Es una falla que el PP ha identificado en Euskadi y que no está dispuesto a desaprovechar. La acentuada pérdida de votos del PNV en las dos últimas citas electorales, con 100.000 votos menos, se ve como una oportunidad para recuperar espacio electoral para los populares vascos que ahora lidera Javier De Andrés. La estrategia de atraer al votante moderado, de centro derecha, desencantado y que hasta ahora votaba a la formación de Ortuzar la anunció desde el primer momento De Andrés, apenas después de asumir el cargo el pasado 4 de noviembre. Ayer, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo la avaló desde la tribuna del Congreso de los Diputados y lo hizo atacando con dureza al PNV.

Lo hizo cuestionando la marca de formación “progresista” que Pedro Sánchez coloca a todos los partidos que hoy, salvo sorpresas, apoyarán su investidura. Entre ellos figura el PNV. “Salvo que haya cambiado el tractor por la hoz y el martillo…”, aseguró ayer el presidente del PP. Feijóo advirtió incluso al PNV de que sus devaneos con el PSOE y su inclusión en la alianza 'progresista' es una de las causas de su pérdida de votos. Y le anunció que “el hueco que han dejado libre lo ocupará el PP vasco”.

Incluso arremetió contra la incongruencia de defender los intereses de Euskadi apoyando a un candidato que en su intervención de investidura "no ha dedicado ni una sola línea a Euskadi”, les recordó. Feijóo subrayó que él siempre defenderá al País Vasco y tratará al PNV “con respeto” mientras que la decisión de apoyar a Sánchez tomada por la dirección de Ortuzar conllevará hacer presidente a alguien que ignora a Euskadi.

El pulso que desde la celebración de las últimas elecciones libran el PP y el PNV en Euskadi se ha ido acentuando desde la llegada de De Andrés a la presidencia de la formación en Euskadi. En Sabin Etxea no ocultan que un porcentaje reducido de sus simpatizantes han podido optar por el PP pero aseguran que no les preocupa ya que la mayor parte de los 100.000 votos perdidos se han ido a la abstención.

Un 'satélite' más de la izquierda

De Andrés ha fijado precisamente en la abstención uno de sus objetivos. Consciente de que en ella continúa una parte del voto moderado, ha llamado al PP vasco a intentar movilizar a la ciudadanía desconcertada y desmovilizada que no se siente de izquierdas y no ve ninguna opción en el panorama político vasco. Las llamadas al simpatizante del PNV más tradicional se han reforzado en las últimas semanas mientras el PP procura presentarse con una imagen moderada en Euskadi. El propio Feijóo subrayó el espacio compartido en el que ambos partidos podrían convivir y cooperar. Lo hizo durante su investidura fallida.

En el PP vasco ven ya al PNV como “un satélite más de la izquierda” y en ello una oportunidad para crecer. El planteamiento que la nueva dirección del partido en el País Vasco propone pasa por defender un "modo de ser vasco tradicional”, alejado del propuesto por el imaginario nacionalismo vasco, y que se basaría en su “arraigo a la tierra, a sus tradiciones, a su historia y sus peculiaridades”. Un movimiento por acercar al votante moderado del PNV que comienza a percibirse también en gestos como el llevado a cabo el pasado domingo durante los actos de protesta por la amnistía a los líderes de procés convocados por el PP en todas las capitales de provincia. En el caso de Bilbao, el PP incluyo en el acto celebrado en la Plaza Moyúa de Bilbao una gran ikurriña, un símbolo presente hasta ahora con mucha discreción en los actos del PP en el País Vasco y omnipresente en los del PNV.

En 2024 Euskadi celebrará elecciones autonómicas. Por el momento el PNV no ha confirmado si Urkullu optará a una cuarta legislatura. En el caso del PP, la formación ya ha ratificado que será su presidente, De Andrés, quien se presente como única “alternativa” a las propuestas de izquierda en la que ya cree que engloba una buena parte de la sociedad vasca al PNV. El PP asegura que comparte una base social “que cree en el mérito y el esfuerzo”, valores que encuentra en el PNV tradicional ahora desvirtuado y alejado por asumir las tesis de la izquierda.

La relación entre el PP y el PNV no es buena. Los nacionalistas volverán a justificar hoy, durante el pleno de investidura, su negativa a respaldar un gobierno de Feijóo por su cercanía a Vox. Sabin Etxea no ha relajado ni un ápice desde la celebración de los comicios su crítica al PP al que vincula en un mismo ‘ticket’ con la extrema derecha. Tampoco en Euskadi la relación entre ambas formaciones es fluida. La llegada de De Andrés en pleno periodo preelectoral y tras la ‘batalla’ por el voto que anuncia ha facilitado las cosas.