Frente al cómputo de sondeos electorales que brindan nuevamente la primera plaza y la mayoría absoluta al PP de Galicia el 18 de febrero, la izquierda ve en la crisis medioambiental del vertido de pellet de plástico en las costas un marco de oportunidad para conseguir una movilización extra que dé la puntilla a cuatro gobiernos consecutivos de los populares. Especialmente lo advierten en Sumar y Podemos que, a diferencia del resto de candidaturas, han iniciado los trámites para llevar a los tribunales a la Xunta por esta cuestión. Por su parte, el BNG se ha centrado en pedir la comparecencia de la vicepresidenta tercera y responsable en la materia, Teresa Ribera, en el Congreso, y una máxima cooperación del Gobierno con el Ejecutivo gallego para coordinar la limpieza. También ha pedido junto a Sumar e IU que la Comisión Europea se pronuncie. Mientras, el PSOE presiona a Alfonso Rueda y su gabinete con una campaña mediática que evoca el impacto de la tragedia del Prestige.

Fuentes políticas del espacio progresista gallego dan fe a El Independiente de que la catástrofe movilizará a la izquierda para los comicios. Niegan, no obstante, que se alegren de que haya sucedido, como ha afirmado el líder de Vox, Santiago Abascal, esta misma semana. Los ultraconservadores tiene complicado prosperar allí, más con un candidato con marcado perfil bajo. A juicio de esas fuentes mencionadas, a diferencia de las elecciones generales de las que venimos, en las autonómicas la movilización de la izquierda es más baja [entre siete y diez puntos, según reflejan las últimas convocatorias desde 2009]. Y "hay mucha gente preocupada" que presenció o conoce el impacto del Prestige que está "yendo a las playas a limpiar". Entre ellas se mencionas colectivos y asociaciones de corte progresista.

Ello lo contemplan actores como Sumar. Aunque matizan: "No se puede hacer una comparación en términos de magnitud. Pero sí en lo que respecta a la gestión". "Rueda quiso focalizar las elecciones como un mero trámite para continuar y esto va a incentivar el voto". Los magentas barren para casa. Aunque esa es la lógica que están siguiendo todos los partidos. Así lo recalca en conversaciones con este diario el politólogo Jordi Sarrión quien apunta que "lo usa también el PP para atacar al Gobierno y al revés". Vox lo ha hecho ya en ese sentido, registrando una serie de iniciativas en el Congreso para exigir explicaciones a Moncloa, entre las que está la comparecencia del ministro de Transportes y Movilidad, Óscar Puente.

Abierto este debate, y preguntado por qué partido podría capitalizar más la movilización hipotética de la izquierda que prevén desde Sumar con sus socios, a Podemos y en el propio BNG, Sarrión sitúa primero el escenario del que partimos: "En Galicia hay una sensibilidad de la tierra, de cuidar el patrimonio, que se alinea con el nacionalismo o el galleguismo predominante en la región. Incluso atraviesa al PP" a diferencia de otros enclaves. Una vez dicho esto, apunta a que la organización mejor situada para aprovechar una participación elevada del voto de izquierdas es el BNG. Por el activismo aliado [gente que ha sondeado Sumar para incorporarla para los comicios ha rechazado la marca comprometiendo su apoyo al Bloque, según ha podido saber este periódico] que lo respalda en redes, "que tuitean en gallego"; por "apego al territorio" con una competencia muy cercana al PSdeG en competencia de alcaldías ostentadas.

La implantación y el sentimiento territorial da más opciones al BNG de capitalizar una mayor movilización de la izquierda con el objetivo de tumbar al PP"

Precisamente esa implantación le permite ser más visible en Galicia en torno a la problemática de las bolitas de plástico ya esparcidas por Asturias y recién llegadas por mar a País Vasco. La falta de presencia de Sumar y Podemos y el trasvase de capas de votantes durante estos años a los nacionalistas, para Sarrión, marca la diferencia. Añade que es complicado que los socialistas capten voto nuevo porque causan "cierto rechazo" al contrario de las generales donde mucha gente que votará BNG sí apuesta por la utilidad del sufragio. Hay dualidad a la hora de ejercerlo.

Ante ello, remarca el politólogo, "Sumar está haciendo un esfuerzo importante". Por ejemplo, Yolanda Díaz e Íñigo Errejón, que se perfila como sucesor en la portavocía del Congreso de los Diputados, se implicarán en la campaña electoral. Estarán presentes en un acto de partido hoy en Vigo a las 19:00 horas. Y aunque el dominio del Bloque es claro, "si lo hacen bien pueden atraer a parte de esos movilizados". Ahora la mayoría de sondeos, salvo Sondaxe para La Voz de Galicia con un escaño para Marta Lois, no da opciones a nadie salvo a socialistas y al BNG. Con entre 13-15 y 19-22 representantes en el Parlamento estimados respectivamente.

