Fue una de las tres personas que el 20 de octubre de 2011 leyó el comunicado que anunciaba el cese definitivo, el "alto al fuego verificable" de ETA. Para entonces, Iratxe Sorzabal, junto a David Pla, ya ocupaba la cúpula de la organización terrorista, de su aparato logístico-político, el único que quedaba. Sobre ella pesaban varias condenas por cumplir e impuestas en rebeldía -cuando se encontraba huida- por la justicia francesa. El 22 de septiembre de 2015 fue detenida en el País Vasco francés junto con Pla -hoy vicesecretario tercero de Sortu- y poco después entregada a España para ser juzgada por causas pendientes. Una de sus últimas apariciones públicas se produjo el pasado 7 de febrero durante su declaración en la Audiencia Nacional. En su comparecencia denunció que se autoinculpó de los hechos de los que se le acusaba tras haber sido víctima de torturas a manos de la Guardia Civil.

Ahora, su entorno y el próximo a la izquierda abertzale quiere amplificar su denuncia. Lo hace a través de un documental, 'Bi arnas' (Dos respiraciones) en las que se relata cómo padeció los excesos policiales que denunció ante el juez y cómo los vivió su madre. El documental será exhibido en el 'Centro cultural Amaia' del Ayuntamiento de Irún, gobernado por el PSE, con José Antonio Santano de alcalde.

Irún es la localidad natal de Sorzabal, donde nació en 1971. Fuentes del Consistorio aseguran a 'El Independiente' que la exhibición de 'Bi arnas' no está promovida en ningún caso por el Ayuntamiento sino que simplemente se ha cedido el local, "como se hace con otras peticiones que nos llegan y deciden reservarlo, no podemos decir más".

La cinta iba a haber sido estrenada el pasado 29 de abril en un espacio público de la localidad de Hondarribia, el Auditorio Casa Marítima, pero finalmente tuvo que ser cancelado por no permitirse su exhibición. Este municipio guipuzcoano está gobernado por el PNV.

"No pude evitarlo"

El proyecto ha sido financiado con aportaciones populares vía crowdfunding, con un presupuesto que rebasó los 12.000 euros. En los avances del trabajo se puede ver cómo la propia Sorzabal relata a través de una carta, fechada en diciembre de 2021 desde la cárcel de Reau en Francia, el recuerdo que tiene de las torturas que denunció ante la justicia y cómo vivió aquel episodio su madre: "Cuando la detuvieron yo sabía que la iban a torturar, estaba anunciado". En otro fragmento señala que "una madre siempre cree que puede evitar los grandes males a sus hijos y no pude evitar que la detuvieran y la torturaran".

También se incluye el testimonio del forense y antropólogo, Paco Etxebarria, quien lideró el informe sobre torturas promovido por el Gobierno vasco. En el documental Etxebarria avala la denuncia de Sorzabal en las que aseguraba que fue vejada y víctima de grave torturas.

Los impulsores de 'Bi arnas' justifican la grabación en la necesidad de contribuir a la denuncia de las torturas pero en especial para que se conozca el caso de Sorzabal. Actualmente la que fuera última jefe de ETA cumple condena en Francia y recientemente ha sido condenada a 24 años de prisión por la Audiencia Nacional por sendos atentados cometidos en 1996 en Gijón contra una Farmacia y el Palacio de Justicia.

"Testimonios basados en torturas"

Los promotores del documental quieren que el caso de Sorzabal sea conocido. Son precisamente esas denuncias de torturas las que su defensa quiere esgrimir para cuestionar los testimonios por los que ha sido condenada. En la campaña para recaudar fondos los promotores recordaban que "hay vascos que están en prisión por testimonios sacados en base a torturas". La última sentencia que le ha sido impuesta ha sido recurrida apelando a la llamada 'doctrina Atristain' por la que recientemente, tras una resolución del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la Justicia española tuvo que liberar al preso de ETA, Xabier Atristain. Sorzabal reclama que a ella también se le aplique la nulidad por habérsele limitado el derecho a la defensa durante el periodo de incomunicación al que fue sometida.

"Esta herida no se ha cerrado", apuntan. Recuerdan que se pueden contar "por miles" quienes padecieron torturas. Por ello instan a proclamar "a los cuatro vientos" las historias de quienes fueron torturados. El planteamiento del trabajo se sustenta en el relato de Sorzabal y su madre, en "su falta de respiración", una cuando era víctima de las torturas, con prácticas como 'la bolsa', y la otra con la impotencia de no poder impedirlo, se asegura.