Vaya por delante: es pronto. No hay decisiones tomadas. Queda tiempo. Pero una vez convocado el 41º Congreso Federal del PSOE, los ejércitos también se organizan de cara a la pantalla siguiente, la de los cónclaves regionales, en los que serán ratificados o relevados los barones del partido. La lucha se da por bastante probable en Aragón —el expresidente Javier Lambán está de salida y no optará a la reelección— y no se descarta, y aquí está la novedad, en Extremadura, una federación cuyos militantes eligieron el pasado marzo al sustituto de Guillermo Fernández Vara, y fue Miguel Ángel Gallardo, presidente de la Diputación de Badajoz. En la cúpula federal hay un evidente malestar con su oposición al pacto de PSC y ERC, con su forma de visibilizarse como un líder territorial crítico con Pedro Sánchez, y no gustó nada que proclamara que el PSOE extremeño no puede ser "una sucursal de Ferraz". Y aunque la dirección insista, como siempre ha hecho, en que no se implicará en unas primarias autonómicas, los contrarios a Gallardo sí le han hecho llegar su malestar y algunos dirigentes dicen estar dispuestos a dar la batalla de nuevo contra él si tienen la cobertura de Sánchez.
Por eso las señales que mande el presidente del Gobierno a su organización en el 41º Congreso Federal, que se celebrará en Sevilla el 29 y 30 de noviembre y el 1 de diciembre, serán capitales. Porque serán la hoja de ruta para todos. Porque Sánchez irá dibujando el nuevo PSOE que quiere a través de las personas con las que componga su nueva ejecutiva federal, a través de los gestos que lance durante el cónclave y con la discusión de la ponencia. La cita en la capital andaluza será el prólogo de los congresos regionales que vendrán y que deberán estar rematados el 23 de febrero de 2025 como tarde.
Para todos, será fundamental la hoja de ruta que marque Sánchez en el 41º Congreso Federal, por los gestos que lance y la ejecutiva que componga
En varios territorios se espera continuidad, empezando por los dos con presidente autonómico socialista y cercanos a Ferraz, Adrián Barbón (Asturias) —aunque sí ha mostrado su rechazo a la "financiación singular" catalana— y María Chivite (Navarra). Y, por ahora, tampoco se espera que la dirección postule a un rival contra Emiliano García-Page, el único jefe de un Ejecutivo regional del partido con mayoría absoluta y que, precisamente por esa razón, estaría blindado a día de hoy por la cúpula de Sánchez. Tampoco tendrían problema para continuar en Baleares y Canarias la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y el ministro Ángel Víctor Torres. Y revalidarán su puesto, salvo sorpresas, dos barones elegidos a principios de este 2024: la titular de Ciencia, Diana Morant, en la Comunitat Valenciana, y José Ramón Gómez Besteiro en Galicia. A partir de ahí, se abren las incógnitas, sobre todo, en las grandes federaciones, las que tienen mayor foco público. Hay dudas en Andalucía y Madrid, donde son cuestionados sus líderes, Juan Espadas y Juan Lobato; en Aragón, donde el relevo lógico de Lambán sería la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría; en Castilla y León, aunque en principio se respetará lo que decida su secretario regional, Luis Tudanca, y en Extremadura, en la que Miguel Ángel Gallardo ya no es opción segura al cien por cien.
Gallardo, todavía presidente de la Diputación de Badajoz y ya exalcalde de Villanueva de la Serena, fue elegido secretario general del PSOE extremeño en las primarias del pasado 2 de marzo, en las que se impuso a la candidata más alineada con Ferraz, Lara Garlito, vicepresidenta primera de la Asamblea regional (y vicesecretaria general de la federación en la última ejecutiva de Fernández Vara), por un 55,71% de los votos de los militantes (4.089). Ella obtuvo el 43,34% de los sufragios de las bases (3.181 papeletas). Una victoria clara, pero no aplastante, que recalcan tanto en Ferraz como el sector crítico extremeño como una prueba de que Gallardo no es un líder indiscutido en su territorio.