¿De qué va a depender que aumenten las posibilidades de Sumar y el PSdeG? Para Sarrión de la capacidad de elevar la presencia y ganar el relato al PP sobre la crisis del pellet. Pese a todo, éste mantiene que la fortaleza del Bloque es clara. Es más, el perfil ecologista de Ana Pontón, la candidata que ha rejuvenecido estos años al partido, se potencia con estos debates. De hecho le permite derribar uno de los mantras contra el BNG: que ejerce un discurso de ecologismo de ciudad. Frente a cuestiones dominantes como el desempleo, la crisis de las bolitas de plástico permite dar consistencia ante el elector de esa bandera de defensa medioambiental, apunta.

El BNG marca posición

Consultadas por ello, desde el Bloque respaldan las perspectivas expuestas anteriormente. Hacen gala de un asentamiento físico y social, y de tener un liderazgo reconocido y valorado que apremia más en lo regional que en lo estatal, donde se apuesta simplemente por la formación. Es más invitan a concentrar el sufragio en torno a sus siglas frente a estudios que apuntan a una movilización del 60%. Del 63-64% fue en las convocatorias de 2009, 2012 y 2016. Bajó excepcionalmente en la pasada, de 2020, al 48,97% a consecuencia de la crisis del coronavirus. Incluso en la votación que dio a luz al último tripartito de izquierda, la participación fue de seis de cada diez electores. De ahí que perciban que un plus de movilización permitiría dar un vuelco y quitar "los últimos escaños al PP" ante unas encuestas que le dan una mayoría ajustada con márgenes de error de hasta cinco puntos. Pero también miran a Sumar: en aquellas donde obtiene un escaño, no hay nada garantizado.

Hay territorios donde la división del voto de la derecha puede privilegiarles, admiten, caso de Ourense, que reparte 14 escaños y donde el BNG solo contaba hasta la disolución parlamentaria con tres. Donde hay un muy ligero trasvase a Vox y más profundamente a Democracia Ourensana (D.O.) -la plataforma localista del alcalde Gonzalo Pérez Jácome. Pero hay "riesgo", dado que aunque aparentemente pacta con los populares, puede alcanzar un estadio de transversalidad que también robe protagonismo a la izquierda en la provincia.

Uno de los análisis que hacen desde el BNG respecto al problema del vertido de plástico es que no deja de ser "uno más" provocado por "los bandazos de una Xunta sin proyecto". Destacan "el colapso sanitario" y el bloqueo de apostar por las propuestas de solución de la oposición. Consideran que la repercusión que pueden tener morados y magentas respecto al pellet es a nivel nacional por la cobertura de las televisiones y que de manera imprevisible, el marco de la campaña puede cambiar. "Rueda y el PP controlan los medios [por financiación]", comentan esas fuentes del Bloque. Recalcando que han sido los "promotores" principales de la oposición a la Xunta en esta cuestión, por sus palabras sugieren que, ante un giro del debate a otro ámbito, como ocurrió en las municipales y autonómicas con las listas de EH Bildu sobre las propuestas sociales, Sumar y Podemos quedarían desarmados en el debate regional.

Al PP le preocupa la mayoría absoluta

Esta semana Rueda protagonizaba en Madrid un desayuno informativo en el que le parecía un "auténtico disparate" la comparativa del asunto del pellet con la del hundimiento del petrolero allá por 2002. Pero según ha informado El País, en el entorno del presidente gallego estaría preocupado porque aquel suceso dejó una alta concienciación en la sociedad gallega con el cuidado costero. Más cuando un grueso importante de la población se dedica a la pesca y su comercialización. Y una movilización progresista no interesa. Para los populares, y según relata esta información, el poder de la imagen y el relato será determinante.

En consultas propias a Génova, en cambio, no convalidan esta información y determinan que los partidos del Gobierno y sus socios buscan "intoxicar" y "utilizar políticamente" los hechos. En esos términos se expresó desde la sede nacional Alberto Núñez Feijóo el martes, durante la Ejecutiva del partido. A las filas nacionales, no obstante, no les preocupa la victoria, que dan por descontada, sino no lograr la absoluta y prolongar por quinta vez el mandato, esta vez sin Feijóo como cabeza de cartel.