El Gobierno de Pedro Sánchez ha eludido aclarar si el vuelo que trajo a Juan Carlos I a España desde Abu Dabi el pasado mes de mayo para pasar unos días en Galicia y tener un encuentro con su hijo en el Palacio de La Zarzuela antes de regresar a Emiratos Árabes lo costeó un tercero, quién fue concretamente y el gasto en que se cifra esos desplazamientos en jet privado. "La información sobre regalos del año 2022 se publicará en 2023", se ha limitado a decir.

Ésa es la respuesta que ha ofrecido la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno a una petición de información tramitada a través del Portal de la Transparencia con la que este periódico trataba de conocer oficialmente si fue un regalo, quién fue la persona o institución que lo había realizado, el gasto que había supuesto y si eventualmente se había ordenado devolver el importe en caso de que la Casa del Rey hubiera considerado que su aceptación excede los usos habituales, sociales o de cortesía.

La directora del Departamento de Coordinación Técnica y Jurídica de la Presidencia del Gobierno no invoca ni causa de denegación ni alguno de los límites al derecho de acceso a la información pública previstos en la Ley de transparencia. La respuesta se sustenta en la disposición adicional única del real decreto sobre reestructuración de la Casa de Su Majestad el Rey, que obliga a esta institución a publicar en su web la relación de regalos recibidos por los miembros de la familia durante el año anterior.

Se trata de una disposición que entró en vigor el 1 de enero de 2015 y que permite desde entonces conocer públicamente qué obsequios ha recibido Felipe VI, Letizia, la Princesa de Asturias, la Infanta Sofía, Juan Carlos I y la reina Sofía. Los recibidos durante 2021 -un total de 307, de los que 170 tuvieron como destinatario el jefe del Estado- se dieron a conocer el pasado 27 de mayo.

Ese ejercicio de transparencia en relación con los obsequios se ha mantenido en la norma aprobada el pasado 26 de abril, que introduce algunas novedades respecto a lo dispuesto en el real decreto anterior como la realización de una auditoría externa -a partir del próximo año- por parte del Tribunal de Cuentas al tratarse de "un órgano de relevancia constitucional". Desde 2015, el control externo lo venía realizando la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE).

Primera visita tras su marcha

Quién pagó el vuelo privado directo procedente de Abu Dabi -donde Juan Carlos I está instalado desde agosto de 2020, cuando se marchó de España al inicio de la investigación judicial posteriormente archivada- que trajo al rey emérito a Vigo hace veinte días para regatear en Sanxenxo (Pontevedra) a bordo del Bribón 500 es una incógnita no despejada formalmente. Citando fuentes que han negociado los términos de la vuelta, El País ha informado de que dicho viaje lo ha costeado su anfitrión en Emiratos Árabes, el emir Mohamed bin Zayed. No existe confirmación oficial.

Un Gulfstream G-450, matriculado en Antillas Holandesas (P4-BFL) y propiedad de la compañía angoleña Bestfly, trasladó al padre de Felipe VI desde Abu Dabi hasta Vigo el jueves 19 de mayo y cuatro días después desde la ciudad gallega a Madrid -donde tuvo un encuentro de varias horas con el jefe del Estado y almorzó con parte de su familia- antes de regresar nuevamente a Emiratos Árabes.

El Gobierno de Pedro Sánchez debe de conocer quién ha corrido con los gastos de dicho vuelo puesto que ha mantenido comunicación con La Zarzuela sobre la visita del ex jefe del Estado, la primera que hacía después de casi dos años. De momento, ha eludido confirmar si se ha tratado de un obsequio y ha remitido a la relación que publicará la Casa del Rey la próxima primavera, en la que se ha de detallar el destinatario concreto del presente, la fecha, el regalo en cuestión, el acto oficial o la ocasión en que fue entregado y la persona o institución que lo dio.

Inspirado en el espíritu de la Ley de transparencia, el rey dictó un régimen hace siete años para regular los regalos. Entre los principios generales se establece que "los miembros de la familia real no aceptarán para sí regalos que superen los usos habituales, sociales o de cortesía, ni aceptarán favores o servicios en condiciones ventajosas que puedan condicionar el desarrollo de sus funciones".

Presidencia se limita a invocar la norma que obliga a la Casa del Rey a publicar anualmente la relación de regalos que recibe la familia

Felipe VI retiró en 2020 a su padre la asignación anual de 194.232 euros como miembro de la familia real y renunció a la herencia que le corresponda. Fue a raíz de trascender que el hoy rey emérito había utilizado dos fundaciones -Lucum y Zagatka, constituidas en Panamá y Liechtenstein, respectivamente- para ocultar en el extranjero la transferencia de 100 millones de dólares estadounidenses (64.884.405 euros al cambio) que hizo el Ministerio de Hacienda del Reino de Arabia Saudí en 2008 y para pagar los "cuantiosos gastos" por el uso que Juan Carlos I y familiares hicieron de aviones privados y servicios de alojamiento.

La cuestión a aclarar es si, en caso de que se haya tratado de un regalo, haber aceptado el pago del vuelo privado Emiratos Árabes-España-Emiratos Árabes es compatible con lo dispuesto por su hijo en relación a que no podrán aceptarse obsequios que "superen los usos habituales, sociales o de cortesía".

Las obligaciones establecidas por Felipe VI también recogen que "los miembros de la Familia Real no podrán aceptar regalos que por su alto valor económico, finalidad o interés comercial o publicitario, o por la propia naturaleza del obsequio, puedan comprometer la dignidad de las funciones institucionales que tengan o les sean atribuidas".

Juan Carlos I tuvo su último acto oficial el 2 de junio de 2019 -la asistencia a una corrida de toros en la plaza madrileña de Aranjuez con El Juli, Morante de la Puebla y José María Manzanares en el cartel- y, desde entonces, no tiene agenda oficial como miembro de la familia real pero mantiene el tratamiento de Su Majestad, como su hijo y las reinas Letizia y Sofía.