"Nuestro objetivo sigue siendo recuperar posiciones institucionales, fortalecer la organización y las movilizaciones, disputar el proyecto de país, ofrecer un horizonte republicano, feminista, ecologista, popular, y volver a gobernar, porque es la mayor garantía de que nuestro país avance". Fuentes de la dirección de Podemos no hablan en pasado sino en futuro de una formación que ha cumplido 10 años vertiginosos. En este tiempo llegó a disputar la hegemonía de la izquierda al PSOE. Hoy se juega su supervivencia política en las próximas elecciones europeas del 9-J.

Las perspectivas electorales son bastante exiguas, al menos por el momento, para el partido liderado por la navarra Ione Belarra. Todo apunta a que, a lo sumo, la única que pudiera conseguir su acta de eurodiputada sea Irene Montero, por lo que la empresa se antoja más una operación de rescate de la ex ministra de Igualdad, vetada por Yolanda Díaz en las listas de las generales del 23-J y, más tarde, para el Consejo de Ministros del nuevo gobierno de coalición. Los morados insisten en que "a pesar de que el bipartidismo ha recuperado mucho aliento en el último tiempo, sin duda el espacio político para una fuerza trasformadora como Podemos sigue".

"Las razones por las que nacimos como proyecto político siguen intactas", defienden los morados

Y agregan: "Las razones por las que nacimos como proyecto político siguen intactas. Hay más experiencia entre nuestra militancia, un proyecto político e ideológico más definido y ahora tenemos la certeza de que podemos cambiar el país. La crisis política sigue abierta, y las desigualdades sociales siguen generando malestar".

A juicio del cofundador y, a todas luces líder en la sombra, Pablo Iglesias, "te definen tus enemigos y te define el nivel de los ataques", según declaró esta semana en una entrevista en Público. Los "enemigos", siguiendo los meandros de su reflexión, son legión y explican, a su juicio, el devenir de este partido. Pero más allá del denunciado acoso mediático, judicial y económico, que no es poco, la historia de los morados ha sido la de una sucesión de depuraciones, abandonos, escisiones y, también, traiciones.

"El núcleo inicial era un grupo de amigos, de gente en general muy lista. Todos nosotros con personalidades muy difíciles y que seguramente la política no sacó la versión mejor de ninguno de nosotros –confesó Iglesias a Público–. Creo que ahora, paradójicamente, el partido está en un momento mucho más sano a nivel humano. La gente que está ahora en la dirección de Podemos no gana nada por estar (...). Hay una cultura militante propia. Hay, digamos, las bases para construir un partido de manera saludable", justifica el ex vicepresidente segundo.

Juan Carlos Monedero admite que el partido está "en un momento crítico"

Arguye Iglesias, como muestra de la salud y el músculo de la formación política que lideró, que se trata de la formación de izquierdas con "más militantes que ningún otro partido. De hecho, cada vez que hay una consulta, cada vez que se compara cuánta gente participa en procesos internos de los partidos, Podemos es el que más gente tiene, el que más gente moviliza, en el que más gente participa. Aun así no cuenta con las estructuras de afiliados que tienen partidos antiguos como el PSOE o como el PP", matiza.

Uno de los principales ideólogos de este espacio, quien no ha ahorrado alguna crítica velada en los últimos tiempos por la ruptura con Sumar, Juan Carlos Monedero, no duda en afirmar que el partido que ayudó a fundar está "en un momento crítico". Pero aún así no es pesimista del todo.

En una entrevista este miércoles en "La hora de la 1" defendió que la organización morada tiene opciones de sobrevivir "si es útil para el pueblo", pero también si "es capaz de establecer un diálogo" con Sumar, que es "donde se la van a jugar" uno y otro partido. "Sin son útiles para las mayorías de este país, van a tener futuro, si no, desaparecerán y el pueblo buscará otras alternativas que les ayuden a resolver sus problemas". Y ofrece una última receta para sobreponerse a la adversidad, esto es, recuperar la alegría. "Si recupera la alegría de la transformación celebrará otros 10 años. Con la verdad y la alegría, otros diez años por delante".

Testigo directo del devenir de Podemos es Ramón Luque, quien fuera asesor de Pablo Iglesias en la vicepresidencia segunda y más tarde asesor del equipo de Yolanda Díaz en Sumar. Una visión periférica de lo que fue aquel Podemos y sus principales protagonistas hasta eclosionar en el enfrentamiento y en la ruptura. Defiende que la irrupción de los morados "supuso un cambio en el sistema político que nadie puede discutir y que se estudia en las universidades".

No resignarse ante el bipartidismo

Proveniente de IU, admite que la gran aportación de Podemos fue no resignarse ante el bipartidismo, "que era visto como un monstruo". Los morados demostraron "que no hay nada inmutable y esa es una herencia que dejan a las generaciones futuras. El Sí se puede ya nadie podrá borrarlo del imaginario político de este país". "En lo personal y en lo político solo tengo agradecimiento a Pablo Iglesias", confiesa en conversación con El Independiente, pero si bien la orientación de la sucesión "estuvo bien planteada, otra cosa es la gestión de la misma", afirma en alusión al relevo de Iglesias en Díaz y al desgarro entre ambos.

Desde el partido de Ione Belarra concluyen que la lección más importante de estos diez años "es la demostración de que nuestro país puede cambiar. El 15M fue la demanda y anhelo de cambio y la experiencia de Podemos es la demostración de que es posible transformar a través de una forma de entender la política, distinta de lo que había existido anteriormente". Y esa es una lección que consideran aún está viva. De momento, tienen a sus cinco diputados sentados en el Hemiciclo del Congreso y el 9-J se preparan para echarle un pulso a Sumar. Sin duda, un ejercicio de alto riesgo, que terminará de perfilar el reparto de fuerzas en la izquierda a la izquierda del PSOE.