"Si Vox dejase de ser una alternativa, estoy dispuesta a dar un paso al frente por los españoles", esta es una de las afirmaciones que la exdiputada de Vox y candidata a los últimos comicios autonómicos en Andalucía reiteró desde su vuelta a la escena pública en septiembre del año pasado. Descartaba presentarse a las elecciones generales si su ex partido, el que lidera Santiago Abascal, aguantaba o mejoraba resultados. Ese compromiso inicial, y reivindicado en la presentación de su proyecto Fundación Igualdad Iberoamericana en la Casa de América a principios de noviembre, no se ha mantenido.

Este domingo pasado, Vox duplicó los resultados obtenidos en las municipales de hace cuatro años, triplicando además el número de concejales. Los datos son claros: la formación ultra viró desde un 3,56% de sufragio hasta un 7,56%, e incrementó de 530 a 1.695 sus cargos electos. Es algo que también se aprecia a nivel autonómico, donde los de Abascal serán cruciales para la formación de gobiernos del PP, y previsiblemente de coalición. Ya lo ha alertado el vicepresidente de Vox Jorge Buxadé, poniendo de ejemplo la coalición de Castilla y León: "La entrada de Vox en los gobiernos supone un cambio en las políticas. Empecemos a hacer política para las necesidades reales de los españoles.

A Olona, por tanto, le quedaba vigente un segundo compromiso: solo se presentaría por como cabeza de lista por la misma provincia por la que concurrió a las regionales andaluzas. Granada. "Si vuelvo, será en Granada o no será", también insistió. Ello ya ha quedado confirmado en una entrevista este jueves en RTVE. Un día antes, Olona oficializó su vuelta al ruedo político con el registro de la marca 'Caminando Juntos', unas siglas que complementa con uno de sus mantras como aparente lema de campaña: "Caminando con el pie izquierdo, y el derecho". Una referencia a la necesidad de vincular a la izquierda y derecha política y social en una sola senda patriótica.

En conversaciones con El Independiente, fuentes próximas a Olona desde su salida de Vox, indican que "lo ha llevado con mucho secretismo incluso para sus más allegado", que desconocen qué lugares son propicios para la presentación de listas. No obstante, recalcaban antes del anuncio que, conociéndola, Granada sería un punto que tendrá muy en cuenta. Acertaron. Sin que la Región de Murcia, un importante granero electoral para Vox, este el en foco, otras fuentes ponen atención en también en Madrid, donde "en los próximos días" se iniciarán conversaciones, y Alicante [de donde Olona es natural]. En Guadalajara el exportavoz de Vox en la capital Antonio de Miguel, tal y como él mismo ha declarado en una entrevista para la Cadena SER, está intentando impulsar una lista en la provincia. Todas, en general, zonas de tradicional arraigo conservador. En esa misma entrevista de anoche, Olona, sin dar detalle alguno, sí mencionó que habría presencia en aquellos enclaves donde no se perjudicara, lo que se puede atribuir a provincias medianamente grandes como las sugeridas.

Olona ha llevado la conformación de sus nuevas siglas con mucho secretismo, incluso para sus más allegados"

Madrid reparte 37 escaños y el coste electoral, con un censo superior a los más de 4,8 millones, es de unos 122.000 votos. En el caso de Alicante y Guadalajara, que proporciona a las Cortes doce y tres, el 'coste' es de aproximadamente 65.000 y 25.000 sufragios respectivamente para nuevos partidos. En Granada, en cambio, el 'precio' para Olona, según las pasadas elecciones generales, estaría situado en unos 60.000 escaños. Hay que reiterar que el espacio conservador se ha afianzado en los últimos comicios. En Granada Vox ha logrado un 6,58% del voto; en Alicante un 9,77% y en Guadalajara un 11,67. Enclaves en el que el PP se mueve en el 38% con la excepción del 30,86% de la ciudad castellano-manchega.

