El PSOE rescata su discurso del 23-J, de las generales, el que le funcionó para frenar una victoria que parecía inexorable de PP y Vox. Lo recupera de cara a las elecciones europeas del 9 de junio, consciente de que debe movilizar a su votante más ideologizado, inyectándole una dosis de recuerdo de lo que supone la alianza de la derecha y la ultraderecha y el peligro que supone para la construcción europea en los próximos cinco años.

Ese mensaje será la médula de la campaña socialista, y fue en el que se emplearon a fondo este miércoles tanto la vicepresidenta primera del Gobierno y vicesecretaria general del partido, María Jesús Montero, como la cabeza de cartel socialista para estos comicios, Teresa Ribera. Ambas, junto con Juan Espadas, el líder del PSOE en Andalucía, presentaron la candidatura en la terraza del restaurante Abades de Sevilla, junto al Guadalquivir. Una señal clara, por cierto, de que Andalucía estará muy presente en la planificación de esta campaña, igual que Cataluña sede del primer mitin con Pedro Sánchez y Salvador Illa, este sábado— y Madrid —allí se cerrará probablemente el viaje de estas europeas—.

Ribera llama a ganar a "aquellos que no tienen ningún problema en pactar con la ultraderecha y sacrificar derechos de las personas, sacrificar políticas sociales y denigrar a las mujeres"

Ribera tejió en la capital andaluza un discurso ideológico, en línea con lo expresado minutos antes por Montero. Citó a varios miembros de la candidatura, elogiando su trabajo en el Parlamento Europeo en los últimos años en áreas claves —transición verde, derechos y libertades, agricultura, modelo industrial, feminismo...— y también la contribución de los que entran nuevos en la lista, y se detuvo especialmente en la que ha sido en estos últimos cinco años la presidenta del Grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D) en la Eurocámara, Iratxe García, de la que recordó su careo con un eurodiputado ultra polaco que defendió que las mujeres han de cobrar menos porque son "más débiles" y "menos inteligentes". La vicepresidenta tercera también agitó la imagen vista hace muy pocos días en Milán, en una concentración de neofascistas en la que se vio el saludo nazi.

"Necesitamos un equipo potente, convencido, audaz, valiente, que no tiene ningún problema en defender sus principios ante quien haga falta, que sale a ganar. Porque vamos a ganar, vamos a ganar a la ultraderecha, vamos a ganar a aquellos que levantan el brazo en Roma y en Milán, que le dicen a Iratxe [García] que las mujeres no tenemos derechos o que defienden las bombas frente a la paz, que aspiran a hacer implosionar a Europa desde dentro", sostuvo Ribera. Pero la candidata alertó a lo suyos de que han de combatir no solo a la extrema derecha, sino también a la "derecha cobarde que abraza a la ultraderecha". O sea, al PP y a sus hermanos europeos.

No a "inventarse conflictos"

Tienen que ir a la ofensiva, les dijo, contra "aquellos que no tienen ningún problema en pactar con la ultraderecha y sacrificar derechos de las personas, sacrificar políticas sociales y denigrar a las mujeres, aquellos que no tienen ningún problema para rehacer su discurso o inventarse conflictos cuando las urnas han dejado perfectamente claro que queremos paz, progreso, derechos y mejor vida para el conjunto de la mayoría social". La cabeza de cartel del PSOE hacía referencia clara a lo ocurrido el pasado domingo en Cataluña y a las palabras ayer martes del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que defendió que el procés "no ha muerto", contrariamente a lo que había dicho antes su candidato el 12-M, Alejandro Fernández.

No quiero hombres de negro para resolver crisis. Ni señores con el brazo en alto. Ni a los que abrazan a esos señores y les jalean. Quiero instituciones europeas con gente progresista, solidaria. Juntos somos más y más fuertes"

Teresa Ribera, candidata del PSOE a las europeas y vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico

Ribera advirtió de que si la derecha tiene más peso pueden regresar las políticas austericidas a la Unión. "Yo no quiero hombres de negro para resolver crisis. Ni señores, porque son señores, con el brazo en alto, que se está volviendo a poner de moda según y donde. Ni a los que abrazan a esos señores, aplauden y les jalean. Quiero instituciones europeas plagadas de gente progresista, solidaria, convencida de que juntos somos más y más fuertes, de que nuestros valores importan, de que el mundo necesita democracia y derechos, progreso y oportunidades para todos". Este será otro de los pilares de la campaña socialista: el acento en la justicia social y el fortalecimiento de la democracia.

