A dos días del cierre de campaña en Galicia, la líder de Sumar, Yolanda Díaz, solo ha tenido presencia en cinco actos de campaña [desde el 2 de febrero] junto a Marta Lois, su candidata a la Xunta y exportavoz en el Congreso de los Diputados. Díaz terminará, en todo caso, con ocho actos a sus espaldas, sumándose los evento de hoy en la Facultad de Políticas de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y en Pontevedra por la tarde, y el de mañana, en Santiago, en el Hotel Palacio del Carmen. Una cifra baja para alguien tan vinculado en el territorio y que ha implementado allí la primera estructura autonómica de Sumar. Más teniendo en cuenta que la representación del grupo está en el aire. Cinco días de quince habrá pasado en total Díaz en la comunidad.

Por ahora, la agenda gallega de Díaz se ha centrado en la apertura de campaña el sábado 3 de febrero en Ferrol y dos actos consecutivos entre el 8 y el 9 de febrero en A Coruña y Vigo. A ello se le añade un paseo con Lois en Cangas y una comida con el exconsejero de Economía, Xosé Ramón Fernández en la ciudad vigués. En el plano nacional, esa agenda ha estado copada por los plenos del Congreso de los Diputados la semana pasada, así como un par de reuniones con agentes sindicales o la asistencia a los Goya.

El protagonismo se ha repartido a partes iguales con Íñigo Errejón, su nuevo portavoz parlamentario y mano derecha en la construcción de Sumar, ya prácticamente integrado en la estructura. De hecho, frente a los ocho eventos en los que habrá participado Díaz al término de la campaña, Errejón habrá acompañado a Lois en hasta seis ocasiones, duplicando la presencia de otros representantes políticos como el ministro de Cultura y portavoz nacional de Sumar, Ernest Urtasun. El madrileño participó en tres visitas a Ourense, Narón y A Coruña el martes, otra a Bertamirans el sábado pasado, y con la apertura en Ferrol y el próximo cierre en Santiago como añadido.

Díaz es superada por Santiago Abascal en cuanto a protagonismo en el territorio gallego. La madrugada del viernes, el dirigente de Vox habrá tenido nueve intervenciones totales; dos de ellas, de manera particular sin el candidato presente: el sábado 3 de febrero en el mercado de Ribeira, junto a pescadores, y el día 11 en la Feria de Carballo. Le supera la gallega en cuanto a presencia conjunta con sus candidatos, por un acto. Álvaro Díaz-Mella, en el caso de Vox. Sobre la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo del Gobierno pesa la losa de un cierto rechazo por su marcha a Madrid entre la izquierda gallega tras pasar por AGE junto a Xosé Manuel Beiras. Hay quien la considera que traicionó a la tierra por un puesto en la bancada morada del Congreso de los Diputados. En julio de 2023, en solitario, logro algo menos de 178.700 votos, del cuál mucho transitará al BNG.

Díaz y Abascal, a por el voto urbano

Como Díaz, la presencia de Abascal se ha limitado en casi su totalidad a zonas muy urbanas; las grandes ciudades donde se disputa un importante grueso de votos. Entre 60.000 y 80.000 papeletas en Pontevedra, Ourense, Lugo y Santiago de Compostela independientemente, sumadas a más de 120.000 en A Coruña, y 238.000 en Vigo, la ciudad más poblada de Galicia. Vox desdibujado en esta contienda por no poder calar frente al PP en las zonas rurales, se lanza a intentar conseguir el voto urbano más afín a sus ideas con el objetivo de entrar por A Coruña o Pontevedra con un parlamentario.

El protagonismo del de Amurrio se enmarca en un intento de nacionalizar en lo posible la campaña para beneficiar a Vox frente al PP, sobre todo en esta recta final al calor del resbalón de Alberto Núñez Feijóo respecto a la amnistía y a un posible indulto a Carles Puigdemont si se dieran las condiciones favorables. Unas palabras trasladadas por el PP en un encuentro con 16 periodistas, en el que estuvo El Independiente, y que ahora la formación intenta enmendar públicamente.

