Se abrían dos caminos. O escalar más el conflicto o contenerlo. El Gobierno ha optado por la segunda alternativa. Tras retirar definitivamente a la embajadora española en Buenos Aires, entiende que hay que dejar "reposar" la situación, sin dar más pasos al frente por ahora. Porque da por hecho que el presidente argentino, Javier Milei, no va a dar marcha atrás en sus ataques a Pedro Sánchez. El Ejecutivo, pues, empieza a enfriar el choque, sin adoptar por el momento más medidas diplomáticas pese a que el mandatario ultra continúa con sus exabruptos.

No hubo rastro de la crisis con Argentina en la intervención inicial del presidente del Gobierno este miércoles en el Congreso. Sí lo hizo en su réplica a los grupos. Pero se limitó a reiterar su posición de los últimos tres días y a defender que la retirada de la embajadora es una herramienta de protesta formal que se utiliza de manera habitual en el mundo diplomático. Ocurrió, recordó, en 2012 y 2016, cuando el Gobierno de Rajoy levantó a sus representantes en las legaciones en Siria y Venezuela, o en 2018, cuando el Ejecutivo del PP declaró persona non grata y expulsó al embajador venezolano en España.

El presidente explica que la retirada de la embajadora es una herramienta de protesta formal utilizada en el mundo diplomático y que ya empleó Rajoy en su etapa de presidente

La respuesta de España, adujo, es "proporcional" al "ataque" de Milei dirigido desde Madrid el pasado domingo, en la convención de Vox, "contra las instituciones públicas españolas". Sánchez recalcó que el embate del presidente argentino no tiene "precedente en la historia reciente ni cabida en las prácticas democráticas entre gobiernos", pese a que el Ejecutivo puso a su disposición tanto la base aérea de Torrejón como protección policial. Una hospitalidad que fue replicada con esos ataques, señaló, que no cesaron porque Milei se ratificó posteriormente "en el insulto". Explicó entonces que eso justifica la orden de que regrese definitivamente la embajadora, María Jesús Alonso, desde Buenos Aires.

Pero Sánchez no quiso espolear más el conflicto. Horas antes del pleno, en un evento público en Buenos Aires, Milei volvió a referirse despectivamente al presidente español: "Igual ya lo tengo match point a Pedrito, pese a lo que diga la progresía mediática". El mandatario no dejó de alimentar su cuenta en X de mensajes contra Sánchez.

Por ahora nos quedamos en lo que hemos hecho", "hay que dejar reposar" las decisiones, señalan distintos interlocutores de la Moncloa

"Milei no va a dejar de tener esa actitud. No tenemos esperanza de que vaya a rectificar", apuntan fuentes próximas al líder socialista. Es decir, que no habrá manera de embridarle en los próximos días, porque es el político libertario el que persigue esa batalla cultural.

Por esa razón, a la pregunta de qué hará el Gobierno a partir de ahora, si va a adoptar más medidas, la respuesta de distintos interlocutores de la Moncloa es la misma: "Por ahora nos quedamos en lo que hemos hecho", "hay que dejar reposar" las decisiones.

Ni hablar por ahora de la expulsión del embajador

El Ejecutivo, en consecuencia, no quiere situarse en otros escenarios de mayor fricción diplomática. Un paso más sería expulsar al embajador de Argentina en Madrid, Roberto Bosch —que precisamente entregó sus credenciales al Rey hace una semana—, y declararle persona non grata, o echar a personal de la cancillería en España. El último escalón, el que no contempla el Ejecutivo por la afectación a los lazos de hermandad entre los dos países, es la ruptura de relaciones, una medida extrema que España ejecutó por última vez en 1980, y contra Guatemala, después de un asalto a la embajada.

En el Gobierno insisten en que no están en "escaladas verbales, sino en decisiones diplomáticas"

"Queremos conducir este conflicto por el ámbito diplomático. Y las cuestiones diplomáticas no se anticipan, se adoptan", "no estamos en escaladas verbales, sino en decisiones diplomáticas", advierten dos cargos de la máxima confianza del presidente.

La hasta ahora embajadora de España en Argentina, María Jesús Alonso Jiménez, habla durante un acto en la embajada el pasado 16 de mayo de 2024, en Buenos Aires. | EFE/ JUAN IGNACIO RONCORONI

En el horizonte pesa la visita de Milei programada para el 21 de junio a Madrid, para recoger un premio del Instituto Juan de Mariana. En el Ejecutivo admiten que no se le puede impedir que pise España de vuelta. Sí podrían rebajar su tratamiento, no darle la cobertura de jefe de Estado, lo que implicaría, por ejemplo, que no pudiera aterrizar en Torrejón o que no se le aportara protección policial, un extremo este arriesgado por cuando afecta a la seguridad personal de un mandatario extranjero.

El Ejecutivo señala que no ha tomado ninguna decisión sobre el viaje de Milei a España del 21 de junio: cuando lo comunique el mandatario argentino, se analizará

El Ejecutivo se escuda en que no ha tomado ninguna decisión y que irá viendo cómo actuar. Para empezar, alegan fuentes gubernamentales, porque Milei no ha comunicado cuál es su plan: "No vamos a entrar en qué ocurrirá para entonces. Los presidentes de otros países comunican sus viajes y cuando nos lo haga llegar, lo analizaremos y veremos en calidad de qué viene. Este pasado fin de semana venía en visita privada pero se le ha tratado con dignidad y hospitalidad".

La "claudicación" del PP ante Vox

En la Moncloa niegan, frente a las acusaciones de los socios y de la oposición, que Sánchez haya "sobreactuado" por razones electoralistas, dada la inminencia de la apertura de la campaña europea. "No hay sobreactuación porque es inédito lo que ha sucedido, no hay antecedentes de un mandatario extranjero que venga a tu país a insultar a tus instituciones. Lo triste es lo que ha hecho el PP, que se sitúa con la ultraderecha", responden desde el entorno de Sánchez.

En la Moncloa niegan "sobreactuación" porque "no hay antecedentes de un mandatario extranjero que venga a tu país a insultar a tus instituciones"

La cúpula socialista admite que el choque con Milei "no viene mal" para esta campaña europea, porque permite señalar al presidente argentino como "botón de muestra" de lo que puede venir con el auge de la ultraderecha. Pero a renglón seguido en el equipo de Sánchez, y fuera de él, subrayan su "preocupación" por lo que suponen discursos como los del dirigente libertario y ultra, discursos que "dan miedo" y que, a su juicio, son "blanqueados" por la derecha. Lo dijo el líder socialista en el pleno del Congreso: el PP "ha terminado por claudicar" ante la ultraderecha, "ha decidido que su proyecto sea inseparable" al de la extrema derecha.

En cualquier caso, en el Ejecutivo querían situar este miércoles todo el foco en el anuncio de Sánchez en el Congreso, en el gran titular de su comparecencia: el reconocimiento del Estado palestino el próximo martes, 28 de mayo, por "paz, justicia y coherencia". Es "un momento histórico muy importante", recalcaban fuentes de la Moncloa.

Los socialistas querían poner todo el foco este miércoles en el anuncio del reconocimiento de Palestina, que se formalizará el 28 de mayo

La crisis con Argentina dista todavía de una solución. Pero, tras tres días de escalada, no se ha agravado más. Está por ver si las aguas van volviendo a su cauce o se ha llegado a un valle para volver a subir la montaña. Lo que ya sí tiene claro el Ejecutivo es que dar marcha atrás no figura entre los previsibles planes de Milei.