El objetivo primordial de Ciudadanos es resistir electoralmente y evitar un declive similar al de UPyD, al que la formación parece abocado. Y el PP se lo recuerda indicando que la única alternativa a ello es compartir espacio, tanto para las elecciones al Parlamento Europeo de junio como para las recién convocadas en Cataluña para mayo. Bajo las siglas populares.

Aunque de cara a las europeas los naranjas lo ven entendible y están predispuestos a aceptar integrarse en sus listas, o al menos así lo anticipan con ese horizonte lejano, el espacio catalán, el originario de la formación, busca materializar una coalición como la que no terminó de prosperar antaño. Y esa diferencia de posiciones, por el momento, dificultan el acuerdo catalán. Más con el PP haciendo gala de su objetivo final: firmar el finiquito de los liberales.

"Solo contemplamos la coalición, porque otra cosa no es negociar, es una imposición". Así lo trasladan fuentes catalanas del partido naranja, en conversaciones con El Independiente. Frente al abismo electoral que dibuja el PP para su marca, en Ciudadanos reivindican que el tiempo les ha dado la razón y que "nosotros tenemos seis y ellos tres diputados". Un escenario irreal, en todo caso para Génova, para quien esa foto representa un tiempo ya pasado.

"No queremos criticar al PP, pero ir con su marca sería un fracaso", entienden, porque una "fórmula así no funciona" en el territorio. Se recuerda la incorporación de Lorena Roldán, que no supuso un revulsivo. Lo ideal para el partido que lidera Carlos Carrizosa, comentan internamente, es que se establezca un "frente amplio con participación de la sociedad civil" y que se presente con "otro nombre". "Eso sí funcionaría porque sería una alternativa real de Gobierno", predicen. Fuentes del PP catalán descartan completamente esa idea. Hay que destacar, que desde las últimas catalanas de 2021, y tras el desembarco en Madrid de Alberto Núñez Feijóo, la estrategia que se ha querido desplegar es distinta a la de Pablo Casado, centrada en un catalanismo cordial y que resulte atractivo a ciudadanos y burguesía cansada del procés pero procedente del ámbito moderado de CiU.

En todo caso, desde Ciudadanos Cataluña invitan a esperar al desenlace de las negociaciones, las cuales sólo se están desarrollando a nivel nacional por el momento. "No hay conversaciones" entre aparatos autonómicos, aclaran dichas fuentes, que pese a todo, ven mayor predisposición que en otras ocasiones. Los naranjas recuerdan que, anteriormente, propusieron un pacto a tres junto al PSC y PP que fue rechazado. Ahora podríamos estar gobernando", se atreven a apuntar.

Ciudadanos quiere un frente amplio que supere su marca y la del PP, y que incluya a la sociedad civil como alternativa al independentismo"

En principio, el ámbito de interacción es el establecido entre el secretario general, Adrián Vázquez, fontanero de la formación y europarlamentario, con su homóloga en Génova, Cuca Gamarra. También entraría el coordinador nacional naranja, Carlos Pérez-Nievas. A nivel continental, para los comicios de junio, entraría en ese diálogo Esteban González Pons, diputado en el Congreso y vicesecretario de Acción Institucional, quien conoce bien a Vázquez por su interacción previa en Bruselas y Estrasburgo. Desde Madrid, la cúpula de Ciudadanos se ha blindado hasta nuevo aviso y difícilmente amplían lo expuesto este jueves vía comunicado, en la que se comprometen a buscar ampliar espacios para que "se abra una nueva etapa en Cataluña".

No se muestran tan tajantes, en cambio, a la hora de descartar un acuerdo que no pase por una nueva marca expresa para las elecciones como desde Cataluña comentan a este diario. "Estamos en la línea de encontrar cuál es la forma de colaboración". "Por nosotros no será", aseguran.