El intento de Sumar en el 'cinturón atlántico' se antoja más complejo que en el caso de Vox. Y es que, ese espacio de izquierdas potencial a adherir, pese a ir en masa por utilidad al BNG, es potencial a volver. En esas grandes capitales se aglutina el voto más joven, ecologista, industrial y obrero que puede sentirse identificado con las propuestas magentas. Es más, en dichas circunscripciones es donde Podemos y las mareas municipalistas, de las que quedan las cenizas, sacaron mayor apoyo hace nueve años.

Feijóo acumula más kilómetros

Feijóo es quien más kilómetros acumula a sus espaldas. Con el vínculo con la región siempre latente, y con la fijación de que Alfonso Rueda preserve la mayoría absoluta a la que ha dado forma durante cuatro legislaturas, el dirigente del PP se ha implicado a conciencia en la carrera electoral. Porque su partido es el que más se la juega. Eso sí, ha dejado autonomía al presidente en funciones de la Xunta y apostando por una campaña más nacionalizada, individualizada y rural. El reto se antoja algo complicado, dada la presión del grueso de las encuestas, que estiman que, pese a la presión del BNG de Ana Pontón, Rueda salvará los muebles con una mayoría mínima de 38-39 parlamentarios.

La previsión de Génova, de unos cuarenta eventos entre mítines, comidas y paseos electorales, se ha materializado, por el momento, con casi una veintena de comparecencias con la militancia. Solo en la Plaza de Toros de Pontevedra ha sido protagonista de un 'gran escaparate'. El resto, cuestionamiento de las políticas del Gobierno central o del nacionalismo desde localidades de entre 5.000 a 20.000 habitantes como Ortigueira, Lalín o Outeiro de Rei. Con la excepción de Piedrafita do Cebreiro, con algo más de 900 y donde Feijóo dio el pistoletazo electoral. Pese a todo, la individualidad otorgada a Rueda, como la tuvo él durante la etapa de Rajoy y Casado al mando nacional, hace que, en controversia, Rueda sea el candidato menos respaldado in situ por su líder nacional: finalizará la campaña con tres ocasiones, siendo el cierre en A Coruña mañana.

Sánchez, solo en grandes feudos

En el polo opuesto en esta campaña, en cuanto a protagonismo, se encuentra el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, cuyo futuro no pende tanto del hilo de Galicia como sí puede depender el de Feijóo. Ferraz es consciente de que la segunda plaza electoral es complicada y solo juega para salvar los escaños con los que contó en 2020 [o al menos aproximarse], y conseguir un objetivo 'superior', que no es otro que lograr la vicepresidencia de la Xunta para José Ramón Gómez Besteiro con Pontón como presidenta. Un nuevo gobierno de coalición a la inversa del único de izquierdas electo en las urnas de Emilio Pérez Touriño [Fernando González Laxe fue presidente tras una moción de censura a Fernando González Albor, de la UCD, en 1987].

En concreto, Sánchez terminará la campaña habiendo participado en cuatro actos, volcándose al final. El inaugural de Ourense el 3 de febrero, el de Vigo el día 10, hoy en A Coruña y mañana con el cierre en Santiago de Compostela. Los socialistas buscan canalizar el apoyo municipal de bastiones como Vigo, con Abel Caballero, para lograr un plus de apoyo. Al margen del menor riesgo en juego en comparación del PPdeG, el presidente del Gobierno ha compaginado sus compromisos de agenda nacionales con la campaña autonómica. A un viaje en la previa a Bruselas para la reunión del Consejo Europeo le ha seguido una reunión con la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay; otra con familiares de los israelís secuestrados por Hamas en Gaza o un viaje a Mauritania con Ursula von der Leyen.