La reforma de la ley del sí es sí regresa al primer plano ahora que afronta su fase central de tramitación. Y vuelve a visualizar el enfrentamiento entre el PSOE y Podemos. Los morados finalmente presentaron este lunes, cuando concluye el plazo en el registro del Congreso, sus propias enmiendas, un total de nueve, a la proposición de ley socialista para desmontar el eje que la vertebra, la introducción de la violencia o la intimidación para corregir la imposición de penas más bajas en las agresiones sexuales. Su propuesta va "en la misma línea" que la registrada el pasado jueves por ERC y Bildu, en una evidente coordinación de estrategias.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, adelantó en La hora de La 1, de Televisión Española, que el grupo de Unidas Podemos presentaría las enmiendas en la Cámara baja, cuyo contenido [aquí en PDF] luego explicó en declaraciones a los medios la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell. Porque "pese a intentar hasta el último momento llegar a un acuerdo [con el PSOE]", justificó esta, "es necesario mejorar la aplicación de la ley pero no retroceder, deshacer ni degradar el sistema del consentimiento".

Es necesario mejorar la aplicación de la ley pero no retroceder ni degradar el sistema del consentimiento

VICKY ROSELL, DELEGADA DEL GOBIERNO CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

"Es básico llegar a este equilibrio y así lo han entendido también las fuerzas que sostienen la mayoría progresista y feminista [ERC y Bildu]. No hace falta ese retroceso que pretende el PP para mejorar la aplicación de la ley en los tribunales. Trabajamos por las mujeres y la infancia víctimas de violencias machistas", concluyó Rosell.

Montero ya había anticipado que las nueve enmiendas de Unidas Podemos caminan en la "misma línea" que las de ERC y Bildu registradas el Jueves Santo, aunque cada propuesta vaya por separado "desde la autonomía de cada organización".

El objetivo compartido, señaló la ministra en TVE, es que el consentimiento de la víctima continúe en el "centro" del Código Penal, argumento que rebate por completo el PSOE, que señala que no se ha borrado ese eje de la ley del sí es sí. La diferencia radica en que mientras que los socialistas, en su texto, incorporan la violencia, intimidación o anulación de la voluntad de la víctima como un subtipo —es decir, siempre que concurran automáticamente las penas serían más altas—, en la propuesta de Podemos, ERC y Bildu la violencia es introducida como una circunstancia agravante. A esa formulación los socialistas se oponen porque entienden que con ello no se garantiza que las condenas se endurezcan y también porque podría dar lugar a penas desproporcionadas.

"No tienen que impactar en el sistema"

La violencia o intimidación pueden ser "circunstancias agravantes, pero no determinar si hay o no agresión sexual, que es de donde venimos y que es un retroceso a un sistema que ha sido disfuncional para las mujeres", explicó Rosell. Los partidos que tienen una concepción "más progresista y más feminista de los derechos de las mujeres", siguió, incluyendo bajo esa etiqueta a Podemos, ERC y Bildu, entienden que la violencia e intimidación pueden ser consideradas agravantes, pero "no tienen que impactar en el sistema como sucedía antes", como defiende el PP.

Los morados defienden que la propuesta del PSOE desmonta el consentimiento, y por eso tocan el artículo 180 del Código Penal, que detalla los agravantes

Podemos devuelve a su redacción original los artículos 178 —el que define el consentimiento y preceptúa el tipo básico de agresión sexual, castigada con uno a cuatro años de prisión— y 179 del Código Penal —el que indica que las agresiones sexuales con penetración reciben una pena de cuatro a 12 años de cárcel—, e introduce modificaciones en el artículo 180, el que desgrana las circunstancias agravantes. Así, cuando "para la comisión de la agresión sexual se hubiera empleado violencia o intimidación o la misma vaya acompañada de actos que revistan un carácter particularmente degradante o vejatorio", se impondría una pena de dos a ocho años de cárcel para las agresiones sin acceso carnal y de siete a 15 para aquellas en las que sí haya penetración vaginal, anal o bucal. Los socialistas rechazaron esta vía también porque el Convenio de Estambul recomienda que se introduzca como agravante la violencia "de extrema gravedad", que es como aparece en su propuesta [aquí en PDF] y como figura en la vigente ley del sí es sí.

Montero y Rosell señalaron que confían en que cuaje el acuerdo con los socialistas antes del jueves, cuando previsiblemente se reunirá la Comisión de Igualdad del Congreso, que aprobará el dictamen y la enviará al pleno de la Cámara baja el jueves 20 de abril. "Nosotras no nos hemos levantado de la mesa y creemos que estas enmiendas tienen que ser una oportunidad para que el PSOE se lo piense y en lugar de seguir pactando con el PP una reforma que implica un retroceso y sacar el consentimiento del centro del Código Penal, podamos hacer una propuesta que sirva para mejorar la ley", apuntó la ministra en TVE.

La reforma del sí es sí llegará al pleno del Congreso el jueves 20 de abril, y una semana más tarde, el día 26, sería aprobada por el Senado. Si no hay cambios, la modificación legal iría directamente al BOE. Un mes antes de las elecciones autonómicas y municipales.