la historia nos enseña que los españoles hemos sabido cómo reaccionar y sobreponernos a las adversidades". Ahora se abre un futuro "que nos exige, a todos, responsabilidad, voluntad de colaborar y entendernos y necesita que confiemos más en nuestras propias fuerzas como Nación. Y no tengo duda de nuestro compromiso, capacidad y de que, con decisión, empuje y carácter, lo conseguiremos".