"Lealtad" a los barones
El máximo responsable de los socialistas extremeños ha ganado protagonismo en el último mes por su rechazo abierto al pacto de PSC y ERC. Fue él quien primero pidió la reunión del consejo político federal del PSOE para abordar este asunto —reclamación a la que se sumaron más barones—, quien ha reiterado que el llamado cupo catalán no cabe en la Constitución y "genera desigualdad". El sábado, en la reunión del comité federal, rebajó el tono y sorteó el choque, aunque mantuvo su posición discrepante. No obstante, Sánchez acusó recibo de la entrevista que, un día antes, había publicado El País: algunos dirigentes, dijo el presidente a puerta cerrada, emplean un "lenguaje sofisticado" ante él para nadar y guardar la ropa, pero luego advierten de que no quieren ser "una sucursal de Ferraz". Justo el titular que había destacado el rotativo de Prisa. Gallardo captó al instante, como todos, que las palabras del jefe del Ejecutivo iban dirigidas hacia él. Que sonaba ya a que estaba sentenciado. A renglón seguido, el líder socialista pedía "lealtad" a sus barones, llamándoles a preservar el Gobierno central porque es el único gran nodo de poder que controla el partido.
El presidente evidenció su irritación con unas palabras de Gallardo, en las que había proclamado que el PSOE extremeño no puede ser "una sucursal de Ferraz"
Con su referencia a la "sucursal", Sánchez dejaba ver así su malestar con el barón extremeño. De manera ostensible. Un resquemor que reconocían posteriormente fuentes de Ferraz, haciendo hincapié en la debilidad de origen de Gallardo, ese corto 55,71% con el que venció a Garlito. En la cúpula agregaban que es factible que haya nueva competición en Extremadura, por el rechazo de una parte de la federación a sus posiciones públicas y por su dudoso afianzamiento en estos meses.
Activado y convocado el proceso federal, todos los territorios del PSOE han de convocar sus respectivos congresos. Es decir, que la renovación del partido se produce de arriba abajo, en cascada. Y es obligada. Es decir, que el PSOE extremeño, pese a que celebró su congreso extraordinario en marzo para relevar al expresidente Fernández Vara, tendrá que convocar nuevo cónclave regional. Y Gallardo no se podrá librar del proceso de primarias si tiene un rival que reúna, como poco, el aval del 6% de la militancia. Congresos que también deberán convocarse en el PSPV y en el PSdeG, aunque Morant y Besteiro no tengan contrincante.
¿Lanzará Ferraz un candidato o candidata para competir contra Gallardo? "Él no estuvo acertado en la entrevista en El País y ya está. Pero que haya primarias o que sea ratificado como secretario general del PSOE extremeño depende de los militantes. Nosotros ahora estamos centrados en el 41º Congreso Federal y no queremos mezclar debates, y no lo vamos a hacer. Ferraz no se implica en los procesos en favor de ningún candidato", recalcan fuentes del aparato federal. En la dirección de Sánchez recuerdan que, en marzo, no empujaron ni a favor de Gallardo ni a favor de Garlito, a la que sí se situó en la órbita del presidente. En Extremadura, Ferraz no quiso decantar la balanza de manera expresa, pero en Valencia forzó la unidad en torno a Morant antes de las votaciones. "Y ella era una ministra", resaltan. En la federación extremeña, el presidente no se jugaba tanto. Ahora, "puede saltar una candidatura sin necesidad de que nadie [en Madrid] haga nada. Es que no se había terminado de cerrar el congreso de allí que con ese resultado pues siempre tienes que integrar, dar un tiempo...", agregan en el cuartel general.
