En pleno debate sobre el estado de la nación y en mitad de una cadena de anuncios económicos, Pedro Sánchez ha lanzado otra promesa desde la tribuna del Congreso de los Diputados: dar luz verde a la 'Operación Campamento' que permitirá la construcción de 12.000 viviendas en el suroeste de Madrid, el 60% de las cuales serían públicas. Pero lo cierto es que el asunto tiene poco de novedoso y lleva dando vueltas en la política madrileña desde hace 33 años.

La 'Operación Campamento' consiste desde su planteamiento inicial en el derribo de acuartelamientos, hoy sin uso, pertenecientes al ministerio de Defensa y la construcción en esa zona de más de 10.000 viviendas, oficinas e incluso el traslado de organismos públicos que complementen los desarrollos urbanísticos de Madrid. El de 'Campamento' es precisamente el único que lleva décadas estancado, después de que sí se completaran los del norte en Sanchinarro o Valdebebas, y múltiples en el Sur con el Ensanche de Vallecas, Vicálvaro o El Cañaveral.

Este desarrollo se ubicaría entre la A-5, a la altura de la estación de metro de Aviación Española, y la Ciudad de la Imagen de Pozuelo de Alarcón.

Tres décadas de reveses al proyecto

El planteamiento original corresponde al año 1989 y lo impulsó el socialista Joaquín Leguina, entonces presidente de la Comunidad de Madrid. El acuerdo marco para ejecutar el proyecto se firmó por primera vez el 6 de junio de 1989 entre Leguina, el consejero de Ordenación Territorial Eduardo Mangada y Narcís Serra, ministro de Defensa en aquel momento.

Pero encontró siempre el problema de la titularidad de los terrenos y el desacuerdo por el precio de venta de los mismos. A principios de los años 90, ni el consistorio de Álvarez del Manzano mostró demasiado interés en el proyecto ni la Comunidad tuvo los recursos económicos suficientes para impulsarlo. Defensa tampoco se quería desprender del suelo ya edificado, lo que suponía un freno a los planes urbanísticos en la zona.

En 1996, con el pacto para poner fin al servicio militar obligatorio, fueron las administraciones del PP las que volvieron a relanzar el proyecto, esta vez entre Gallardón (Comunidad), Álvarez del Manzano (Ayuntamiento) y Federico Trillo (Defensa). Pero la operación, prevista a 15 años, nunca arrancó.

El proyecto de Leguina y de Gallardón quedó en papel mojado y olvidado en un cajón hasta el año 2005, cuando José Luis Rodríguez Zapatero lo revivió también como promesa, exactamente en los mismos términos en los que lo ha hecho hoy Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, como recoge una publicación de aquel momento del diario El País recordada en redes por la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso.

El Ejecutivo de Zapatero anunció entonces un acuerdo entre el ministerio de Defensa, ostentado por José Bono, y el de Vivienda, con María Antonia Trujillo al frente, para desbloquear el uso de esos terrenos militares para la construcción de viviendas. Ese mismo año se firmó el convenio con el Ayuntamiento de Alberto Ruiz Gallardón para empezar a dar los pasos de la operación. Nunca se materializaron. Bono se comprometió a unas viviendas en pie en 2008 que nunca llegaron. Ni los suelos llegaron a traspasarse, ni se aprobaron los planes urbanísticos del Ayuntamiento -llegaron en 2009- o los informes de la Comunidad de Madrid.

El paso más relevante pareció darse en 2011, cuando Fomento compró el 51% de los terrenos a Defensa por algo más de 150 millones de euros. Parecía el desbloqueo definitivo, hasta que el Tribunal Supremo anuló los desarrollos previstos en el Plan General de Ordenación Urbana de 1996, entre ellos el de Campamento. La operación tuvo que revertirse por completo y el PP la declaró "inviable" desde el punto de vista jurídico y urbanístico en 2013.

El único vestigio de aquellos planes que ha sobrevivido con los años es el cartel que ilustra esta noticia, que en origen llevaba el escudo del Gobierno, el enlace a una página web y el lema "es posible, es ahora". En 2022, la tipografía está parcialmente borrada por el sol y el paso del tiempo y el cartel semioculto detrás de unos árboles y lleno de grafitis, pero aún visible desde la carretera.

Una reclamación transversal

Todos los gobiernos locales desde Gallardón, pasando por Ana Botella, Manuela Carmena y José Luis Martínez-Almeida, han reclamado al Gobierno el desbloqueo de una operación estratégica para el desarrollo urbano de Madrid, que siempre ha chocado contra el muro del desencuentro en la compensación por los terrenos. Este mismo año, las discrepancias seguían entre Defensa y Transportes por este asunto.

En una entrevista el pasado mes de junio, el concejal delegado del Área de Desarrollo Urbano de Madrid, Mariano Fuentes (Ciudadanos), exigió al Gobierno que se pusiera de acuerdo de una vez en esta materia. "Los suelos son del Ministerio de Defensa y se lo quieren comprar el de Transportes pero no se ponen de acuerdo. Y en ese ínterin los que sufren son todos los madrileños, especialmente los distritos del Sur. La operación tiene todo el planteamiento aprobado, con un acuerdo firmado entre el Ayuntamiento, Comunidad y el entonces Ministerio de Fomento", protestó el edil.

Madrid tiene listo desde hace años el proyecto para la construcción de las primeras 10.500 viviendas y la sectorización del resto de terrenos para su unión con el Bosque Metropolitano. "Lo cierto es que hemos llamado muchas veces a la puerta del Ministerio proponiendo ser intercesor y generar un consorcio para el proyecto pero están entre los ministerios hablando de cómo lo pueden hacer", abundaba Mariano Fuentes en el mes de junio.

Las obras de la 'Operación Campamento', si finalmente se desbloquean y no vuelven a quedar en el cajón durante otros 17 años, impulsarían también el soterramiento de la A-5 en su entrada a Madrid, para el que el Ayuntamiento ha iniciado ya también los estudios presupuestarios y de viabilidad.