En dos millones de personas estima el PP su capacidad de movilización en todos los rincones de España este pasado domingo en contra de la amnistía, la mitad de esa cifra sólo en Madrid, aunque la delegación de Gobierno lo rebaja a 80.000. Pero al margen de la guerra de cifras, el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, ha demostrado capacidad para sacar a los ciudadanos a la calle con un llamamiento a la transversalidad con el que ha intentado ir más allá de las siglas.

Son conscientes en todo caso los populares de que, sin un escenario electoral en el horizonte próximo, las concentraciones están llamadas a la melancolía, puesto que "no van a servir de nada con un presidente del Gobierno sin límites". A lo sumo invitar "a que el PSOE abra una reflexión" sobre las cesiones hechas a Junts y a ERC asumiendo el relato de los independentistas en el procés y concediendo la amnistía en una futura ley que vendrá a asumir la legitimidad de todo lo ocurrido en 2017 y 2019 en Cataluña.

Eso sí, queda la baza de la UE, que no es menor. "Que Europa vea lo que ha pasado aquí", invitan fuentes de la dirección popular para recordar a continuación que todo esto ocurre mientras Sánchez es presidente de turno de la Unión. De hecho, algunos de sus compañeros de la Internacional Socialista, como el canciller alemán Olaf Scholz, lo pudieron comprobar este sábado en Málaga cuando un grupo de ciudadanos se manifestaron a las puertas del recinto donde se reunió con Sánchez. Además hay una carta del comisario europeo de Justicia, el liberal Didier Reynders, que ya ha pedido explicaciones sobre dicha reforma legislativa.

El PP se sigue aferrando a la baza de la Unión Europea para parar la amnistía

Quizá esa sea una de las pocas balas en la recámara del PP, que Europa alce la voz contra una medida que perdona incluso delitos de malversación de fondos públicos y otros que pusieron en riesgo la seguridad de los ciudadanos, como fueron las constantes y repetidas acciones violentas e intimidatorias de los CDR y de Tsunami Democrático mientras el entonces presidente de la Generalitat, Quim torra, les animaba a "apretar".

Lo de este domingo retrata "un clamor social sin precedentes", analizan en Génova, donde apuestan por una respuesta "categórica y continuada" que vivirá su próximo episodio el sábado 18 en una gran manifestación en Madrid convocada por distintas organizaciones de la sociedad civil. Para entonces lo más probable es que Sánchez ya haya sido investido presidente del Gobierno con los votos de todo el independentismo, incluido el conservador y el más supremacista.

La amnistía "ha puesto de acuerdo a Aznar y a González", destacan desde el PP con el recordatorio de que el ex presidente socialista ha llegado a pedir la convocatoria de nuevas elecciones generales, en la misma línea del discurso de ayer de Núñez Feijóo preguntándose de qué tiene miedo el PSOE a la hora de consultar a la ciudadanía el perdón, no de las condenas, sino de los delitos a los que se alzaron contra la democracia y la Constitución en 2017 y, posteriormente, en las protestas de 2019, cuando se conoció la sentencia del Supremo contra nueve de los procesados por el desafío secesionista. Para entonces, Carles Puigdemont ya llevaba dos años fugado del país.

La ley de Amnistía será registrada este lunes en el Congreso

El PP explorará, además la vía parlamentaria en el Senado y la judicial ante el Tribunal Constitucional cuando se conozca el contenido de la ley de Amnistía, hasta ahora el secreto mejor guardado salvo por el goteo de filtraciones poco tranquilizadoras del independentismo y que este lunes, previsiblemente, será registrada en el Congreso. Precisamente, sobre este punto, en el PP asumen que pedir una repetición electoral es clamar en el desierto puesto que "Sánchez ha cruzado el rubicón y no puede ir a elecciones"

Génova esquivó ayer la que podía haber sido una foto indeseada, esto es, la de su líder con el presidente de Vox, Santiago Abascal. Acudió a la concentración de forma discreta no sin dejar de hacer declaraciones a la prensa usando un lenguaje muy alejado del que una hora después empelaría el propio Feijóo. Habló Abascal de "golpe de estado con todas sus letras", acusó a Sánchez y al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de estar tras los actos violentos de las manifestaciones en los alrededores de las sedes del PSOE y llamó a una huelga general que quiere organizar el sindicato próximo a Vox, Solidaridad.

No fueron pocas las veces que los asistentes al acto de la Puerta del sol corearon "huelga general, huelga general". El PP no está en absoluto en esa estrategia aunque no tienen intención de abandonar la protesta en la calle. De hecho, su intención es que la inflamación social contra la amnistía a Puigdemont sea cada vez mayor "y este sea el cauce". Significa su intención de capitalizar la protesta "pacífica".

De hecho, a pesar de éxito de la convocatoria en toda España, del ingente número de ciudadanos que acudieron, no hubo incidentes reseñables. Pero una vez más marcan distancias de las protestas apoyadas por Vox. "Los actos tienen relevancia cuando no son todas las semanas". El PP evaluará este lunes en su comité de dirección cuáles son sus siguientes pasos tras las investidura de Pedro Sánchez.