España

Trece partidos sustentan la propuesta electoral de la vicepresidenta del Gobierno

La ‘matrioska’ de fuerzas centrifugadas por Podemos que sí quieren sumar con Yolanda Díaz

La líder gallega cuenta con la red de fuerzas nacionalistas, regionalistas y ecologistas tejidas por Más País e Íñigo Errejón y añade el soporte de IU y el PCE, partido al que está afiliada | El pacto con Podemos dependerá de si tiene o no un papel protagonista

La portavoz de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, Mónica García, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (d), y el alcalde de Valencia, Joan Ribó (i), durante el acto 'Empieza todo' de la plataforma Sumar EP / Carlos Luján

Desde el atril instalado en el centro del polideportivo madrileño de Magariños, complejo del que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo hizo a principios de abril su Vistalegre particular para anunciar su candidatura a la presidencia del Gobierno, Yolanda Díaz agradecía la asistencia de multitud de fuerzas progresistas y de izquierdas invitadas a la ocasión. Unas, integradas ya por su "altura de miras" en la plataforma Sumar, con la que aspirará a las generales; otras, con potencial de hacerlo próximamente. La foto allí presente, antaño, podría pasar por una de las grandes asambleas de Podemos con su primer secretario general, Pablo Iglesias, al frente. Desde Íñigo Errejón, a Ada Colau. Pero los morados, que sostienen un discurso díscolo con la líder gallega, destacaron por su ausencia.

Magariños fue el primer domingo de abril epicentro de la reintegración, o al menos del intento de hacerlo, de un espacio centrifugado por el liderazgo de Iglesias. Un despiece iniciado con la fractura de la corriente -que ya se distinguía de la anticapitalista- y la salida de la variante 'errejonista', que, a diferencia de la oficial, apostaba por dar más protagonismo a los postulados de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, entre otros. También de la transversalidad frente a la dicotomía ideológica clásica. Aunque una de las principales claves del distanciamiento entre dos de los ideólogos morados fue el cómo alcanzar los objetivos políticos de la marca y de qué manera relacionarse con otros movimientos sociales. Mientras que el liderazgo de Iglesias abocaba desde la propuesta de transversalidad hacia el aislamiento en la izquierda radical como sucesores de IU, Errejón apostaba por un acercamiento a la corriente socialista, aunque implantando las renovadas corrientes verdes que empezaban a repuntar en Europa. He ahí el posicionamiento de Más País posterior a la marca más potente en Madrid.

La mayoría de aliados de Sumar se muestran o se han mostrado con anterioridad críticos con la vertiente tomada por Podemos en los últimos años. Podría hacerse, al respecto, una lectura generalizada, y es la apuesta por seguir friccionando con un espacio ya consolidado y que le ha permitido alcanzar el poder. No "por asalto" como replicaba Iglesias desde Vistalegre o en los mítines, sino por consenso. Podemos sigue queriendo tensar la cuerda con un PSOE al que, en definitiva, necesita. Y lo peor, es que lo hace en el momento más complicado para la izquierda desde la entrada, vía moción, de Pedro Sánchez a la jefatura del Ejecutivo. Cuando la derecha tiene todas las de ganar según el promedio de encuestas. La ley del 'solo sí es sí' y la ausencia de disposición a negociar una reforma que selle los errores técnicos que detectan los propios socialistas, dan cuenta de ello. También la falta de autocrítica en otros asuntos.

Aún con ello, la postura de Díaz es aperturista con la integración de los de Ione Belarra en el espacio. Ahora bien, el quid de la cuestión que hace renegar a los morados es la previsión de quedar disueltos entre unas siglas que le hagan perder el protagonismo. Sumar acató hace unas semanas la demanda de Podemos para dejar por escrito el compromiso de reeditar la coalición de Moncloa de tener opciones y de celebrar primarias para la configuración de las listas electorales para diciembre. Pero fue la falta de claridad a que este proceso de votaciones fuera "abierto" y la negativa a negociar bilateralmente y sí en igualdad con el resto de partidos que refuerzan a Díaz lo que frustró un acuerdo.

IU, Más País y otros once partidos

Por el momento, pueden señalarse trece formaciones políticas que sí quieren sumar con Díaz para las próximas generales. Tanto por el consenso y el potencial al que aparentemente apunta la vicepresidenta, como, sobre todo en el caso de las fuerzas más modestas, por tener opciones de influir desde el Congreso de los Diputados o desde un conglomerado con más presencia que los acerquen más a los focos de toma de decisiones. Las corrientes más amplias que ya han anunciado su compromiso público con Sumar son las que presentan Izquierda Unida -incluido el PCE- con Alberto Garzón y Enrique Santiago a la cabeza, y los comunes de Cataluña, con rostros como Jaume Asens y Aina Vidal. Ambas comparten confluencia parlamentaria con Podemos, lo que ya de por sí viene a dividir un grupo con objetivos muy plurales. Ejemplo es la viabilidad que los comunes, según fuentes parlamentarias, sí veían a la reforma del PSOE del 'solo sí es sí'. De hecho, casi la mitad de los diputados de Unidas Podemos son favorables a Díaz: catorce de 33.

Mientras la tradición de IU es conocida, así como su intento primario de unificar un espacio independiente respecto al PSOE tras el declive del PCE, la evolución del resto de componentes de Sumar es más 'discreta'. Los comunes proceden de la coalición del espacio izquierdista, ecologista y catalanista diferenciado del independentismo que en los años anteriores había capitalizado Iniciativa per Cataluña-Esquerra Unida Alternativa (ICV-EUiA). Ello, sumado a diferentes movimientos sociales y vecinales de la autonomía que también se constituyeron en partido. Es el caso por ejemplo de Barcelona en Comú que dirige Colau, también respaldo notable de Díaz como apuesta para las locales de la ciudad condal. Por otro lado se une el apoyo de las mareas de Galicia en Común.

