El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha querido dar a su discurso el "alma" y la "empatía" que le ha reclamado su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y ha girado a la izquierda con un amplísimo paquete que supone un gran esfuerzo en gasto público e ingresos vía nuevos impuestos a las eléctricas y a la Banca. De hecho, la líder de Podemos , Ione Belarra, da por confirmado "el cambio de rumbo del Gobierno" al recuperar "el ritmo de avances sociales y acabar con los privilegios de las grandes empresas".

Tras reiterar en varios momentos de su intervención "vamos a por todas", casi convertido en mantra, ha afirmado al inicio de su intervención ser "plenamente consciente de las penurias cotidianas de la gente, de que cuesta llegar a fin de mes, de que la escalada de los precios hace aún más difícil lo que ya era difícil, pagar una hipoteca, tener hijos, mantener un negocio o ahorrar para cualquier imprevisto y posponer proyectos futuros. Lo sé y me hago cargo. Llevamos años de grandes sacrificios personales y económicos y hemos perdido a miles de ciudadanos".

Y tras advertir que su intención es ni irse por las ramas, ha admitido que "la economía española crecerá en los próximos meses menos de lo previsto" y que el gran reto "se llama inflación", que "no se puede resolver de la noche a la mañana". Ante este escenario se puede seguir el "diagnóstico del curandero o de los médicos especialistas. El curandero quiere beneficiarse de esa enfermedad, dice que es culpa del Gobierno y que con otro no hubiera sucedido. Reafirma prejuicios ideológicos arraigados en nuestro país y propagado desde altavoces mediáticos, de que nos gobiernos socialistas so gestionamos bien la economía", ha dicho apuntando al PP y volviendo, en buena medida, a la tesis de los poderes oscuros.

"Comprendo la angustia, la frustración y me hago cargo del estado de ánimo de la gente. Nos toca luchar juntos contra la adversidad. Lo cierto es que hemos cosechado avances indiscutibles", ha subrayado para agregar que, en todo caso, "los españoles no nos quieren oír hablar de lo que está bien sino de las medidas para lo que está mal" y es por ello, que "no me voy a ir por las ramas".

Tras hacer un repaso de los acometimientos históricos de los últimos años ha defendido que "no participar del esfuerzo bélico no nos libraría de las consecuencias de la guerra y nos aislaría. Si no accedemos a la petición de los polacos, rumanos, estonios o letones cuando nos están pidiendo solidaridad, ¿Qué legitimidad tendríamos para pedir ayuda si la necesitamos".

Defiende, ante sus socios, que hay que "participar en el esfuerzo bélico" de la invasión de Ucrania

España "es un país pacifista, peor la paz no viene sola, hay que alcanzarla. Los ucranianos también luchan por nosotros, por el destino de Europa", en definitiva "estamos en el lado correcto de la historia", un mensaje dirigido a sus socios de gobierno, críticos con el envío de armas y con el papel de la OTAN en este conflicto.

Tras anunciar un amplísimo paquete de nuevas ayudas e impuestos a las eléctricas y la Banca se ha referido "a los que nos ponen palos en las ruedas, no vamos a parar y los esperamos en el futuro", en alusión al PP al que ha pedido además que desbloquee la renovación del CGPJ y acepte el veredicto de las urnas. Asimismo se ha preguntado "qué hubiera sido de este país si otros hubieran gobernado estas adversidades", no sin dejar de aludir a los casos de corrupción que "consintieron" en el PP o el uso de las FSE y de otros instrumentos del Estado, como en el "caso Kitchen", no citado explícitamente.

"No son historias del pasado" ha agregado para referirse de forma velada a los últimos audios de Villarejo sobre la financiación de Podemos y la presunta existencia de una red corrupta destinada a construir pruebas falsas contra Pablo Iglesias. "Estamos volviendo a verlo estos días, son enseñanzas del pasado presente".

Y como colofón, ha querido dar un mensaje de esperanza frente a los "traficantes del miedo, los profetas de la catástrofe, que sólo buscan sacar tajada. Extienden el miedo y mercadean con sus falsas ilusiones. Sólo debemos tener miedo al miedo". "Miremos los hechos -ha concluido- Hay más gente con empleo que en toda nuestra historia; el salario mínimo ha crecido un 40; el sector industrial y de turismo muestra tendencias positivas". En definitiva, "los fundamentos de España son sólidos. Por eso pido que nos les roben la confianza. Somos un país resistente, combativo, que crece ante la adversidad". "Tengo la inmensa fortuna de vivir en el mejor país del mundo".

Sánchez espera la remontada

Sánchez afronta así su primer debate del Estado de la Nación. La intención presidencial es convertir esta cita parlamentaria en un punto de inflexión que le permita la remontada en los sondeos con intención de voto, ahora muy adversos por situarle lejos, muy lejos, de volver a reproducir un gobierno de coalición con sus actuales apoyos externos.

Acaso el mes de julio tampoco sea el mejor de los momentos posibles para trasladar ningún mensaje a la ciudadanía y el hecho de que Alberto Núñez Feijóo no le de la réplica rebaja también el nivel del debate. Esa ausencia hace que el foco se gire hacia Unidas Podemos y el estado de relaciones de la coalición, muy tocadas en los últimos tiempos.

Tampoco ayuda que Sánchez haya elaborado su intervención sin contar con Yolanda Díaz ni ninguna de las aportaciones que pudiera haber hecho Unidas Podemos. La vía de contacto entre ambos que se mantenía bastante engrasada ha cortocircuitado y sobre la mesa hay una petición para reunir la comisión de seguimiento del pacto que Moncloa no quiere celebrar.. Sánchez se convierte así en un presidente de parte y no en representante de todo el Ejecutivo.