Una de las anécdotas más destacadas del último desfile de la Fiesta Nacional ha sido la ruptura del protocolo hecha por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, que hizo esperar al jefe del Estado, Felipe VI, durante casi un minuto, llegando más tarde que él mientras el resto de autoridades permanecían en el centro del Paseo de la Castellana. Este hecho, poco relevante para unos, y una falta de respeto hacia las instituciones del Estado como la corona, no ha quedado al margen de la polémica. Tampoco para Vox, que este jueves, en el Congreso de los Diputados, han seguido intencionadamente a Sánchez entrando al hemiciclo ya comenzado el pleno extraordinario que acoge la cámara.

El líder del Ejecutivo acababa de subir a la tribuna de oradores del hemiciclo para rendir cuenta, a petición propia, de los acuerdos fijados en la última reunión del Consejo Europeo y de las medidas sociales aplicadas semanas atrás. Abordaba la "coherencia" del plan de ahorro energético elaborado por el Gobierno y la estrategia de contingencia que "en unos días" remitirán a Bruselas, algo que estaba fijado para septiembre.

En ese momento, y exactamente 50 segundos más tarde, los 52 diputados de Vox, han irrumpido en fila camino de sus respectivos escaños. Ello, ha provocado la sonrisa del presidente, que ha aguardado hasta volver a tener el turno de palabra y no ha dedicado ningunas palabras al tercer partido en cuanto a representación.

Ya en la intervención de Santiago Abascal en réplica al discurso de Sánchez, el líder de Vox se ha mostrado contundente con el presidente del Gobierno. Hilando la crítica a la burocracia y a la oligarquía de Bruselas, a la que, según él, Sánchez quiere pertenecer, el presidente de Vox le ha reprochado el poco compromiso con las instituciones del país. También con la corona: "Guarde esas ínfulas para Bruselas, a ver si se las aguantan".