Los populares gallegos siguen confiando en revalidar el próximo 18 de febrero la mayoría absoluta que hasta en cuatro ocasiones consiguió Alberto Núñez Feijóo, pero no se engañan respecto a la posibilidad de emular los 42 escaños que obtuvo en julio de 2020, nada menos que cuatro por encima de esa tan anhelada mayoría absoluta. Los sondeos internos que maneja el partido regional les da entre 39 y 40 escaños, un resultado de sobra suficiente para cerrar la puerta a un gobierno presidido por el BNG con el apoyo del PSdG, según ha podido saber El Independiente, pero tirando a la baja con respecto a hace cuatro años.

Lo cierto es que la candidata nacionalista, Ana Pontón, está muy reforzada y en ascenso, frente al socialista José Ramón Gómez Besteiro, al que esos mismos sondeos populares rebajan a los 13 escaños, incluso uno menos de los que tiene ahora. La gran incógnita es Sumar, que entra y sale del Parlamento gallego según los días, lo que significa que está muy lejos de consolidar su entrada en la Cámara autonómica y ser determinante para sacar al PP del ejecutivo autonómico.

La crisis de los pallets "ha servido para que el partido no se duerma y lo dé todo por ganado"

El pasado domingo Rueda se rodeó del resto de los presidentes autonómicos del PP para hacer una demostración de fuerza del poder territorial de los populares. "El gran riesgo que corre el partido en la región es confiarse", admiten fuentes de Génova que creen, no obstante, exorcizado el riesgo de que la crisis de los pallets les pase factura bajo el argumento de que "la gente no es tonta y no se va a dejar manipular por eso".

Sin embargo, los pallets, con no ser ni de lejos la catástrofe del Prestige, sí ha servido, a juicio de uno de los barones que acudió a la cumbre del domingo, "para que el partido no se duerma y lo dé todo por ganado. La Xunta y los alcaldes de las playas afectadas se han puesto las pilas", aduce ante el riesgo que corren siempre los partidos que parten de una situación de ventaja y los sondeos le son favorables.

Es el caso de los populares gallegos. Tienen un cierto margen de descenso pues están cuatro escaños por encima de la mayoría absoluta, por lo que hasta la pérdida de un diputado por provincia podría ser un riesgo asimilable, pero no desean coquetear siquiera con esa posibilidad. Por ejemplo, Orense está en zona de peligro. Es junto con Lugo las dos provincias sobrerrepresentadas en escaños en relación a su población y la presentación de fuerzas políticas como Democracia Ourensana, liderada por el alcalde de la capital de provincia, Gonzalo Pérez Jácome, no ayuda a las aspiraciones populares.

Además, Vox vuelve a ser una china en el zapato. Su única representación en toda Galicia es un concejal por la localidad orensana de Avión, pero contribuye a quitar opciones al PP. Núñez Feijóo se refirió ayer al partido de Santiago Abascal al afirmar, en una entrevista en EsRadio, que "cualquier voto a favor de Vox es un voto para que gobierne el independentismo en Galicia". "Si lo que pretendes es finalizar con el sanchismo y el independentismo no tiene sentido presentarte en una circunscripción en la que sabes que tus votos pueden mantenerlo", agregó el presidente nacional del PP. En definitiva "no tiene sentido que Vox se presente en Galicia porque puede perjudicar una mayoría absoluta del PP".

Llamada a rebato en Orense

La dirección nacional ha decidido reunir en Orense el próximo fin de semana su 26 Interparlamentaria, con clausura de Feijóo. Un despliegue de diputados, senadores y miembros de Asambleas autonómicas destinado a dar una imagen de fortaleza de partido y de apuesta segura "frente a otros experimentos populistas como el de Jácome" o "fallidos" como el de Vox. También los socialistas se reúnen en Galicia, ellos en La Coruña, donde más allá de los discursos políticos, abordarán cambios en su dirección federal con la entrada a la misma de los ministros Óscar Puente, Ana Redondo, Jordi Hereu y Elma Sáiz. Además, ha elegido a la diputada Esther Peña para la portavocía del partido en sustitución de Pilar Alegría.

Tanto en Génova como en el PP gallego se muestran confiados en que el caso de los pellets vaya perdiendo fuelle. De hecho, ya ha salido del foco mediático -al menos del nacional- aunque todo depende de cómo evolucione la crisis y arranque formalmente la campaña el próximo 3 de febrero. El escenario gallego fue objeto de debate y de análisis el pasado fin de semana en el retiro de Toledo de Núñez Feijóo con su comité de dirección. No quieren caer en complacencias, "no fiarse", tras la experiencia del 23-J.

Génova, dominada por el clan gallego, se va a volcar con tres caravanas electorales, la del candidato, la del presidente del PP y la de Mariano Rajoy, cuya posible comparecencia en la comisión de investigación parlamentaria sobre la llamada "Operación Cataluña", de producirse, no será hasta dentro de muchos meses. En el cuartel general de los populares arguyen que estarán "a lo que nos diga Galicia. Son ellos quienes los que se tienen que organizar".