
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, junto a su secretario de Organización, Santos Cerdán, saluda a la portavoz de Junts per Catalunya (JxCat) en el Congreso, Míriam Nogueras, este 13 de octubre de 2023 en la Cámara baja.
El pacto alcanzado por PSOE y Junts para la investidura de Pedro Sánchez ha provocado un auténtico terremoto en instancias judiciales por el alcance de la ley de amnistía y la aceptación de en el documento del término lawfare. Pero desde la órbita independentista el enfado judicial se daba por descontado. Desde Junts van más allá del enfado de las asociaciones de jueces y fiscales y señalan la profunda fractura que este acuerdo ha provocado en el constitucionalismo.
Jugamos con ventaja, estamos en una posición que hace años que Cataluña no tenía
Miriam Nogueras, líder de Junts en el Congreso, afirmaba este viernes que en cada uno de los envites protagonizados por el independentismo en la última década, desde el 9N a la declaración unilateral de independencia de 2017 "teníamos a unos partidos absolutamente unidos". A partir del acuerdo "hay una división de los partidos unionistas y es una oportunidad que tenemos que aprovechar".
"Jugamos con ventaja, estamos en una posición que hace años que Cataluña no tenía" añadía la portavoz de Junts. Este viernes, tras el anuncio del acuerdo escenificado por Carles Puigdemont desde Bruselas, toda la dirección independentista salió en tromba a los medios de comunicación catalanes para vender las excelencias de un pacto que deben validar las bases de Junts este fin de semana, en una consulta interna.
Necesitan "vender" un acuerdo sin avances tangibles como la condonación de 15.000 millones de euros del FLA o el traspaso de Rodalies pactado por ERC. Y lo han hecho por la vía de dar la vuelta al argumento utilizado por los socialistas. Si el PSOE presenta el pacto como un éxito porque "devuelve a Junts a la política institucional" los independentistas argumentan que se trata de una suerte de "acuerdo de paz", un punto de partida de esa nueva relación en el que han conseguido que el PSOE acepte sus posiciones de partida. Una aceptación quee distancia definitivamente a PSOE y PP y deja a los socialistas a expensas de los nacionalismos periféricos.
"Sin cumplimiento de acuerdos, la legislatura no tiene recorrido" advirtió Puigdemont de forma insistente. Laura Borràs y Jordi Turull insistían en esta advertencia. "La duración de la legislatura dependerá de los acuerdos. Si no hay avances, Sánchez tendrá que pactar con PP o Vox" retaba Turull en RAC1, consciente de que es una salida ciega para los socialistas.
La rivalidad natural entre PSOE y PP no ha impedido que en los momentos cumbres del procés ambos partidos se unieran para frenar a los independentistas. Lo hicieron, junto a Cs, durante los plenos del 6 y 7 de septiembre de 2017 que aprobaron las leyes de desconexión. Y volvieron a coaligarse para aprobar la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Bloque constitucionalista
La fractura provocada por la moción de censura a Mariano Rajoy, sostenida por nacionalistas e independentistas vascos y catalanes, no impidió que socialistas y populares tuvieran la misma respuesta a los disturbios posteriores a la sentencia del procés. El freno al independentismo está también en la clave de un último acuerdo alcanzado hace apenas cuatro meses, cuando los votos del PP fueron claves para dar la alcaldía de Barcelona al socialista Jaume Collboni, en detrimento de Xavier Trias.
Ese bloque es el que Junts cree haber roto definitivamente al forzar al PSOE a aceptar en el texto del acuerdo el discurso sobre el lawfare, de supuesto uso espurio de la justicia en contra del independentismo. Un término que según el negociador de los Comunes, Jaume Asens, no forma parte de la ley de amnistía que PSOE e independentistas deben registrar en el Congreso la próxima semana, pero que supone la aceptación del discurso sobre la "represión del Estado" contra el independentismo.
Una ruptura que implica una mayor dependencia del PSOE respecto a los independentistas, y especialmente de Junts, que no se siente interpelado por la defensa del "Gobierno de progreso" de PSOE y Sumar con el que partidos como ERC, Bildu o BNG comparten fórmulas políticas más allá del eje nacional. Ese es el principal argumento de los líderes de JxCat ante las voces que, como la CUP, la ANC o la ex consejera Clara Ponsatí, les acusas de haber claudicado ante los socialistas, abandonando la estrategia de "confrontación". Una estrategia que, según había defendido Junts hasta ahora, ha sido la única que ha permitido "dejar en evidencia" al Gobierno y la justicia españolas ante las instancias europeas e internacionales.
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1 Comentarios
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hace 3 semanas
¿HASTA CUÁNDO , PEDRO SÁNCHEZ, VAS A SEGUIR ABUSANDO DE NUESTRA PACIENCIA?¿QUÉ TE HABRÁ PROMETIDO SOROS , P.SÁNCHEZ?
«ROMA NO PAGA A TRAIDORES».
Bismarck: “Estoy firmemente convencido de que España es el país más fuerte del mundo. Lleva siglos queriendo destruirse a sí misma y todavía no lo ha conseguido”