Lo dijo también en su cierre, animando a los suyos a que afronten la competición del 9-J con optimismo, pese a que hasta ahora las encuestas colocaban al PP primero. Eso era, al menos, antes de las catalanas del pasado domingo. Ferraz y la Moncloa confían en que tras las vascas del 21 de abril y las catalanas del 12-M, ambas muy positivas para los socialistas, sobre todo estas últimas, sirvan para movilizar a los progresistas. Como dijo Montero, es el "regusto" amable de los dos resultados con el que el PSOE afronta estos comicios. "Lo más importante, lo que no se os puede olvidar, es que vamos a ganar. ¡Vamos a ganar, vamos a parar a la ultraderecha y a ganar más derechos. Más Europa, más derechos. ¡Vamos a ganar!", arengó Ribera.

La vicepresidenta defendió también el "doble Estado" de Palestina e Israel —previsiblemente, el próximo martes, 21 de mayo, el Consejo de Ministros procederá al reconocimiento de Palestina— y abogó por un orden internacional basado en reglas, porque Europa es el "bastión" de la democracia y el derecho, pero "hay que defenderlo". Ribera recalcó que el PSOE es el que trabaja "con pico y pala" por los ciudadanos, como está demostrando desde el Gobierno, actuando frente a la pandemia del covid-19, la guerra en Ucrania o la crisis energética. Pero las amenazas que se ciernen sobre Europa, avisó, no son solo bombas o la economía, sino también la desinformación.

Montero ensalza el papel de España y también de Sánchez, "el mejor embajador" que tiene el país en el mundo, con "voz propia" y proyecto

A su vez, Montero advirtió de que lo que está en juego este 9-J es "parar esa ola reaccionaria" que preocupa "mucho a la gente de progreso de este país y del resto de mundo", que está recorriendo buena parte del planeta, que "llega con mucha fuerza a Europa" y que "quiere meterse de plano en las instituciones europeas".

Para la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, "solo desde la puesta socialista, progresista", se podrá ser capaz "también en Europa de parar a esta derecha que solo persigue la defensa de los intereses de unos pocos frente a los intereses de la mayoría social".

Montero ensalzó el papel de España —encarna "lo mejor de la socialdemocracia"— y de Sánchez, que es el líder en el que otros, apuntó, se miran para seguir avanzando en sus países. Él es, a su juicio, el "mejor embajador" que tiene España "en el conjunto del mundo", con una "voz propia", un proyecto para Europa, con "ideas y medidas".

Sánchez ha sabido "tomar el rumbo"

Fue la número dos del PSOE la que también hizo una referencia más explícita a los resultados en Cataluña, con Illa como incontestable ganador de los comicios. "Hemos sido capaces de vencer al independentismo en las urnas poniendo a un presidente socialista que va a ser capaz de llevar a Cataluña, y con él a España, a lo mejor que le queda por conquistar". También cargó contra el PP, por deslizar con sus palabras que habría preferido que ganaran los independentistas y que tuvieran mayoría porque les permitiría "seguir en el juego de la confrontación, de la polarización".

La vicepresidenta primera subraya que en Cataluña los socialistas han "vencido" al separatismo y carga contra el PP por "seguir en el juego de la confrontación, de la polarización"

Partidos, los de la derecha —aunque no los citó—, a los que no les gusta que se haya "demostrado" que las políticas de reencuentro de Sánchez con Cataluña "son eficaces para el conjunto de España, no solo para Cataluña". Para Montero, las urnas han probado que las políticas que huyen "del regate corto" y del "titular fácil o el populismo", que están diseñadas "a medio plazo", son las útiles.

Espadas, también portavoz del PSOE en el Senado, cumplimentó al presidente por haber sabido "tomar el rumbo" para que el trabajo del PSC recibiera ese "viento de cola" que los ciudadanos han premiado, un trabajo desplegado con "humildad y diálogo" para llegar a "pasar página". "En el PSOE sabíamos que ese era el camino y por eso estamos muy satisfechos en todos los rincones de España", recalcó el líder del PSOE-A.

Los socialistas dan por abierta la competición para las europeas. La más complicada de todo el ciclo porque determinará la salud de los dos grandes partidos algo menos de un año después de las últimas generales. Y en Ferraz creen que de nuevo pueden dar un susto al PP.