Es un testimonio que esconde el pulso actual de la ‘convivencia’ en la sociedad vasca. Víctimas y verdugos hace una década que comparten espacio en calles, empresas y actos sociales. Han transcurrido diez años desde que la banda terrorista se disolvió pero su rastro sigue muy presente en el día a día de la sociedad vasca. Las víctimas aún ‘conviven’ casi en silencio, sin que su voz apenas se escuche, se escriba o se amplifique. Incluso pese a que quedan más de 350 asesinatos por resolver, y sus autores por juzgar. Los otros están a punto de cerrar un verano más repleto de actos, pancartas y homenajes recordando a quienes pertenecieron a ETA y dejaron como legado cientos de asesinatos y miles de heridos.

El último episodio se vivió el domingo en una de las pruebas deportivas más emblemáticas en Euskadi: la Bandera de la Concha. Está considerada la prueba estrella de la liga de traineras en la que participan equipos de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco fundamentalmente. En esta edición competían 24 tripulaciones masculinas y 18 en la edición femenina.

En el caso de la prueba masculina fue Urdaibai, la embarcación de la localidad vizcaína de Bermeo, la que se impuso. Con el aire aún por recuperar, fatigado y recién terminada la prueba, uno de los remeros, Iñaki Goikoetxea, no dudó en dedicar la victoria “a quienes no están” y en particular al preso de ETA Iurgi Garitagoitia, a quien envió “un abrazo especial” para añadir después que “ojalá dentro de un año les tengamos a todos en casa”.

Quien tampoco estuvo viendo la prueba en la Bahía de La Concha fue Ramón Díaz García. Probablemente lo hubiese deseado con todas sus fuerzas. Su hijo Arkaitz, conductor de autobús, también competía en la prueba, su tripulación optaba a la bandera. Lo hacía además como patrón de la ‘Donostiarra’ la trainera de la capital guipuzcoana. A Ramón, al padre de Arkaitz, el patrón de la ‘Donostiarra’ que compitió contra Urdaibai, la trainera de Iñaki Goikoetxea, lo mató ETA. Ramón no era militar, era el cocinero de la Comandancia de la Marina de la capital guipuzcoana. Sus amigos le recuerdan todos los años en el barrio de Loiola, lo hacen en cada aniversario de su asesinato.

Dedicada 'a los que no están'

La dedicatoria “a los que no están”, en referencia a los presos de ETA y no de sus víctimas, hecha por el remero de Urdaibai –a preguntas de ETB- fue muy aplaudida por la izquierda abertzale, que tampoco está vez se acordó de las víctimas… que no están.

Sortu, la formación principal de EH Bildu agradeció al remero vizcaíno, con el alias de ‘Tabero’, por tener presente la reivindicación de “traer a casa a todos los presos vascos, son del pueblo”, aseguró la formación que lidera Arkaitz Rodríguez. El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi también lo hizo: “Contigo siempre nos emocionamos, Iñaki. ¡Gracias Por recordar siempre a los presos políticos!”, aseguró el dirigente abertzale.

El calendario quiso que la regata ‘dedicada’ por uno de sus vencedores a los presos de ETA coincidiera con el aniversario del asesinato de María Dolores González Catarain, ‘Yoyes’, a quien ‘Kubati asesinó en presencia de su hijo de tres años en Ordizia en 1986 por haberse atrevido a enfrentarse a la dirección de la organización y abandonar la banda terrorista.

No es la primera ocasión en la que este remero recuerda a los presos de la banda. Pero esta vez su victoria estuvo dirigida en particular a Iurgi Garitahgoitia, preso de ETA condenado, entre otros delitos, por participar en el asesinato del empresario Inaxio Uria. Por aquel asesinato cometido el 3 de diciembre de 2008, en el que colaboró reteniendo al conductor al que robaron el vehículo con el que otros integrantes acudirían a disparar a Uria, fue sentenciado a 44 años de cárcel. Un año más tarde, el 15 de enero de 2009, Garitagoitia participó en el atentado contra un repetidor de Telefónica en Hernani.

El plan de su comando era hacer estallar una pequeña bomba. Aquel sólo era el señuelo. Su verdadera intención era ocultar otros explosivos trampa en el camino de acceso al mismo que se activarían al acudir los agentes tras la primera detonación. En total, hasta 25 personas entre ertzainas, policías municipales y técnicos acudieron al lugar. Por ello, fue condenado a 389 años de prisión por 25 delitos de asesinato en grado de tentativa. Garitagoitia fue detenido en Pau (Francia), donde fue condenado a 15 años por pertenecer a ETA. Tras ser trasladado a España en 2020 cumple condena en la prisión de Zaballa, en Alava.

"No son presos políticos, son terroristas"

La Fundación Fernando Buesa Blanco ha respondido tanto a Otegi como a Sortu, a los que ha acusado de "seguir sin demostrar con hechos esa empatía y respeto" que aseguran tener con las víctimas del terrorismo: "Los presos de ETA no son presos políticos: son terroristas. No habrá convivencia sin la deslegitimación ética, social y política del terrorismo de ETA", ha añadido esta organización.

Por su parte Covite, que ya denunció esta actitud del remero el año pasado, ha censurado las palabras del deportista de Urdaibai y ha recordado que ha dedicado su victoria "a los etarras, especialmente al asesino Iurgi Garitagoitia, condenado por el asesinato de Ignacio Uría". Al mismo tiempo, ha criticado que Sortu se sienta "orgulloso" de las declaraciones de Goikoetxea.

También ha afeado el mensaje de Otegi la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), que ha manifestado que "no son presos políticos vascos, son asesinos". "Sin ir más lejos, el Tribunal Supremo confirmó el pasado mes de junio la pena de 44 años de prisión a Iurgi Garitagoitia, un etarra condenado por colaborar en el asesinato del empresario Ignacio Uría en 2008", ha añadido la AVT.