La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha defendido la adjudicación que desde su departamento se hizo el pasado 6 de marzo a la compañía Comercial Cueto 92, propiedad de Juan Carlos Cueto y señalada por la Guardia Civil en el entramado de las comisiones por material sanitario del caso Koldo.

El Independiente publicó en primicia la adjudicación de este contrato. Defensa buscaba la "adquisición de repuestos para el mantenimiento y reparación" de vehículos. El destino final es el Cuartel General del Ejército del Aire y el contrato tiene una duración de 15 días. La empresa de Cueto, Comercial Cueto 92, se embolsará 14.377,37 euros, por debajo del límite legal para sacar la contratación a concurso público, aunque la documentación señala que se recibieron tres ofertas.

Preguntada en los pasillos del Congreso, Robles ha subrayado este miércoles que en su Departamento "todo se hace con arreglo a la legalidad". "Si hay empresas que están en el tráfico mercantil, que cumplen los requisitos y cumplen la ley, nosotros no somos quiénes para excluirlos en un procedimiento contractual con arreglo a derecho", ha respondido Robles en los pasillos del Congreso. La ministra ha pedido no olvidar un principio fundamental, que es la presunción de inocencia. "No puede haber aquí una especie de inquisición, de que todo el mundo es culpable", ha lamentado.

Contratos millonarios

En los últimos cinco años, esta empresa que es el centro del grupo empresarial de Juan Carlos Cueto, ha recibido hasta 47 contratos por más de 1,5 millones de euros, todos con Defensa. Antes de 2019, tuvo contratos tanto con el Departamento de Margarita Robles como también con la Guardia Civil. De la Benemérita se llevó un contrato por 1,2 millones.

La mayoría de esos contratos, como el reciente con el Ejército del Aire, tienen que ver con el suministro de recambios y repuestos de vehículos. Fuentes conocedoras de la carrera empresarial de Cueto, han explicado a este periódico que sus inicios están ligados a la zona de Pinto, en Madrid, donde hay varios desguaces que nutren de material a tanto a empresas españolas como a estados extranjeros.

Es ahí donde arranca la carrera en el mundo de las armas de Cueto y que años más tardes le llevaría a la Audiencia Nacional, antes del reciente caso Koldo. Aquello se bautizó el caso Defex, en el que se investiga el cobro de comisiones por la venta de armamento a Angola, país africano donde el empresario mantuvo relaciones comerciales con su Gobierno.

"Que les quede muy claro, que el Ministerio de Defensa actúa siempre con arreglo a la ley y cree y creerá siempre, algo que deberíamos hacer todos, en el principio de presunción de inocencia", ha zanjado Robles.