Cataluña puede afectar a las europeas

En Cataluña se comprometen a acatar el mandato que venga desde la sede nacional tras las negociaciones, que se conocerá pronto, dado el ajustado calendario electoral y que antes del 22 de marzo se deben conocer las candidaturas que vayan en coalición. Sin embargo, allí esperan que si el PP no asume una coalición, Vázquez no ceda.

Si decide resignarse a una integración de listas como piden los de Feijóo, advierten las fuentes consultadas, podría producirse el segundo cisma de su mandato, después de la sacudida que dejó la oposición de la corriente de Edmundo Bal y los suyos, y la expulsión de ese sector crítico. En Cataluña se estiman como "el único feudo de resistencia" de las siglas, por su asentamiento territorial, y allí saben que, como quiere el PP, "la integración supone firmar la defunción" del partido.

En el sector europeo de Ciudadanos hacen sus cábalas. Creen que de no haber pacto catalán, el PP perderá interés en llegar a un acuerdo europeo. Puede depender del resultado, también, que de ir en solitario obtengan los liberales. Uno muy bajo de ir por separado, haría perder interés a los conservadores. "Difícilmente volverán a sentarse" si ahora se rechaza su propuesta, se estima.

Sin nombres en la mesa, pero con favoritos

Fuentes de Ciudadanos en Cataluña aseguran que no se ha puesto ningún nombre sobre la mesa como propuesta al PP ni se ha hablado de puestos de salida. Tampoco se habría hecho para las europeas ni siquiera. Para las primeras quieren contar antes con un marco de acuerdo firme, y para las segundas todavía creen que queda tiempo.

El PP no permitirá, en caso de pactos, que Ciudadanos forme grupo propio en el Parlament o en Renew Europe"

En Cataluña, no obstante, se remarcan las figuras de Carrizosa, Joan García y Marina Bravo. El primero es el líder y portavoz parlamentario. El segundo ostenta la secretaría de Acción Institucional nacional y es diputado autonómico. La tercera, por su parte, fue la anterior secretaria general antes que Vázquez y ahora compagina el escaño catalán con su presencia en el Comité Nacional. En el plano europeo, la idea es pedir que, con Vázquez al frente, ocupen puestos con opciones a representación. Jordi Cañas, portavoz político, y las actuales europarlamentarias, Maite Pagazaurtundúa y Eva Poptcheva, se tienen en estima. "Son muy importantes", se sostiene desde la dirección nacional.

"Hay que dar continuidad a la gente que está allí, por la experiencia y porque han hecho un buen trabajo", aseguran. Recalcan que ese debate aún no está en todo caso sobre la mesa, pero que, si se supera el obstáculo, que es la fórmula de candidatura, todo se acordará tras unas primarias o alguna reunión de los órganos internos.

Frente a la idea de Ciudadanos, el PP entiende este acercamiento a los de Vázquez como una forma de escenificar la unidad completa del centroderecha, a la vez que culmina una OPA planteada de forma agresiva por la etapa de Pablo Casado, con un carácter más sosegado. En términos coloquiales, se entiende que se está haciendo un favor para que el talento de Ciudadanos no se acabe perdiendo. Génova solo contempla la vía de la integración en listas. Y de conseguirse, en ningún caso tolerarán que los liberales, después, hagan grupo propio en el Parlament, de tener opciones, o se integren en Renew Europe en verano. Ello, supondría perder fuelle en dos elecciones en las que parten con buenas perspectivas de crecer.

Además, la cada vez más probable elección de Alejandro Fernández [ante la ausencia de alternativas sólidas, desinflados nombres como Dolors Montserrat o Manu Reyes] ante la falta de alternativas para liderar el cartel dejan más limitadas las intenciones de los naranjas. Él quiere hacer sus listas a voluntad, y en el caso que las directrices de Madrid sean las de un acuerdo, en todo caso se abriría a incorporar perfiles por Barcelona. Él volvería a ir por Tarragona.