Ciudadanos ha emprendido este 2022 un viaje decisivo. Los dos próximos procesos electorales, Castilla y León primero y Andalucía después, se estiman vitales para determinar si el proyecto que echó a andar hace más de 15 años en Cataluña y que llegó a rozar la presidencia del Gobierno tiene ya las horas contadas. La progresiva pérdida de representación pública, que arrancó tras el mayúsculo hundimiento del partido en las últimas generales -pasó de 57 a 10 escaños en el Congreso de los Diputados-, ha pasado su correspondiente factura a las arcas internas del partido.

Ciudadanos ha gozado siempre de una buena salud económica, pero la caída en el número de afiliados o en el de cargos electos ha obligado a los de Arrimadas a apretarse seriamente el cinturón este 2022, un recorte de gastos que comenzará por el progresivo cierre de la mayoría de sedes locales y provinciales de Ciudadanos, en las que se implantará el método "telemático" para las reuniones, según confirman fuentes autorizadas del partido. Los naranjas prevén mantener únicamente las sedes regionales, es decir, las que se ubican en las capitales autonómicas, y tampoco bajarán la persiana en locales que sigan abiertos y que estén ubicados en ciudades donde gobiernan, como es el caso de Ciudad Real.

Guadalajara, Huesca, Teruel, Burgos o Gijón son algunas de las primeras afectadas de un proceso que se completará a lo largo de 2022. "Las sedes provinciales y locales de Ciudadanos nunca han llegado a ser centros de trabajo natos, sino locales para encuentros o reuniones de militantes y cargos del partido", explican desde la dirección nacional del partido naranja.

Ciudadanos recortará casi un 41% del presupuesto destinado al alquiler y mantenimiento de sedes

La cúpula se compromete, no obstante, a habilitar las sedes autonómicas para citas presenciales inexcusables, si bien priorizarán las reuniones por Zoom u otras herramientas informáticas que se implantaron durante la pandemia y que han llegado para quedarse en el partido liberal.

El informe de previsiones económicas para 2022, aprobado por el Consejo General de Ciudadanos el pasado mes de diciembre, ya daba cuenta de la delicada situación financiera por la que atravesará el partido en el camino que resta de aquí a las generales. En concreto, en materia de infraestructuras, los naranjas tienen la previsión de recortar casi un 41% el presupuesto destinado a sedes, pasando de los 1,5 millones que invirtieron en esta partida en 2021 a los casi 932.000 euros con los que espera cerrar 2022.

Previsión de gastos de Ciudadanos para 2022 | EI

El cierre de decenas de locales lleva aparejado un recorte semejante en el gasto de seguridad de las sedes, con el que el partido de Inés Arrimadas ahorrará más de 97.600 euros en 2022. Este escenario llevará al partido naranja a despedir también al personal prescindible, una partida que se reducirá más de un 42% en el presente ejercicio. En concreto, el desembolso en empleados ascendió en 2021 a los 3,4 millones de euros, una cifra que este año no llegará a los dos millones de euros.

Un coloso de 350.000 euros anuales

De los 931.825 euros que Ciudadanos destinará al alquiler, suministros y mantenimiento de sus sedes, el partido naranja utiliza 350.000 para mantener una de ellas. Ubicada en el 253 de la madrileña calle de Alcalá, el partido que dirige Inés Arrimadas se resiste a deshacerse de un coloso de más de 2.500 metros cuadrados convertido en símbolo de tiempos mejores para la formación. El equipo capitaneado entonces por Albert Rivera alquiló en 2015 sólo dos plantas del inmueble, pero los buenos resultados en las elecciones de ese año llevaron al partido a ocupar el inmueble completo.

Sede de Ciudadanos en Madrid
Sede de Ciudadanos en Madrid | EFE Cs

Hace un año y a pesar de la caída de ingresos, Inés Arrimadas ordenó renovar el contrato de alquiler con la aseguradora Caser por otros cinco años, por lo que la previsión de Ciudadanos es la de mantener su joya de la corona al menos hasta que se celebren las próximas elecciones mientras cierran la mayoría de estructuras provinciales. Todo apunta a que será el último de los buques insignias de los que se desprenderán los naranjas si se confirma la debacle.

El penúltimo, quizá, sería la de Cataluña, donde el partido ganó las elecciones autonómicas en 2017. Hace unos meses, Ciudadanos cerró su emblemática sede de la calle Balmes de Barcelona y comenzó un proceso de mudanza que, según prevén los naranjas, culminará este mes de febrero. El nuevo inmueble tendrá mayores dimensiones que el anterior y se situará en la zona del Eixample de la ciudad condal.

Un 72% menos de afiliados

El informe de previsiones económicas de Ciudadanos para el año 2022, al que tuvo acceso El Independiente, revela además que el partido prevé ingresar un 47,65% menos de cuotas de afiliados, que abonan al partido unos 10 euros mensuales. Con este recorte, Ciudadanos resistirá en 2022 con unos 9.500 militantes al corriente de pago en toda España, una cifra que supone un 72% menos del pico de 34.000 adscritos que registró la formación en abril de 2019.

Al más del millón de euros que la formación dejará de ingresar por la caída en la afiliación hay que sumar las pérdidas respecto a las aportaciones de grupos institucionales, por los que Ciudadanos se dejará 1,7 millones de euros más este 2022, cantidad a la que habrá que sumar la caída de ingresos por el previsible hundimiento de la marca en Castilla y León, unas elecciones que no entraban en las previsiones iniciales de los de Inés Arrimadas.

A pesar de todo y, en parte, gracias al tijeretazo en el gasto del partido, Ciudadanos finalizará el año con un colchón de casi 10 millones en sus arcas que, sin embargo, pronto desaparecerán. Según sus cálculos internos, la formación prevé invertir unos dos millones de euros en la campaña de las elecciones en Andalucía que sí tocaban este año, aunque todo apunta a que Juanma Moreno podría abrir las urnas antes de lo previsto. Y los ocho millones restantes ya tienen destino: Ciudadanos jugará al todo o nada en las elecciones generales de 2023, e invertirá en las mismas los 8 millones de euros restantes que le quedarían en la cuenta para tratar de sobrevivir en la esfera política nacional.