"El calendario es mortal para Sumar", admiten miembros de la formación magenta tras el descalabro de las autonómicas gallegas y en alusión al ciclo electoral que culmina el 9 de junio con los comicios al Parlamento Europeo. Además, todo apunta a que el lendakari, Íñigo Urkullu, anunciará el próximo lunes vascas para el 21 de abril. El desaliento se ha instalado tanto en Sumar como en los partidos con los que se presentó en las elecciones generales del 23-J, los mismos que intentan marcar ahora distancias con Yolanda Díaz, temerosos, acaso, de que les arrastre a ellos.

Conforme avanzaba la campaña comenzaron a ser conscientes de que el grueso del voto de izquierdas iría a parar al BNG de Ana Pontón. Posiblemente eso explique el modo en que Díaz fue distanciando sus visitas a Galicia en apoyo a la candidata a la Xunta por Sumar, Marta Lois. De hecho, fue la líder nacional que menos pisó esta Comunidad, incluso siendo su territorio y donde inició su andadura política. Pero a pesar de las dificultades, admiten que nunca pensaron que los números "fueran tan, tan, malos". Si mucho se ha bromeado con que Podemos quedó el 18-F por debajo de los animalistas de Pacma, para los magentas ha sido un sapo difícil de tragar haber sido superados por Vox.

Díaz rompió ayer su silencio para hacer autocrítica del resultado gallego, que hasta ahora había limitado a un tuit la noche electoral. Sumar "no ha hecho bien las cosas", dijo ayer a la prensa en el Congreso antes de reunirse con su Grupo parlamentario. "No hemos conseguido lo que interesaba, que era el cambio político en Galicia. Además, en votos absolutos, el PP los incrementó, lo que indica que no hemos hecho bien las cosas colectivamente y los resultados de Sumar Galicia no son buenos".

Para los magentas ha sido un sapo difícil de tragar haber sido superados por Vox

Y todo es susceptible de empeorar. Distintas fuentes consultadas coinciden en analizar que lo del País Vasco pinta también a fracaso porque "va a suceder con EH-Bildu lo mismo que con BNG", esto es, que el voto de izquierda se concentre en torno al partido de liderado por Arnaldo Otegi, quien está en condiciones de doblar el pulso al, hasta ahora, hegemónico PNV. Lo que ocurre es que, a diferencia de Galicia donde ya partían de cero, en Euskadi sí hay un resultado que defender, puesto que Elkarrin Podemos consiguió seis diputados autonómicos vascos hace cuatro años.

Tras el nuevo fracaso en la negociación de una lista de unidad Sumar-Podemos para estos comicios -que tampoco hubiera servido de nada en Galicia- "objetivamente Sumar está en Euskadi por debajo de Galicia", dicen las fuentes consultadas en conversación con El Independiente. Bien es cierto que en el País Vasco sólo se necesita un 3 por ciento del voto para obtener representación y en Galicia es el 5, pero es que no llegó siquiera al 2 (1,9). Ahora van divididos y, además, los magentas presentan una candidata aún más desconocida que Marta Lois, Alba García. A ello se une que la vicepresidenta segunda no tiene arraigo político, personal, ni familiar con esta Comunidad. En definitiva, si entre 2016 y 2020 la izquierda a la izquierda del PSOE pasó de 11 a 6 escaños -llegando a quedar en 2016 por encima incluso de los socialistas- no es descartable que vayan a cero la noche electoral con el tirón de Bildu.

Lo cierto es que, de momento, los sondeos con intención de voto apuntan a que Sumar podría sacar dos escaños y Podemos uno. Pero los antecedentes vuelven a colocar al partido de Yolanda Díaz ante un espejo desfavorable. El CIS de Tezanos llegó a también a aventurar hasta dos asientos gallegos para Díaz, pero en lugar de ir consolidando esa ventaja, la concentración de voto en torno al BNG, les sentenció. Oficialmente apelan a que no dispusieron de tiempo para "para dar a conocer a nuestra candidata y nuestro proyecto", pero tampoco es que se les vea especialmente volcados en las vascas.

La concentración de voto en torno al BNG les sentenció y creen que puede pasar lo mismo con Bildu

Y con estos antecedentes tan poco halagüeños mes y medio después tendrán que afrontar las elecciones europeas. Es verdad que éstas son de ámbito nacional y de circunscripción única para toda España, lo que facilita a Sumar y a sus socios sacar representación, pero algunos aliados como Compromís o Más Madrid no están contentos.

Los valencianos no cierran la puerta a buscar sus propias alianzas, los de Mónica García empiezan a ver a Sumar como un lastre e insisten en su independencia territorial, tal como la ejecutiva de esta formación puso de manifiesto el pasado lunes. Y dentro de IU, organizaciones como la de Madrid acariciaron la idea de ir con sus propias siglas el 9 de junio para impedir que Podemos aparezca como la única opción de izquierdas alternativa.

Unidas Podemos Cambiar Europa consiguió en 2019 seis escaños con 225.8857 votos y un porcentaje del 6,06. Ahora se trabaja sobre la base de obtener unos cuatro en el mejor de los casos, aunque ya el cuarto está en línea de peligro. Si vuelven a repetir la coalición del 23-J hay que buscar un hueco, entre esos primeros nombres de la lista, a los comunes, a Compromís, a IU, a Más Madrid y a la propia Sumar.

Los de Ada Colau han sido los más listos adelantando la persona que les representará en esa candidatura. Se trata del ex diputado y ex portavoz del Grupo Confederal, Jaume Asens, quien tiene, además, muy buena relación con la vicepresidenta segunda. En todo caso no se sabe aún quién encabezará la lista o, al menos, no ha trascendido. Pero si las expectativas van a la baja tras un mal resultado en Galicia y otro en Euskadi, quizá tampoco haya mucha pelea por entrar en la plancha electoral.