Sumar no concurre al 28-M, pero el resultado que sus socios territoriales consigan respecto a Podemos esbozará el equilibrio de fuerzas para las generales

El ecologismo también acapara un importante papel en la plataforma magenta. Y cuenta con presencia en la cámara baja. Integrado en Unidas Podemos está la Alianza Verde de Juantxo López de Uralde. Ajeno, el Más País de Errejón, de corte socialdemócrata y ecologista, en coalición particular con Verdes Equo, más puristas y focalizados en la agenda verde. La historia de Verdes Equo, Alianza Verde y López de Uralde está conectada. El diputado, tras dejar la dirección de Greenpeace España en 2010, da el salto a la política y presenta Equo como un intento de converger las demandas del movimiento verde nacional.

Entre 2015 y 2019 el grupo confluyó a diferentes escalas con Podemos e IU, pero la entrada de Más País en el juego político hizo a las bases votar en primarias su alianza con Errejón. Ello, por el rechazo que le suscitó, hizo a López de Uralde abandonar la formación y poner en marcha Alianza Verde desde el escaño logrado con los morados por su mantenimiento en las listas de Iglesias. Fue en 2021. Los valores fundacionales son similares a los de Equo. Mónica García, líder de la vertiente Más Madrid, que con todo es el germen del partido de Errejón, es el plato fuerte dentro de éste ámbito al que Díaz se quiere agarrar en las municipales y autonómicas. En ambos escenarios, con Rita Maestre a nivel local, la agrupación superará al PSOE-M. Y como proyección de cara a las generales. En la circunscripción, la plataforma sacó casi la mitad de los 550.000 votos de Más País.

El último pilar de Sumar se sustenta en los partidos nacionalistas y regionalistas. Es el denominado Acuerdo del Turia, que sucede y es una ampliación del acuerdo de Zaragoza en la que la Chunta Aragonesista (CHA) se alió electoralmente con Más País. Dentro de esa colaboración están presentes también Compromís, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Proyecto Drago. MÉS per les Illes Balears, en cambio, descarta concurrir con Díaz a las generales. El CHA nace a finales de la década de los ochenta por la unión de asociaciones sociales, culturales y nacionalistas de Aragón. Más desconocidos son Drago, que nace del exdiputado Alberto Rodríguez en Canarias con corte que sigue el patrón de Compromís, nacionalista, federal y con ese perfil preocupado en el ecosistema y el clima. Es el más reciente en comparación con la andalucista Iniciativa del Pueblo Andaluz, una fuerza que surge en 2016 como escisión de IU. Los anteriores grupos, se complementan con el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía, de Ceuta, una escisión de la Coalición Caballas, que lidera la abogada Fátima Hamed. Y por la Coalición por Melilla, una escisión del PSOE desde 1995 que también ha pasado por IU.

En grandes rasgos, este cómputo de partidos proceden de un mismo espacio que se ha ido reconfigurando en la última década como si de una matrioska se tratase. IU y el PCE han sido el germen de muchos de ellos y han dado lugar a una concatenación de grupos que pese a coincidir en los diagnósticos y diferir en los pormenores, hacen de la subdivisión parte del problema. Sumar, como en su día Podemos y con anterioridad IU, añade un nuevo intento de reorganización del espectro ideológico.

Solo tres miembros de Podemos respaldan a Díaz

De los catorce parlamentarios que proceden de las anteriores corrientes políticas mencionadas, hay tres cargos que consideran que la mejor vía electoral es la propuesta por Díaz. Son la vicepresidenta de la Mesa del Congreso Gloria Elizo, el secretario del grupo confederal Txema Guijarro, y Antón Gómez-Reino, uno de los promotores de las mareas gallegas. Frente a ellos, la apuesta por seguir situando a Podemos como referente del espectro y en igualdad de condiciones que Sumar son la ministra de Igualdad Irene Montero, la de Derechos Sociales Belarra, el portavoz parlamentario Pablo Echenique, y diputados con funciones orgánicas dentro de los morados como Rafael Mayoral, Javier Sánchez Serna, Lucía Muñoz, Sofía Castañón o Martina Velarde.

Abogan por la independencia el 28-M

Pese a haber tomado partido, las fuerzas del Acuerdo del Turia acudirán con su propias siglas como ejercicio de independencia y al no tener un acuerdo pactado con Díaz. Sumar, no obstante, no concurre a las municipales y autonómicas. Pero sí estará enfrentado a Podemos e IU -que no han roto sus acuerdos electorales previos y ajenos a la política nacional- en la gran mayoría de territorios, lo que podría suponer un preludio de la fortaleza de ambos proyectos por separado. Habrá excepciones.

Hay acuerdo entre Podemos e IU, bajo el paraguas de Unidas Podemos, en Canarias, Cantabria, la Comunidad Valenciana, la Comunidad de Madrid, Baleares y Extremadura. Está pendiente en La Rioja. Esa confluencia integrará a Alianza Verde en exclusiva en la Región de Murcia. Y los tres socios se abrirán con Verdes Equo, además, en Castilla-La Mancha y Navarra, donde unidos a Baztarre -un partido regional que también se ha unido a Sumar-, componen Contigo Navarra. IU, en cambio, correrá en solitario, como anteriormente, en Aragón frente al CHA por un lado y Podemos por otro. Los de Garzón irán junto a Más Asturias en esa comunidad, también con Equo y Podemos individualmente al frente.

Los socios de Díaz, véase Drago, Más Madrid, Mes per Mallorca, Compromís, Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía y la Coalición por Melilla, con Más País-Equo en Murcia, concurrirán en solitario. Podemos lo hará también en las dos ciudades autónomas.

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