Los servicios de Información de la Policía no ha detectado por ahora "señales preocupantes" de la posible llegada de grupos 'antisistema' para protestar de manera violenta durante el desarrollo de la cumbre de la OTAN, que congregará la próxima semana en Madrid a cerca de medio centenar de mandatarios internacionales y supondrá un desafío de primer nivel para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

"Se ha trabajado con esa hipótesis y hay mecanismos preparados ante esa posible circunstancia, pero, con toda prudencia, a día de hoy no hay ninguna previsión significativa", indican a este diario fuentes policiales. La evaluación de las amenazas asociadas a un encuentro internacional como éste es permanente, pero por ahora no hay ningún indicio -insisten las fuentes consultadas- que haya hecho que se activen las alarmas.

Bajo el nombre de Operación Eirene, el Ministerio del Interior ha diseñado un dispositivo que movilizará a 6.550 policías nacionales -un gran número de ellos pertenecientes a las Unidades de Intervención Policial (UIP), conocidos popularmente como 'antidisturbios'- y 2.400 guardias civiles, a los que se suman otros 1.200 agentes de la Policía Municipal de Madrid. La capital estará blindada no sólo durante los días que se celebra la cumbre (29 y 30 de junio), sino desde días antes. Es el mayor operativo de seguridad de la historia reciente de España, según resaltó la semana pasada el departamento que dirige Grande-Marlaska.

Uno de los temores que han manejado los responsables policiales encargados del diseño del dispositivo ha sido la eventual llegada de 'antisistema' desde otros países para provocar disturbios aprovechando la celebración de la cumbre, como ha ocurrido en otras citas que ha reunido a jefes de gobierno como las reuniones del G-7. En esta ocasión, el encuentro se llevará a cabo en plena invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Sea como fuere, Interior ha adoptado algunas medidas preventivas para conjurar ese posibles riesgo. Así, ha reintroducido los controles de frontera en el espacio Schengen hasta que termine la cumbre, lo que le permite tener un mayor control sobre posibles activistas que se desplacen a España con la intención de provocar altercados aprovechando la presencia de los principales mandatarios internacionales -entre ellos el presidente de EEUU, Joe Biden- y la cobertura mediática que se llevará a cabo.

Interior reintroduce los controles de frontera en el espacio Schengen, que estarán activos hasta el fin de la cumbre

Desde su creación en 1995, cuando se abolieron los controles de pasaportes dentro de esta zona, los nacionales de los países que forman parte de Schengen -hoy 26, de ellos 22 de la Unión Europea y cuatro de fuera- pueden cruzar libremente las fronteras interiores. Por razones de seguridad, esa libertad de movimientos puede quedar restringida durante unos días, lo que permite a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado llevar a cabo controles y denegar entradas.

Por cuestiones muy diferentes, es la segunda vez que España notifica a la Comisión Europea en los últimos años la reintroducción de los controles en las fronteras interiores aéreas y marítimas. En 2020, fue uno de los países que adoptaron esta medida -junto con otras 13 naciones más, entre ellas Alemania y Portugal- para tratar de contener la expansión de la pandemia.

En su artículo 22, el Código de fronteras Schengen prevé la reintroducción temporal de los controles en las fronteras interiores "en circunstancias excepcionales" y respetando el "principio de proporcionalidad". El alcance y la duración de esta medida deben limitarse "a lo estrictamente necesario para responder a amenazas graves contra el orden público o la seguridad interior", no pudiendo prolongarse durante un periodo superior a los "diez días" y debiéndose comunicar a la Comisión Europea.

"El restablecimiento de controles en las fronteras interiores puede ser necesario excepcionalmente en caso de amenazas graves para el orden público o la seguridad interior a escala del espacio sin controles en las fronteras interiores o a escala nacional, en particular las derivadas de actos o amenazas terroristas o de riesgos relacionados con la delincuencia organizada", detalla el citado reglamento. Ese punto ampara la medida adoptada con motivo de la próxima cumbre de la OTAN, asignado a España para conmemorar el 40 aniversario de su adhesión a la Alianza Atlántica.

La fase 'alerta', desde el viernes

La Operación Eirene activará el próximo viernes la denominada fase de 'alerta', lo que conllevará restricciones en el acceso al recinto donde se reunirán los líderes internacionales: el recinto ferial de Ifema, en el campo de las naciones de Madrid. Coincidiendo con la llegada de algunos mandatarios, el próximo lunes se entrará en la fase 'crítica', que se mantendrá hasta que termine este acontecimiento.

Previamente, esta semana, la Dirección General de la Policía ha citado a todos los mandos a una macrorreunión en Madrid para explicarles con detalle el dispositivo que se llevará a cabo para garantizar la seguridad de los participantes. Gran parte de los 52 grupos de la UIP desplegados en las distintas bases del país serán movilizados para la ocasión.

La cumbre dará el pistoletazo de salida el 28 de junio, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haga entrega oficiosamente al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, de las instalaciones que se han habilitado para albergar este encuentro. Ese día habrá ya reuniones bilaterales de Sánchez con líderes internacionales en La Moncloa, al tiempo que los reyes han convocado una cena en el Palacio Real para recibir a los representantes de los países aliados e invitados. Igualmente, José Luis Albares ofrecerá una cena a los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa de todos los países asistentes en el Palacio de Santa Cruz, donde tiene su sede el ministerio.

El miércoles, 29 de junio, comenzarán los actos oficiales en Ifema con una primera sesión de los aliados y otra posterior también con los países invitados (Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur). En la cumbre también participarán Suecia y Finlandia, que se encuentran a la espera de su ingreso en la OTAN para reforzar su seguridad ante la amenaza rusa.

La sesión de clausura está programada para el jueves 30, día en que el secretario general de la OTAN comparecerá ante la prensa para dar a conocer las conclusiones que han arrojado las distintas reuniones que se celebrarán y las decisiones adoptadas por los países miembro en la cita de Madrid.