Am-nis-tí-a. Son las cuatro sílabas que conforman la palabra que
persigue y hostiga a los españoles desde la noche del 23 de julio de 2023,
cuando el recuento electoral reveló que el Partido Popular y Vox no alcanzaban los escaños suficientes para formar Gobierno, y que los siete representantes que había obtenido Junts en el Congreso de los Diputados pasaban a ser decisivos para que Pedro Sánchez continuara en la Moncloa.

En la tarde de ayer, en la Fundación Carlos de Amberes, la Editorial Colex presentó La amnistía en España. Constitución y Estado de Derecho, un libro que aborda "los problemas jurídicos e institucionales de la amnistía en España desde múltiples puntos de vista". Dirigido por Manuel Aragón (Magistrado emérito del Tribunal Constitucional), Enrique Gimbernat (Catedrático emérito de Derecho penal) y Agustín Ruiz Robledo (Catedrático de Derecho Constitucional), reúne la firma de 66 autores "de reconocido prestigio". Está compuesto por 78 artículos que incluyen "numerosos argumentos" que explican por qué la amnistía incumple "reiteradamente" tanto la Constitución como el derecho europeo.

En la presentación, que ha cerrado Fernando Savater, cuya mediática salida del diario El País ha estado motivada, precisamente, por su oposición a la medida de gracia, en contraposición a lo que sostiene la línea editorial del que ha sido su periódico durante 47 años, también participaron el periodista Juan Luis Cebrián, la jurista Teresa Freixes y la abogada Elisa de la Nuez Sánchez, además de los propios directores de la obra.

"Dar la alarma"

"Quisimos detenernos en esta cifra -78- en homenaje a 1978, año que tanto nos llena de satisfacción. Nuestra democracia lleva unos años deteriorándose, pero la amnistía nos pareció un salto cualitativo" afirmó Aragón, que explicó que amnistiar a quienes subvertieron el orden constitucional, "y además han reiterado su propósito de volverlo a hacer", les dota de una impunidad que quiebra el principio general de igualdad de los españoles ante la ley. "Hemos querido dar la voz de alarma".

En la misma línea se expresó Gimbernat, visiblemente consternado: "Los argumentos que se alegan a favor de la amnistía en la exposición de motivos de la proposición son tan endebles que nunca había visto una cosa parecida", sostuvo con rotundidad. "El argumento decisivo es que el artículo 62 prohíbe los indultos generales y, con mayor motivo, la amnistía. Si lo menor está prohibido, lo mayor también". Siguiendo con este razonamiento, el penalista arguye que la Constitución tampoco prohíbe matar o la esclavitud, pero que de ella se deriva una prohibición tácita. "Los votos se necesitaban para la investidura, y deslegitimar el Estado de derecho por fines particulares nos pareció el colmo. En un Estado de derecho, el fin no justifica los medios".

Por su parte, Teresa Freixes, especialista en derecho constitucional español y europeo, centró su intervención en la proyección internacional de la amnistía. "En Europa cada vez son más conscientes de lo que supone. El libro, que entregamos el pasado viernes a la Comisión de Venecia, tuvo un gran impacto". Según comentó a los periodistas, la "gran consideración de país democrático" que España tiene en el extranjero ha sido un elemento que ha dificultado hacer entender a los países de la Unión Europea lo que significa la amnistía dentro del marco jurídico español.

"Tramitación extravagante"

Desde que el PSOE presentó en el Congreso la Proposición de Ley Orgánica de amnistía para la normalización institucional, política y social en Cataluña, su tramitación en la Cámara Baja, teledirigida por Carles Puigdemont desde Bruselas, ha devenido en un proceso tortuoso para el Ejecutivo de Sánchez. De ello habló Elisa de la Nuez en su intervención. Calificó de "como poco, extravagante" el recorrido parlamentario de la ley y expuso que, bajo su punto de vista, "se está trasladando al parlamento el resultado de un acuerdo que se ha realizado fuera de él, en algo que se parece más a un contrato privado entre partes que a un anteproyecto de ley. Se han perdido todas las garantías de un proceso legislativo ordinario", subrayó la abogada y secretaria general de la Fundación Hay Derecho.

Juan Luis Cebrián y Fernando Savater fueron los encargados de cerrar la presentación, y ambos centraron sus intervenciones desde una perspectiva filosófica y moral. "La amnistía es propia de un sistema iliberal que pone la democracia al servicio de una minoría", argumentó Cebrián, que comparó "el proceso de degeneración" de la democracia española con el de otros países del mundo: "en Argentina está Milei, vamos a volver a tener a Trump en Estados Unidos... cada cual tiene la democracia iliberal que le toca". Savater, por su parte, definió la medida de gracia como "un disparate irracional", citó a George Orwell ("que decía que todos los discursos políticos de nuestro tiempo -1939- tienen como principal función defender lo indefendible") y arrancó el aplauso del auditorio al afirmar con rotundidad que "España no tiene que ir a reconciliarse con los independentistas, sino que son ellos los que tienen que reconciliarse con España".

Tras una breve ronda de preguntas, Manuel Aragón, magistrado del Tribunal Constitucional entre 2012 y 2016, no quiso cerrar el acto sin lanzar antes una última advertencia a los asistentes: "El parlamento está delimitado por la Constitución, no puede hacer lo que quiera por la mitad más uno. La soberanía reside en el pueblo español, no en las Cortes Generales".