"Si tenemos que añadir alguna cuestión más, la añadiremos". Lo decía este lunes el vicepresidente y portavoz de Junts, Josep Rius. Es decir, que por ahora los de Carles Puigdemont no tiran de la manta, pero se reservan ese as en la manga. La amenaza sigue sobre la mesa. No se ha disipado ni se disipará. Es lo que creen en el Gobierno y en el PSOE: que los posconvergentes guardan munición contra el PP y que la administrarán a su conveniencia. ¿Cuándo? No se atreven a aventurar fechas.

Desde que estalló la noticia, el sábado pasado a las 23.30, de que Alberto Núñez Feijóo estuvo sopesando la legalidad de la amnistía 24 horas, que estuvo abierto a un indulto condicionado para Puigdemont y que no aprecia terrorismo en la conducta del expresident, los socialistas defendieron que se trataba de una "voladura controlada". Es decir, que fuentes al más alto nivel del PP decidieron trasladar ese triple mensaje bomba —lo hicieron el pasado viernes a 16 periodistas de medios de comunicación de distinta línea editorial— por el miedo de que Junts se adelantase. Por temor, decían, de que pusiera en circulación información más comprometedora de los contactos que ambas formaciones mantuvieron en verano.

Claro que tienen información comprometedora" para Feijóo, señalan desde la Moncloa. "Pero no la van a decir cuando nosotros queramos. La dirán cuando ellos consideren", añaden

Este lunes, los socialistas apretaron insistentemente por ese flanco. Tanto la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, como la vicesecretaria general del PSOE y vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Jesús Montero, reclamaron a Feijóo la "verdad" de aquellas conversaciones. Le exigieron que dé "explicaciones", que aplique la "transparencia", igual que ellos hicieron, presumen, cuando negociaron con Junts la investidura de Pedro Sánchez, cuando publicitaron los acuerdos. "La primera pregunta que nos tenemos que hacer es: ¿qué más nos está ocultando el PP? ¿Qué más nos esconde?", se preguntó Alegría. La titular de Hacienda añadió más cuestiones para los populares: que diga Feijóo de qué habló con Junts, qué interlocutores eligió, quiénes acudieron a esas citas. En fin, "¿por qué tienen tanto miedo?". Montero recordó la frase lapidaria con la que Puigdemont cerraba su carta a los eurodiputados la semana pasada: "Todo se sabrá", todo sobre la relación de su partido y Génova. Lo que le ha ocurrido al PP, sostuvo, es una "reacción de pánico". Por la tarde, a las críticas de Alegría y Montero se sumó el titular de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños: censuró la "gran impostura" de Feijóo con la amnistía y le reclamó que "pida perdón".

En Ferraz dan por hecho que "hay más" material que los posconvergentes podrían utilizar contra los populares, aunque subrayan que no lo conocen ni tienen detalle. "Claro que tienen información comprometedora" para Feijóo, apuntalan fuentes de la Moncloa. "Pero no la van a decir cuando nosotros queramos. La dirán cuando ellos consideren", agregan.

En estos meses, las conversaciones de los socialistas y Junts han sido constantes. Y también difíciles, por la falta de confianza entre ambos y porque los de Puigdemont reiteran que no son socios del PSOE o de Sánchez. Rius, de hecho, subrayaba este lunes en Barcelona que su formación tiene "las manos libres para pactar" en el Congreso con quien considere, y se guiará por los "intereses de Cataluña y lo que se dice en campaña". "No pactamos en Madrid para estabilizar ningún Gobierno ni para erosionar desde la oposición", aseguró, informa EFE.

"Si tiene papeles, mata a Feijóo"

En el equipo del presidente, remarcan que el PP "solo ha reconocido el 10%" de lo que abordó con Junts en verano. "Solo ha trascendido una parte pequeña de lo que les ofrecieron", inciden. Están convencidos de que los posconvergentes pueden tener armas, aunque no saben si puede tratarse de papeles que pudieron intercambiarse con Génova. También el PSdeG, el que está ahora en primera línea de fuego por la campaña, dicen observar que "hay más munición". "Puigdemont solo tuvo que escribir una carta y decir aquello de todo se sabrá para que se desencadene esta respuesta del PP. Que cada uno saque sus conclusiones. Si Junts tiene papeles, desde luego mata a Feijóo. Pero si no los tiene le puede hacer mucho daño", explica un alto mando de la federación socialista gallega.

En el Ejecutivo creen que Feijóo tiene "imposible salir de este embrollo", ni aunque tuviera mayoría absoluta en Galicia. Y consideran que lo sustancial es que el líder del PP se queda "sin línea de oposición"

"En el PP son como los ciclistas que se vienen abajo en la recta final. Les ha entrado la pájara, como ocurrió en julio, en la campaña de las generales", apunta otro cargo del Ejecutivo que coincide con sus compañeros en que no puede tratarse de un desliz o una torpeza de Feijóo, porque es de dimensiones siderales.

Y es que en la Moncloa creen que Feijóo tiene "imposible salir de este embrollo", "ni siquiera si tuviera mayoría absoluta en Galicia", porque más allá del impacto electoral en los comicios autonómicos del próximo domingo, se ha quedado "sin línea de oposición", ya que toda su estrategia, la de los últimos meses, ha pivotado en torno a la crítica total y absoluta a la amnistía. El giro de Génova supone, para los socialistas, una legitimación de la política de distensión con Cataluña del Gobierno. Así lo interpretó Montero: "La oposición del Partido Popular ha sido tan grave que, estando ellos de acuerdo en el fondo con nuestra política, han optado por una estrategia irresponsable de crispación. Ahora descubrimos que cuando se apagan los focos, el PP reconoce que nuestra política de reencuentro y superación del drama que ellos provocaron en 2017 es acertada". La vicesecretaria general demandó a los conservadores que "pidan perdón" por "haber mentido a los españoles y por haber fomentado la crispación con el único afán de desestabilizar al Gobierno y hacer ruido desde la mentira". Bolaños también destacó que el PP ha perdido su "credibilidad en unas horas" y le reprochó sus "mentiras" tan "gruesas y groseras" vertidas "para crear crispación" y "odio" contra el Ejecutivo, informa EFE.

En Ferraz y en el Gobierno remarcan que el PP no logrará taponar la polémica tan pronto como quiere. Que habrá más capítulos esta semana y que, por tanto, podrá afectar a las urnas. Los socialistas, no obstante, tampoco estarían rentabilizando la campaña por la fuga del voto útil de la izquierda hacia el BNG. Según la última encuesta del CIS, publicada este lunes, el PSdeG tendría entre 9 y 14 escaños —ahora sienta a 14 representantes en el Parlamento autonómico, en el que ya fue el peor resultado histórico—, por los 34-38 del PP, los 24-31 del BNG, los 0-2 de Sumar y los 0-1 de Vox y de Democracia Ourensana. En la cúpula gallega recuerdan que el partido siempre es un motor diésel, que tarda en calentarse y que esta semana será clave. Es pronto para decir si las "confesiones" de Feijóo —el término es de Montero— serán suficientes para imprimir un giro en los resultados.