La ampliación del aeropuerto de Barajas, anunciada este viernes en Fitur por Pedro Sánchez, abrió la caja de pandora en el seno del Ejecutivo de coalición. "No se puede ser ecologista a ratos. Somos un Gobierno que apuesta por la descarbonización. ¿La prioridad es ésta y no el tren a Extremadura?", le espetó a Sánchez su vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz. "Seguir ampliando infraestructuras aeroportuarias cuestiona nuestras obligaciones internacionales para la lucha contra el cambio climático", rugió el ministro de Cultura, Ernest Urtasun. "La ampliación es un despropósito económico y ecológico y supone regresar a modelos del pasado", terció el nuevo portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón.

Menos mal que ahí estaba el ministro del ramo, esto es, el de Transportes, Óscar Puente, para echar mano de su habitual temple pacificador: "Iñigo quiere viajar a Buenos Aires o a Hong Kong en tren. Estamos en ello, pero de momento es un poco difícil", dijo irónico. No era esta la primera vez que los magentas chocaban con las políticas de infraestructuras del vallisoletano, pues la ampliación de puerto de Valencia, y su sonriente foto con el barón popular Carlos Mazón, constituyó otro sapo difícil de tragar para los aliados valencianos de Sumar, Compromís, que se oponen también en redondo a ese proyecto.

Pero más allá de las cuestiones concretas por las que los socios de Gobierno pueden discrepar -por otro lado, una constante en la anterior legislatura- , existe un mar de fondo generador de tensiones y de desconfianza de Sumar hacia los posicionamientos del PSOE y que a día de no están aflorando públicamente en toda su dimensión.

El rosario de cesiones a Junts

Por un lado, destaca en la pole position el rosario de cesiones a Junts, más allá del documento conjunto que el PSOE firmó con el partido de Carles Puigdemont para asegurarse la investidura de Pedro Sánchez. Y no porque Sumar no esté de acuerdo con la ley de Amnistía, que apoya sin ambages, sino por otras políticas pactadas con un partido tan escorado a la derecha al que desde el Ejecutivo se le llegó a acusar de supremacista y xenófobo. El tema de la inmigración fue un misil en la línea de flotación de Sumar, que rechazó cualquier cesión en esta materia a Junts, pero tampoco gustó el compromiso de modificar la ley de Sociedades a la medida del prófugo de la Justicia.

En Cataluña, Junts no deja de ser percibida por amplios sectores sociales "como un partido de ultraderecha y está haciendo daño" la imagen de rendición del Gobierno central, explican fuentes solventes a El Independiente, en alusión a los comunes de Ada Colau. Tampoco ayudan los flirteos que durante semanas ha mantenido el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, con Junts para aliarse en el consistorio. Colau ejerció tal presión que obligó a los de Xavier Trias a retirarse de la mesa negociadora, aunque todo apunta a que el PSC prefiere ahora de compañeros de viaje a ERC y mantener alejada a la ex alcaldesa de Barcelona.

En Sumar temen la interlocución directa de Moncloa con Podemos

De otro lado, en Sumar temen la interlocución directa de Moncloa con Podemos. El chasco del decreto sobre el subsidio de desempleo, cuando Yolanda Díaz no consiguió el apoyo de los cinco diputados morados ha tenido repercusiones internas, con críticas a la vicepresidenta segunda por su incapacidad para doblarles el pulso. Por ello Moncloa se ha empeñado en una interlocución "cara a cara" de su ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, con la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, lo que provoca inquietud en Sumar.

Y aunque ahora Podemos haya perdido un escaño a favor de los magentas tras renunciar Lilith Verstrynge a su acta de diputada y apartarse de la primera línea política -anuncio conocido este mismo viernes, que se atribuye a razones personales- a todos los efectos, y dado el reparto de fuerzas en un Congreso muy fragmentado, "cuatro diputados siguen siendo tan necesarios como cinco", arguyen los morados.

"La negociación del PSOE con Podemos lo llevan muy mal en Sumar", dicen los mismos medios consultados por este periódico. Tanto los ministros de la cuota de Sumar como en el Grupo Plurinacional son conscientes de que Belarra intentará rentabilizar cada concesión que saque del PSOE "y va a sacar muchas cosas -vaticinan- a las que ya se encargará de dar publicidad".

Esa es una variable que no controla Yolanda Díaz porque por mucho que intente acercarse a sus antiguos compañeros de Gobierno para negociar los temas de su departamento o del resto de los ministros de su resposnabilidad, lo más probable es que se encuentre con un muro. En estos momentos, Belarra y los suyos consideran como único interlocutor válido a los socialistas y su estrategia pasa por ignorar la existencia de Sumar.

Sumar y Podemos coinciden en rechazar la ampliación del aeropuerto de Barajas

Curiosamente la ampliación de aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ha provocado en ambos partidos el mismo entusiasmo perfectamente descriptible. Porque Podemos también está en pie de guerra con el anuncio del presidente. La portavoz morada y número dos de la lista de Montero a las elecciones europeas, Isa Serra, rechaza este proyecto por considerarlo "irresponsable".

"Hace dos días -escribió ayer en X- Ayuso anunciaba el pelotazo de la Fórmula1 con 500 millones de dinero público y hoy Sánchez anuncia 2.400 millones para un proyecto que supondrá más contaminación, especulación y desigualdad en Madrid. El PP y el PSOE siempre de acuerdo en 'lo importante'. Es una irresponsabilidad que pagará la gente y el planeta". Pero a pesar de la coincidencia nada permite avizorar ningún acercamiento entre ambas formaciones políticas.