Las opciones de Macarena Olona

Frente a la facilidad de PP y PSOE para repartirse la mayor parte de la representación, Guadalajara, con solo tres representantes siempre ha estado más complicado para Ciudadanos y el propio Vox, que obtuvieron uno alterno en abril y noviembre de 2019 [Unidas Podemos nunca ha logrado escaño allí], lo que apenas garantiza opciones a Olona de procederse a presentar candidatura. Más si ella no la integra, dado que su perfil alienta una apuesta puramente personalista. Son más abiertos los escenarios madrileño, granadino y alicantino. Pero, ¿cuál es el histórico para otras formaciones nacientes con una estructura medianamente conformada en su primera entrada a comicios frente a Olona, de la que aún se desconocen los detalles de su plataforma?

En Granada, Vox, sin un reconocimiento nacional afianzado, consiguió 1.264 votos, y la tendencia evidenciada en municipales es de crecimiento, no de castigo. IU no superó con unos 40.000 votos la barrera del 3%. Estructuras nuevas y más reconocidas como Ciudadanos y Podemos, con entre 70.500 y 83.100, solo obtuvieron un escaño. Esta escena se repitió meses después con la repetición electoral de 2016. En el caso de Alicante, naranjas y morados se movieron entre 100.000 y 200.000 votos. Vox, en esa primera convocatoria, recibió 2.223 sufragios: un 0,25% del censo. En ambos casos, se explica entendiendo que había dos fuerzas en el bloque de centro-derecha que copaban el ambiente político y las demandas sociales. Y el procés aún no había dado impulso a Vox frente a un PP definido como leve en su acción contra Cataluña. Además, Ciudadanos y Podemos venían a cubrir una orfandad de representación que en estos momentos no existe: las derechas han crecido por igual. El componente urbano favoreció a los nuevos partidos en Madrid, mientras que Vox sacó el 0,62% del voto.

Hay que tener en cuenta que la campaña llega como una excepción a la cotidianidad. Se produce tras un ligero batacazo electoral de los principales socios de gobierno y de manera precipitada. Asimismo, en esta edición electoral, no hay nichos disponibles de los que aprovecharse entre la derecha. Vox y el PP están fuertes. Y el poco peso del que cuenta Ciudadanos en estas provincias mencionadas o bien recala en el PP o va a la abstención. Olona, además, no es una opción liberal. Por último, la llamada al 'voto útil' será el eje de la misma, tanto a derecha como a izquierda. Olona no tendrá arraigo entre el público progresista, que aún la sigue identificando con Vox y con un discurso antifeminista. Y entre el bloque de derecha su presencia puede ser percibida como un elemento disgregador más que integrador, lo que no ayuda.

En todo caso, expertos en análisis político consultados consideran que una lista por Madrid es el movimiento más inteligente, dado que es donde Olona puede tener más reconocimiento electoral y es donde se reparte mayor número de plazas parlamentarias. Más País con Íñigo Errejón logró allí dos escaños tras la salida de Podemos, pero precisamente en un periodo de desgaste. La segunda opción más razonable sería Alicante, por el mayor número de diputados repartidos. Pero eso, conllevaría concurrir a generales con otra promesa incumplida. Lo que le ha hecho elegir Granada.

La campaña mediática de Olona ha estado basada en altibajos, con momentos fuertes y rezagadas prolongadas con Twitter como único centro de operaciones. De la actividad de la plataforma iberoamericana o de la IPL presentada en diciembre no se sabe nada. En la entrevista de ayer en la televisión pública.

A Vox no le preocupa el movimiento de Olona

Preguntados por la candidatura de Olona, dirigentes de Vox no muestran preocupación alguna por su proyecto y una posible salida de votos. En una entrevista para RTVE, Buxadé ha considerado este jueves que poner la atención en el exariete parlamentario sería dejar de mirar "a lo importante": "la vivienda, la inflación o los problemas de seguridad". En su caso, el portavoz parlamentario Iván Espinosa de los Monteros se ha limitado desde el Congreso a desear "lo mejor" a quien fue su número 'dos', que como "todo el mundo, tiene derecho a presentarse" a unas generales.