Llegarán cuando apenas quede un mes para empezar a marcharse. Serán ocho agentes que cubrirán otras tantas vacantes que existen en la unidad de Tráfico de la Guardia Civil en Pamplona. La convocatoria se hizo pública el pasado 6 de septiembre y aún está pendiente de resolverse. La previsión es que quienes finalmente obtengan el puesto en este destino de la capital navarra no terminen por instalarse hasta alrededor de febrero, apenas un mes antes del plazo dado por el Gobierno a EH Bildu para oficializar el traspaso de la competencia de Tráfico al Gobierno de Navarra.

De cumplirse los plazos, los nuevos agentes que se trasladen a Navarra lo harán a escasos días de tener que decidir sobre su nuevo su futuro. Tendrán que decidir si optar por reintegrarse en la unidad de Tráfico de la Policía Foral, continuar en la Guardia Civil en Navarra pero en otra unidad o volver a trasladarse a otro destino. Actualmente son alrededor de una treintena los agentes que integran la unidad de tráfico en el destacamento de Pamplona.

Esta es el área de toda Navarra donde mayor responsabilidad tiene la Policía Foral de Navarra en materia de Tráfico y en menor medida la Guardia Civil. En toda la Comunidad Foral ambos Cuerpos comparten la competencia, como en el resto de Navarra, donde la mayor parte de la actividad la asume la Guardia Civil.

El refuerzo de agentes que está en marcha completará la dotación de 186 agentes que integran el servicio de Trafico de la Guardia Civil en toda la Comunidad Foral. En total, la Benemérita cuenta con alrededor de 1.800 agentes en toda Navarra y 53 cuarteles distribuidos por toda la Comunidad. La mayor parte de ellos ya no reside en los cuarteles.

Sin noticias de la 'pasarela'

Los nuevos agentes, que llegarán en víspera de que se formalice el traspaso –tal y como establece el acuerdo presupuestario anunciado por Bildu-, descubrirán una relación positiva entre los Forales y los guardias civiles, según reconocen los dos Cuerpos. Históricamente ambos comparten la competencia, lo que les obliga a coordinarse para ejercerla. En términos globales, el control del Tráfico en Navarra se reparte por zonas y carreteras entre las dos instituciones policiales, con intercambios de zonas de actuación de modo semanal.

El propósito del Gobierno de Navarra que lidera el PSN, con María Chivite como presidenta, y EH Bildu como socio externo al Ejecutivo, es que la Policía Foral asuma de forma integral toda la competencia. El cambio llevará un largo proceso de integración que podría extenderse varios años hasta su finalización. Actualmente la especialización de la Guardia Civil en los servicios de Tráfico es mucho mayor que la que tiene la Policía Foral, de modo que el proceso deberá incluir una fase de formación y especialización. Las ocho vacantes que están en marcha cumplen esta exigencia de especialización en este campo.

Previamente, se anuncia la apertura de una ‘pasarela’ para que los guardias civiles que lo deseen pasen de depender de un Cuerpo militar y bajo el mando del Ministerio del Interior a una policía civil dependiente de la Administración foral navarra. Un traspaso cuyas condiciones por ahora no se han trasladado a los agentes que deberán decidir sobre su futuro y el de sus familias en apenas cuatro meses.

Preferencia de destino

Los traslados a destinos como Navarra o el País Vasco son en muchos casos buscados por los agentes para obtener una preferencia a la hora de una posterior elección de destino. La peligrosidad que durante décadas ha supuesto -y aún hoy, aunque en mucha menor medida- ejercer como guardia civil en Euskadi o la Comunidad Foral por la amenaza terrorista, les otorgaba un mayor valor a la hora de acreditar méritos. Ocupar este destino durante al menos tres años ya permite disfrutar de esa preferencia para optar a un destino en algunas de las dos convocatorias de traslados que se suelen llevar a cabo cada año.

Por el momento no está claro qué porcentaje de los agentes destinados en Navarra podría optar por dar el salto a la Policía Foral, cuántos se decantarían por integrase en otra unidad de la Guardia Civil y cuántos decidirían abandonar Navarra para poder continuar en la unidad de Tráfico del Cuerpo. Por ahora, las distintas organizaciones sindicales denuncian la falta de información que existe en torno a toda esta cuestión y la confusión que se está generando con acuerdos como el anunciado el martes pasado.

Centrales como la AUGC denunció que sólo una semana de que se acordará con Bildu la cesión de la transferencia, la dirección de Trafico de la Guardia Civil les aseguró que se trataba de una cuestión que “estaba parada”. Este compromiso acumula un largo capítulo de anuncios que van desde el acuerdo alcanzado entre UPN y el presidente del PP, José María Aznar en el año 2000 para transferir tráfico a Navarra, hasta el acuerdo en el mismo sentido suscrito por el Gobierno de Sánchez con la entonces presidenta, Uxue Barkos, con el PNV en el acuerdo de investidura de 2019 y con la líder del Ejecutivo, Chivite, en 2021.