Investigan a 14 personas por derribar sin control una fábrica de amianto en Alicante. El perjuicio por el uso ilegal de agua en la Axarquía malagueña puede alcanzar los 10 millones de euros. Intervenidas más de 16 toneladas de alimentos no aptos para el consumo humano en Calatayud.

Estos tres titulares, distintos entre sí tienen dos similitudes: todos se han publicado en mayo y detrás de ellos está la labor del Seprona, la unidad encargada de la protección de la naturaleza de la Guardia Civil.

“Fuego y agua”. Estos son los dos grandes peligros para la naturaleza en España, y así se lo hicieron saber los mandos del Seprona al Rey Felipe VI hace unas semanas, cuando visitó por primera vez las instalaciones de la unidad el refugio ‘El Mellizo’, en Ávila.

"Hay gente que puede tener la idea de que el Seprona es exclusivamente la protección de la caza y la pesca, pero los delitos medioambientales son un grave problema", dijo el Coronel y segundo Jefe del Seprona, Julio Serrano, durante la visita.

Policía integral

El Seprona constituye una policía medioambiental integral, esto es, está presente en todo el espectro de protección, desde la concienciación mediante charlas en colegios conferencias, la prevención con la presencia de patrullas todoterreno, el control de infracciones administrativas hasta la investigación de los delitos más graves y complejos.

De esto se ocupan los 1.900 agentes que tiene el Seprona repartidos por toda España, 60 guardias por provincia, con capacidad para actuar dentro de las ciudades. Porque esta es una de las particularidades más importantes de esta unidad. Mientras la Guardia Civil tiene su demarcación lejos de los núcleos urbanos, estos hombres y mujeres persiguen delitos también en las capitales. “También se daña el medio ambiente en la ciudad”, explicaba Serrano.

La Guarsdia Civil combate estos delitos en cinco fases: la concienciación, la prevención, la investigación como policía judicial, la producción de inteligencia y la cooperación internacional. Entre sus tareas está la conservación de la naturaleza, los espacios protegidos y los recursos hidráulicos, la caza y la pesca, el patrimonio histórico y la ordenación del territorio.

Este sistema policial, desligado de una unidad central, que investiga los ataques a la naturaleza desligados de otros crímenes como el narcotráfico, la venta de armas ilegales o el tráfico de personas, es lo que ha llevado a grandes países de Europa a visitar al Seprona y aprender de los guardias españoles, con el objetivo de implantar un modelo similar en sus policías.

Modelo internacional

Según explican fuentes oficiales de la Benemérita, “se han llevado a cabo intercambios de oficiales y se han recibido visitas institucionales en las que se ha explicado en detalle nuestro modelo y las ventajas que tiene. Fruto de ello es la creación del CUFA en el seno del Arma de Carabinieri y del SEPNA en la GNR de Portugal. Actualmente la Gendarmería Nacional Francesa está también estudiando la forma de crear algo parecido en el seno de su unidad ambiental, la OCLAESP”. En el caso de los italianos, las reuniones tuvieron lugar hace pocos meses.

La clave para entender por qué el Seprona se ha convertido en un referente mundial es que es una “policía integral”, es decir, que tiene aparejadas todas las funciones necesarias para sus labores, sin depender de otras unidades centrales. Tienen dependencia para mprevenir, combatir, y perseguir delitos.

“Muchos países han optado por crear una especialidad ambiental. Esto permite dedicar un número concreto de efectivos exclusivamente a la protección del medio natural, organizarlo, dotarlo de medios y, sobre todo, formarlo en un tema tan complejo y variado”, explican las fuentes consultadas. Este tipo de delitos se persiguen desde hace relativamente poco tiempo. Son, por decirlo de algún modo, de nueva creación. Bajo este gran paraguas entran tipos delictivos como “urbanismo ilegal, extracciones ilícitas de agua, maltrato animal, tráfico de especies, vertidos o incendios forestales”, por lo que la formación del personal es clave.

Despliegue especializado

Finalmente, el contar con un despliegue especializado sobre el terreno, como tiene la Guardia Civil, facilita la obtención de información y la reacción inmediata. “La mayoría de los países tan solo disponen de una unidad central que se dedica a la investigación de delitos graves, lo que supone grandes limitaciones”.

Entre esas limitaciones está la selección de delitos a perseguir, mientras que el Seprona puede llevar a cabo varias investigaciones simultáneas. Mientras en el resto de Europa las unidades que persiguen delitos medioambientales están encuadradas en otras que persiguen el crimen organizado y no cuentan con la especialidad de los agentes españoles.

Además, la existencia de patrullas sobre el terreno hace que, con la cercanía al ciudadano y el conocimiento necesario, se obtenga mucha información para llevar a cabo las actuaciones. “Al constituir el Seprona un servicio independiente, todas nuestras actuaciones, tanto formativas, como de despliegue u organización, o incluso los medios, están enfocadas a la defensa del medio ambiente”, añaden desde el Instituto Armado.