A mediados de mes, el BNG y Anova-Irmandande Nacionalista materializaban la unidad del nacionalismo gallego de izquierdas de cara a las elecciones gallegas, doce años después de la fractura del espacio por desavenencias de intereses. Ana Pontón, líder del Bloque, y Martiño Noriega, homólogo en Anova, sentados uno al lado del otro, con figuras clásicas de la corriente como Xosé Manuel Beiras de fondo, rubricaban su compromiso sobre el papel y lo lucían orgullosos en Santiago de Compostela. Tendían puentes en un momento clave para la izquierda en Galicia, defendiendo siglas propias con todo, en el que puede producirse un vuelco electoral que desbanque al PPdeG del poder tras cuatro mandatos consecutivos. Las encuestas, de momento, dan a Alfonso Rueda la victoria y la mayoría por la mínima, pero los márgenes de error, de entre dos y tres puntos, dan esperanzas a nacionalistas, socialistas y magentas de poder repetir el tripartito de Emilio Pérez Touriño.

El acercamiento de Noriega al Bloque viene tras entenderse la necesidad de entablar puentes con los ex de Beiras, pero también después de un rechazo a Sumar y a su dirigente, Yolanda Díaz la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo. Una negativa que le ha cerrado un caladero de voto a los izquierdistas de cara a los comicios y que ha limitado, en su tierra, el número de socios de Díaz a solo Esquerda Unida-IU. "Ya Díaz intentó sondearlo, pero no pudo convencerle para ser su candidato", recuerdan fuentes cercanas al BNG. Entre los motivos, apuntan a que desde Anova se consideraría erróneo la entrada de una nueva candidatura que divida más el tablero. Ya publicitado ese rechazo por varios medios a finales de diciembre, con la presentación oficial de Sumar en A Coruña, la posterior colaboración de Noriega con el Bloque sitúa la candidatura de Pontón en el plano de percepción de que es la única con opciones de dar competencia al margen del PSdeG.

Días antes de la firma del pacto colaborativo, Noriega entró a engrosar las filas de asesores, por su experiencia de gestión, que buscan aupar a Pontón a la Presidencia de la Xunta, aunque se ha hecho sin publicitación alguna y al margen del Consejo Asesor promocionado por el BNG. Se busca dar apoyo en lo que a contenido político se refiere, caso de propuestas, entre otros, en el ámbito sanitario de atención primaria. Oficialmente, ese equipo asesor está integrado por una veintena de perfiles profesionales y con experiencia con el que los nacionalistas quiere llegar a la campaña electoral con un programa fuerte. Los objetivos, descritos por la propia cabeza de cartel, serían implementar la apuesta política por la innovación, la transformación tecnológica e industrial, el sector productivo, el modelo energético o el cambio climático. Entre los retos del Bloque está desligarse de una percepción de "ecologismo urbano", algo que está haciendo que se vuelquen en la crisis de los pellets. Esto, no dejando de lado los marcos de confrontación con el PPdeG, como el sanitario.

Beiras y sus afines en Anova consideran que Díaz traicionó a su tierra y utilizó la corriente galleguista para hacer carrera en Madrid"

El rechazo de Anova a pactar con Sumar una coalición, y de Noriega a encabezar la marca, dan cuenta de que la izquierda nacionalista no ve utilidad en la izquierda federal tras años explorando alianzas estratégicas como la de En Marea, que sí tuvo éxito en 2016, situándose como alternativa a los populares, pero se desplomó después de arrastrar problemas internos. Dentro del espacio nacionalista, además, hay desconfianza en Díaz, desde que en la legislatura de 2012-2016 salió de la confluencia Alternativa Galega de Esquerda (AEG) -la coalición de Anova y Esquerda Unida- para irse a Madrid con Podemos.

Hay sentimientos de traición a la tierra por lanzarse al Congreso de los Diputados de la mano de Pablo Iglesias, quien por entonces venía de asesorar a AEG. Ahora, la ruptura con los morados es patente, cuyas bases han repudiado un preacuerdo electoral ya imposible. En septiembre de 2022, en una entrevista para La Voz de Galicia, el propio Beiras dio cuenta de la decepción que Díaz generó al espacio: "Utilizó En Marea para hacer carrera en Madrid".

El rechazo de Noriega llevó a Sumar a elegir a su presidenta y portavoz parlamentaria en el Congreso, Marta Lois, como opción de emergencia. Ella insistió en la necesidad de que su excompañero liderara la lista por A Coruña para dar opciones al movimiento por su reconocimiento. Un perfil que conecta directamente con el portavoz de Anova. Lois se inició en política de su mano, integrada en la lista Marea Compostelana (CA) hace nueve años para las locales de Santiago de Compostela. Con Noriega como alcalde, Lois asumió la concejalía de Igualdad, Desarrollo Económico y Turismo. Después suplió a Noriega como portavoz de la confluencia local, siendo su única experiencia política antes de aterrizar en la Cámara Baja.

Táboas, sondeo previo a Noriega

La regulación del uso y el alquiler de las viviendas turísticas fue una de las principales materias a la que se dedicó Lois en el municipio. Un nexo que une a la candidata con otra figura sondeada por Díaz en torno a septiembre: la exconsejera de Vivienda y Suelo del tripartito de Touriño, como cuota del BNG, Teresa Táboas. Antes que Noriega, la líder de Sumar apostó por atraerla al proyecto como primera opción, pero, igualmente, ella lo rechazó. Ello, en un aperturismo de Sumar a personalidades venidas de múltiples corrientes de la izquierda gallega, caso de Juan Díaz Villoslada (PSdeG), Gloria Alonso (Podemos) y Manuel Barreiro (BNG). Se buscaba un perfil profesionalizado, con experiencia en el alto escalafón de la administración y femenino.

A diferencia de Noriega, Táboas sí integra públicamente ese Consejo Asesor de Pontón. El entorno de Sumar le hizo una propuesta fallida como posible candidata de consenso entre Esquerda Unida-IU y Podemos Galicia. Arquitecta de profesión e hija de emigrantes orensanos nacida en Ciudad de México en 1961, actualmente pertenece a varios organismos profesionales y ejerce como vicepresidenta de la Unión Internacional de Arquitectura. Su gestión desde la Xunta la protagonizó su legislación contra el abuso inmobiliario en plena burbuja del ladrillo. Ante los rumores publicados antes de la presentación de Sumar Galicia, la propia Táboas negó ese sondeo. Pero fuentes del Bloque lo confirman a este medio.

Las encuestas publicadas sitúan al BNG como única opción de la izquierda alternativa al margen de los socialistas, con Sumar ronzando un escaño único sin garantías de que sea para Lois. Aunque hay variaciones que dan a los magentas de cero a dos cargos. Los nacionalistas gallegos implementaría un punto y medio su respaldo en comparación con las elecciones de 2020, podrían sumar, de sus 19 escaños logrados entonces, hasta 21-22 parlamentarios. Ese asesoramiento y el clima que adquiera la campaña electoral con la crisis de los pellets de fondo, será fundamental para que se produzca el vuelco político. De momento, el PP sigue salvaguardando la absoluta.