Ferraz no se implica en los procesos a favor de ningún candidato", subrayan en la cúpula de Sánchez. Que haya primarias o no en Extremadura "depende de los militantes". "Estamos centrados en el congreso federal y no queremos mezclar debates"
A las puertas del nuevo congreso, Ferraz no oculta su incomodidad con Gallardo, y en el territorio sí se escuchan voces de peso que remarcan que hay opciones de que pueda armarse una candidatura alternativa que debería contar con el impulso de la cúpula federal, creen, para poder imponerse a la del secretario regional. ¿Y quién la encabezaría? Quienes apoyaron a Garlito en las primarias de primeros de año entienden que ella puede volver a generar "ilusión", una "corriente a favor", "y atraer también a gente que estaba en las filas de Miguel Ángel, porque están dividiéndose muchísimo", asegura un relevante cargo público que la respaldó. Coincide otro miembro del Grupo Socialista en la Asamblea regional: "Debería ser ella, porque ir a primarias y montar otra candidatura es complicado. Y sería bueno que fuera una mujer. Es verdad que haber perdido en el anterior proceso puede ser un hándicap".
Los que piensan en el PSOE extremeño en una candidatura rival a la de Gallardo inciden una y otra vez en que lanzarla o no dependerá de cómo se resuelva el 41º Congreso Federal. "Él tiene una debilidad, es evidente. Un grupo estamos pendientes de ver qué pasa con Extremadura en el federal de Sevilla, porque necesitamos saber qué quiere Ferraz. En marzo, Ferraz no nos echó ni una mano. Si movieron un dedo, fue más a favor de él, aunque ahora están arrepentidos. Y mira que les avisamos. La dirección federal apuesta por primarias, porque aquí Miguel Ángel hace el juego al PP. Nosotros no lanzaremos nada hasta que no veamos un apoyo claro [de Ferraz]. Pero para inmolarnos, no, que ya lo hicimos una vez. Si Ferraz deja que él siga, nosotros dejaremos que siga. Ya se hundirá porque no ganará las elecciones aquí nunca", señala una dirigente del partido, que pide expresamente el anonimato. Los críticos con el jefe regional le reprochan su escasa "magnanimidad" con los que respaldaron a Garlito —"en el partido lo conocen como el niño de la catana", refrescan— y su estilo más próximo a la vieja guardia, dada su cercanía al expresidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra, muy crítico con Sánchez.
Cuidado con "volver a las andadas"
"La situación es propicia para unas primarias —sanciona una persona próxima también a Garlito—. No solo ha sido la entrevista en El País, sino una serie de declaraciones desafortunadas, que Miguel Ángel no haya reforzado su liderazgo, que haya abierto más grietas, que tenga un estilo muy cesarista, que no se alinee con las directrices del partido. Él quiere ser un pseudoPage y se ha puesto a la contra en cosas fuera de lugar. Pero es prematuro decir si habrá o no candidatura contraria. Lo que hay ahora mismo es una sensación de orfandad, un liderazgo que contó con un apoyo débil y que no ha conseguido consolidarse. Y Ferraz es consciente de eso y de que el poder territorial es determinante para afianzar los proyectos políticos".
Los críticos con Gallardo le reprochan declaraciones "desafortunadas" y que no haya "reforzado" su liderazgo: "Hay una sensación de orfandad y Ferraz es consciente de eso"
No todos los que apoyaron a Garlito, sin embargo, creen que haya que volver a la batalla en el próximo congreso regional. "Yo veo harto difícil armar una alternativa, porque segundas vueltas... Es que si volvemos a las andadas es el partido el que sale perjudicado y no quiero que se despedace", manifiesta con preocupación un altísimo cargo orgánico, que señala que "por ahora" la sensación que reina es de "tranquilidad", porque "nadie" ha explicitado su intención de disputar el puesto a Gallardo. Se suma, y esto lo admiten varios dirigentes consultados, la amenaza de que la presidenta de la Junta, la popular María Guardiola, pueda optar por adelantar las elecciones autonómicas para reforzarse y librarse de la dependencia de Vox —la formación ultra rompió con ella aunque el que era su consejero se mantuvo en el Ejecutivo regional—. En ese escenario, advierten, al PSOE no le convendría impulsar otro candidato distinto.
