Seis de los condenados por el 11-M continúan cumpliendo pena en prisión cuando se cumplen 18 años de la masacre cometida por Al Qaeda en Madrid. La lista se reducirá en 2022: dos de los reclusos (Rachid Aglif y Mohamed Bouharrat) abandonarán la cárcel entre abril y octubre y otro más (Abdeljamid Bouchar) lo hará en el verano de 2023.

El atentado que la célula de Al Qaeda perpetró aquella mañana de final del invierno de 2014 segó la vida a 192 personas en lo que fue la mayor acción terrorista perpetrada hasta la fecha en España. Además de las víctimas mortales, resultaron heridos más de 1.800 viajeros que se desplazaban en los distintos trenes en los que a las 7.45 horas estallaron de forma simultánea los explosivos.

El 17 de julio de 2008, la Sala Segunda del Tribunal Supremo casó la sentencia que la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional había dictado el 31 de octubre de 2007 -tras la instrucción dirigida por el juez Juan del Olmo- y condenó a 18 personas por su participación en los hechos. Se ponía así fin a la investigación judicial del caso sin que se despejara la duda de quién habían sido el verdadero cerebro de los atentados.

Seis de los 18 siguen cumpliendo en España las penas que les impusieron. Es el caso de Othman El Gnaoui y Jamal Zougam, condenados a 42.924 años y 42.922, respectivamente. Del primero se halló ADN en la sudadera de uno de los terroristas, mientras que el segundo fue reconocido en los trenes. La salida de la cárcel para ambos se prevé para 2044. El primero tendrá entonces 69 años y el segundo, 71.

La tercera condena más abultada -34.715 años- fue para el ex minero asturiano José Emilio Suárez Trashorras como cooperador necesario de 192 delitos de homicidio y dos delitos de homicidio terrorista consumados en concurso ideal con dos de aborto, 1.991 de homicidio terrorista en grado de tentativa y cinco delitos de estragos terroristas, aplicándosele la atenuante de anomalía psíquica. La persona que sustrajo los explosivos y los suministró a la célula verá extinguida su pena en 2044, al igual que El Gnaoui y Zougam.

Aglif y Bouharrat saldrán de la cárcel este año, mientras que Bouchar está previsto que lo haga en el verano de 2023

Igualmente, permanece encarcelado Rachid Aglif, considerado por el Supremo autor de un delito de integración en banda armada, organización o grupo terrorista y otro de tenencia o depósito de sustancias explosivas. Será por poco tiempo. Como avanzó La Razón, Aglif -'El conejo'- cumplirá el próximo 1 de abril los 18 años a los que fue condenado y habrá extinguido entonces su pena.

También este año, concretamente el próximo 30 de octubre, recuperará la libertad el tangerino Mohamed Bouharrat. El alto tribunal le impuso 12 años de prisión por pertenencia a grupo terrorista, absolviéndole del resto de los delitos de los que le acusaban.

El próximo en abandonar la cárcel será Abdelmajid Bouchar, el 12 de agosto de 2023. En su caso, la condena ascendió a 18 años, 12 como autor de un delito de integración y grupo terrorista y seis por tenencia o depósito de sustancias explosivas. Nacido en la localidad marroquí de Ait Lahcen Oualla, Bouchar irá camino de cumplir los 41 años cuando sea excarcelado.

El Haski, entregado a Marruecos en 2019

Por su parte, Hassan El Haski cumplió en junio de 2019 los 15 años de condena por integración en grupo terrorista -cualificado por su condición de dirigente- pero fue extraditado sin solución de continuidad a Marruecos para ser juzgado por su implicación en los atentados de Casablanca de 2003.

Mientras tanto, el avilesino Antonio Toro Castro -condenado a cuatro años por su papel en el suministro de los explosivos- se encuentra ya fuera de prisión, si bien no ha extinguido aún la condena por la acumulación de otras penas. Toro Castro disfruta de un régimen de semilibertad desde hace un año, cuando Instituciones Penitenciarias le concedió el tercer grado.