Nunca hasta ahora el Gobierno de Pedro Sánchez, desde la Moncloa, había sido tan extremadamente duro con EH Bildu en sus declaraciones públicas. La coalición abertzale es socia parlamentaria del Ejecutivo desde la legislatura pasada, y le ha aportado estabilidad, sin estridencias. Pero los soberanistas están disparados en las encuestas, Euskadi ya está en su última semana de campaña y los socialistas quieren aprovechar el severo tropezón del candidato independentista, Pello Otxandiano, para ayudar a su vez al cabeza de cartel del PSE, Eneko Andueza. Para el Ejecutivo, no reconocer que ETA fue una banda terrorista es un "negacionismo incompatible con la historia de nuestro país y con la democracia".

Las palabras de Otxandiano anoche en Hora 25, en la SER, en una entrevista con el periodista Aimar Bretos, ya están en el primer plano de la actualidad informativa, y no solo en Euskadi, donde ya han sido condenadas por las víctimas y por el PSE. También en Madrid. El aspirante de Bildu fue incapaz de condenar la violencia de ETA, lo llamó "grupo armado", y aseguró que depende de los "diferentes puntos de vista" considerarlo o no terrorista. Definir a ETA como organización terrorista, añadió, "no es la cuestión fundamental".

"Desgraciadamente, en este país, todos los españoles sabemos muy bien que ETA fue una banda terrorista, y no reconocerlo así no es solo cobarde, sino un absoluto desprecio por las víctimas, a la sociedad española, a la sociedad vasca. Desde luego demuestra también un negacionismo incompatible con la propia historia de nuestro país y con la democracia, que fue quien derrotó al terrorismo de ETA", replicó la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes.

Alegría subraya que no ha cambiado "nada" ahora y alega que todos los gobiernos han sido "contundentes" frente a la violencia de la banda

¿Por qué el Ejecutivo reaccionaba de manera tan rotunda y explícita? ¿Qué ha cambiado? Según explicó Alegría, "nada". Recordó que frente a la lucha contra la violencia y el terrorismo de ETA, "este Gobierno, como la práctica totalidad de los gobiernos de la democracia", ha sido "absolutamente contundente". "Para nosotros, no ha cambiado nada", insistió. La portavoz recalcó que el Ejecutivo no comparte "en absoluto" las palabras de Otxandiano y que no se puede "negar lo evidente", que gracias al funcionamiento del Estado de derecho se logró "derrotar al terrorismo de ETA".

Alegría destacó que también el candidato del PSE a lehendakari, Eneko Andueza, ha sido "muy contundente" en su rechazo a las palabras de su rival de Bildu. "La única verdad que dice Otxandiano", replicó Andueza esta mañana desde Hoy por hoy, en la SER, "es que ETA ya no existe". "ETA fue una banda terrorista y el señor Otxandiano demuestra que es un absoluto cobarde". Y se reiteró en su negativa rotunda a gobernar con la coalición soberanista o a darle el poder. "No puedo permitir que esa gente gobierne y mucho menos gracias a nosotros. Yo sé perfectamente dónde estaba el señor Otxandiano cuando yo tenía que ir escoltado".

Ayer Sánchez, antes de la entrevista en Hora 25, dio pleno respaldo a la decisión del PSE de no pactar con Bildu. Y lo mismo hizo Alegría este martes: "Nos reafirmamos en sus palabras". Es decir, apoyo a no facilitar en ningún caso un Gobierno en el que la izquierda abertzale esté presente.

Los socialistas, no obstante, tienen una muesca evidente en su discurso, que a su vez explota el PP, y es que el Ejecutivo de Sánchez tiene como socio estable a Bildu, y que le concedieron la alcaldía de Pamplona el pasado diciembre, aunque no forman parte del Gobierno local.

El Ejecutivo esgrime que cabe acordar políticas con Bildu, pero no tolerar esas palabras

Fuentes del Gobierno explicaban que son conscientes de los números que hay en el Congreso, y que cuando se trata de aprobar una iniciativa, habla "con todos". Pero "estas palabras no se pueden permitir", señalaban tajantes. Es decir, que puede haber acuerdo en "ciertas políticas", como ha sucedido, pero "frente a estos posicionamientos", Gobierno y PSOE son "contundentes", incidieron. Y agregaron que el cambio en el consistorio pamplonés obedeció a razones de política local, "nada más".