La cúpula autonómica no ha decidido, para empezar, cuándo ubicará el congreso, porque quiere "coordinarlo con Ferraz", y no cree que haya competición ni que Ferraz la aliente porque lo que ocurrió el sábado en el comité federal fue "un debate sano en un órgano interno" y "las discrepancias son necesarias para avanzar y para que haya puntos de encuentro". "No vemos a los de Lara con ganas de competir, pero ojalá y lo hagan", señalan fuentes muy próximas a Gallardo. "Sería de mal estudiante. No apruebo en junio [en el congreso extraordinario de marzo] y me presento en septiembre [en el cónclave ordinario] a la segunda convocatoria. Pero si tiene ganas, no debiera de perder la oportunidad. O que se presente quien quiera. Alguien podría preguntar entonces que si tenía ganas lo pudo hacer seis meses. El relato lo tiene difícil salvo que lo hace porque se lo mandan en Madrid".
En la cúpula regional no creen que Gallardo tenga rival en el congreso. "Sería de mal estudiante", ironizan. Y se preguntan si el malestar es porque "defiende a Extremadura". "Que hagan lo que quieran", dicen fuentes muy próximas al líder autonómico
En el entorno del secretario regional no alcanzan a entender las razones por las que se baraja esa candidatura alternativa ahora: "¿Por qué? ¿Porque defendemos a Extremadura? No tener un discurso alineado con Ferraz nos hace más fuertes. Porque eso es dictadura y no creemos que les interese. Pero que hagan lo que quieran". Advierten las mismas fuentes que si hay primarias y su rival —entienden que auspiciado por la dirección federal— pierde, entonces será el propio presidente el que quedará tocado.
"No creo que se presente nadie porque los extremeños nos correrían a gorrazos, cuando solo han pasado seis meses de las anteriores primarias. No creo que Ferraz quiera eso, y por tanto no creo que impulse una candidatura, y en todo caso no creo que volvieran a presentar a Lara", expresa uno de los dirigentes regionales más veteranos. Este responsable concede que Sánchez puede haber "tomado la matrícula a Gallardo", pero "si fomenta primarias, en Extremadura tenemos PP como en Madrid y Murcia para 35 años". "Si eso es lo que quieren, que asuman su responsabilidad y que encuentren un tonto o tonta útil para enfrentarse a Gallardo para perder —continúa esta misma fuente—. Ferraz tendrá que decidir si quiere secretarios generales dóciles y no ganar en 35 años o respetar lo que votaron los afiliados en marzo". Sánchez ya dijo en la ejecutiva de hace una semana, la que convocó al comité federal, que el propósito del 41º Congreso debía ser el de "alinear el discurso". Es decir, limar las discrepancias internas. "Eso no puede ser sinónimo de decir 'amén a todo', como el de Murcia [Pepe Vélez], porque entonces no gobernamos ni por equivocación", remata este responsable con mucho conocimiento de la federación. "Si alguien se presenta", opina otro responsable que conoce las entrañas de Ferraz, "no será para derribar a Gallardo, que no lo conseguiría, es para que al PSOE no le vaya electoralmente bien. Cualquier injerencia solo se entendería en clave de control orgánico y eso en Extremadura no lo compra la militancia. Estoy casi seguro de que no se dará ese escenario".
Los extremeños nos correrían a gorrazos cuando solo han pasado seis meses de las primarias", advierte un veterano. "Si Ferraz fomenta competición, aquí tenemos PP como en Madrid y Murcia para 35 años"
En las primarias de marzo, quien no se pronunció a favor de ningún candidato fue el expresidente Guillermo Fernández Vara, líder autonómico del PSOE durante 16 años, de 2008 a 2024. Nunca ha sido su estilo y su decisión también llevó a Ferraz a no apostar a las claras por ningún aspirante. Ahora queda la duda de si cambiará de parecer si hubiera nuevas primarias. Él, desde que salió de escena, ha optado por resguardarse en un segundo plano, también para centrarse en la recuperación de su cáncer de estómago. Nunca señaló a un sucesor, y el elegido por las bases hace medio año puede tener que volver a pasar por un examen duro.
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