No sólo son las elecciones gallegas del próximo domingo. El coro de voces de los partidos del Gobierno contra el PP, en general, y Alberto Núñez Feijóo, en particular, acusándole de mentir y de ocultar supuestos pactos secretos con Junts y ERC "no es más que una estrategia para ir preparando el terreno de nuevas cesiones a Puigdemont", dice un veterano dirigente popular que ha transitado por distintos periodos del partido y ahora cierra filas sin ambages con su jefe de filas.

Lo cierto es que las sospechas de puesta en marcha del "ventilador" que llevan albergando desde el pasado lunes los populares, tomaron carta de naturaleza ayer tras conocerse que el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y el secretario general de Junts, Jordi Turull, han venido trabajando, secretamente, para desbloquear la ley de Amnistía, lo que apunta a más modificaciones en el texto para blindar a Puigdemont a cambio de sostener la legislatura de Pedro Sánchez.

La comisión de Justicia del Congreso tiene hasta el miércoles 21 para aprobar un nuevo dictamen, apenas tres días después de las elecciones gallegas, pero ni Gobierno ni Junts han revelado lo que están negociando más allá de la afirmación taxativa del ministro de la presidencia, Félix Bolaños, convencido de que "habrá un acuerdo y habrá ley de amnistía. Y no tengo ninguna duda porque compartimos el objetivo. El objetivo es que seamos capaces de aprobar una ley que cubra a todas las personas que estuvieron involucradas en el proceso independentista", dijo ayer a Rac1.

Por ello, la publicación el pasado sábado de que el PP no se cerraba a un hipotético indulto del prófugo de la Justicia que, aseguran los populares, nunca se ofreció, ni nunca se pidió, y siempre bajo unas condiciones que suponían una rendición total del líder de Junts, si bien provocaron una enorme tormenta política interna, también ha sido aprovechada por PSOE, Sumar y BNG en una doble estrategia. Por un lado, para intentar minar la posibilidades del PP gallego de alcanzar una quinta mayoría absoluta consecutiva y, por otro, justificar nuevas modificaciones al texto de la amnistía todavía más a medida de las hechuras de Puigdemont.

"Lo que ha venido haciendo el Gobierno estos días es preparar el terreno", dicen en el PP

"Las cesiones del Gobierno pueden ser infinitas, a la carta. Los de Junts son insaciables por lo que nos podemos esperar lo peor", dice un destacado diputado. Otra fuente popular insiste tajante en que "lo que han venido haciendo estos días es preparar el terreno. Puigdemont sabe, porque su abogado, Gonzalo Boye, no es tonto, que con el actual redactado de la ley su cliente no se libra de que pueda ser imputado por terrorismo o por traición", de ahí que el Gobierno esté, otra vez, dando una nueva vuelta de tuerca a un texto que ha declarado varias veces intocable.

El discurso de Moncloa pasa por "alegar que nosotros le hubiéramos dado a Puigdemont la ley de impunidad de haber tenido posibilidad de sumar con él los votos para la investidura de Feijóo. A ese mensaje llevan aferrados desde el lunes". A ese y al de los contactos secretos con ERC de finales del mes de agosto pasado, justo cuando Génova hizo pública su intención de reunirse con todos los Grupos de la Cámara, salvo Bildu.

Este martes se conoció que el diputado popular Carlos Floriano y su homóloga de ERC Teresa Jordá tuvieron un breve intercambio de pareceres respecto al sentido del voto de los republicanos independentistas. Lo que ha trascendido de esa conversación es que Floriano le pidió que dejaran gobernar a la lista más votada. ERC desechó la posibilidad y parece que ahí quedó todo.

Génova alega que fue un comentario "informal y coloquial, sin más" y que el diputado extremeño "no recibió encomienda alguna para plantear nada". Pero los socialistas acusan a Feijóo de "mentiroso", de estar poco menos que deseando indultar al líder de Junts y de haber ofrecido a los secesionistas contrapartidas inconfesables que exigen sean reveladas.

El Ejecutivo "traga para seguir estando en el poder"

cuca gamarra

La "número dos" popular se refirió a las informaciones que dan por seguro un acuerdo entre Moncloa y Junts sobre la amnistía, afirmando que "siguen sobre la hoja de ruta prevista por un Gobierno que no tiene principios. Y la única duda que teníamos era si Junts cedía o el Gobierno tragaba. Y está claro que el Gobierno traga para seguir estando en el poder". En definitiva, agregó, el Ejecutivo "no tiene principios y va a seguir avanzando para amnistiar a todos aquellos que tengan que amnistiar y garantizarse los siete votos" de Junts. "Ahora se entiende todo de por qué se ha puesto el ventilador para que parezca que todos somos iguales. Pero no todos somos iguales. Ellos están en el Gobierno porque no tienen principios y nosotros no lo estamos porque sí que los tenemos".