El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE vuelve a escribir una carta. Esta vez se dirige no a todos los ciudadanos, como hace una semana, sino a la militancia de su partido con motivo del 145 aniversario de la fundación del Partido Socialista. En ella les insta a permanecer unidos para defender "nuestra democracia todos los días" y en contra del "barrizal de insultos y falsedades" que la amenazan. En la misiva asegura que en estos días ha sentido "el apoyo de miles de socialistas, de progresistas, de demócratas" con los que afirma tener "una inmensa deuda de gratitud": "He sentido el cariño personal, la preocupación por mi familia y por mí".

Reitera el mensaje de las últimas horas, desde que anunció que continuaría al frente del Ejecutivo. Lo hace insistiendo en la necesidad de la unidad de las bases, "hemos aprendido que cuando las cosas se ponen difíciles, es la solidaridad de los compañeros y las compañeras lo más valiosos, nuestro principal activo", asegura. Por ello urge a que sea en "los tiempos difíciles" cuando hay que demostrar esa unidad "con más fuerza si cabe".

"No es el apoyo a mi persona lo que nos une. Por encima de todo, nos une el apoyo a una causa", añade Sánchez. El principal activo que une a los socialistas es la "solidaridad" y la "unión". Advierte de que la democracia "se enfrenta al avance de una internacional ultraderechista que trata de imponer su agenda regresiva". Afirma que lo hace no mediante el debate de ideas sino "por la destrucción del adversario". Reitera sus críticas de los últimos días en la que sitúa a los medios de comunicación como parte del engranaje de difusión: "Ponen en marcha la máquina del fango, alentada por la derecha y la ultraderecha junto a páginas web y asociaciones ultraderechistas que fabrican bulos y mentiras". Continúa señalado que esos "bulos" se propagan después por tertulias periodísticas y tribunas "para judicializar falsas denuncias, deteriorando gravemente nuestra democracia y nuestra convivencia".

Por todo ello, apela a la militancia socialista a defender la democracia "rechazando a aquellos que convierten la política en un barrizal de insultos y falsedades". Concluye reivindicando "la política limpia, la política del respeto y la dignidad, la del debate de ideas basado en hechos y no en bulos".