La principal conclusión que sacó Alberto Núñez Feijóo de su cita de poco más de media hora de duración con Pedro Sánchez es que este intentará soslayar el control y la autorización del Parlamento para el incremento del presupuesto de Defensa, tal y como exige la Unión Europea, por un lado, y la oTAN, por otro. Podría resultar una percepción falsa, pero hasta ahora la evidencia es que no ha sometido ni una sola de sus decisiones en esta materia por el tamiz del Congreso de los Diputados, con el enfado no sólo de partidos de la oposición, sino de sus propios socios.

Sobre la mesa tres asuntos, a saber, el incremento del presupuesto de Defensa -que hasta ahora ha solventado con acuerdos del Consejo de Ministros- el envío de material militar de Kiev -anunciado sin ni siquiera comunicárselo a sus socios de Sumar- y la hipótesis a futuro, pero ya planteada, de desplazar tropas de paz. El primer partido de la oposición cree que este tipo de decisiones sin contar con el legislativo son "políticamente un asalto" y, jurídicamente "una técnica espuria", por lo que pondrán a sus expertos a estudiar los movimientos futuros del jefe del Ejecutivo, así como los compromisos que alcanza en el seno de la Unión por si intenta saltarse al Parlamento.

Comparecencia del día 26 en el Congreso

Hasta ahora todo son incógnitas. Es de esperar que el presidente del Gobierno aclare alguna de ellas en la comparecencia del día 26 para informar de los resultados del Consejo Europeo del 20 y 21. En este caso los problemas para Sánchez no vienen tanto del primer partido de la oposición como de sus aliados gubernamentales y parlamentarios, contrarios a ampliar el gasto militar, con la excepción de PNV y de Junts. Pero además de esa quiebra en la llamada mayoría de la investidura, Sánchez intenta evitar una foto de unidad con Núñez Feijóo en esta materia.

Ni siquiera apeló al sentido de Estado del que hace gala el líder del PP para pedirle ayer en Moncloa su apoyo ante eventuales votaciones parlamentarias, según fuentes conocedoras del contenido de la cita. Una omisión que sólo interpretan en una clave, esto es, que no tiene intención de pedir autorización al Parlamento para multiplicar exponencialmente el gasto de Defensa haciendo bueno aquello que anunció de gobernar sin el concurso del legislativo.

Un gasto consolidado que comprometerá a futuros gobiernos

Los populares contraponen los tres decretos aprobados por el Congreso con varios paquetes de ayudas para los damnificados por la Dana con el nulo papel jugado por el Parlamento en la crisis de Ucrania, mero espectador de las decisiones gubernamentales. Pero las subidas puntuales de presupuesto -algunas de ellas para cumplir compromisos salariales con las Fuerzas Armadas- así como los envíos de armamento a Ucrania no tienen la entidad de un incremento exponencial y estable del gasto, como poco del 2 por ciento, que viene a quedarse y heredarán gobiernos futuros.

En el equipo de Feijóo dejan claro que no están dispuestos a "aceptar ninguna cosa que no pase por el Congreso" y respecto al tono y al fondo de la cita de ayer en Moncloa, la primera en 15 meses, subrayan que "no es que estén rotos los puentes entre ambos, es que no sabemos donde están". Los populares no han ocultado su incomodidad por haber recibido el mismo trato que otros líderes y portavoces que sólo se representan a sí mismos frente al Grupo Parlamentario mayoritario de la dos Cámaras, en el Senado con mayoría absoluta.

"Se ha pretendido despachar al primer partido de España con un café", dijo el gallego durante su comparecencia ante la prensa desde el Congreso de los Diputados. Y ante la hipótesis de que el jefe del Ejecutivo dé por hecho que el del PP es una especie voto cautivo llegado el caso -sobre todo si se plantea formalmente el envío de tropas de paz a ucrania- Feijóo ha explicado que el PP "está dispuesto a dialogar y negociar, siempre que tanto el fondo como la forma sean serios y limpios y no lo es ni en el fondo ni en la forma".  Y más: "no le vamos a firmar un cheque en blanco o ser muletas del Gobierno. Cuando quiera tomárselo en serio, aquí nos tiene. No ha dado ni información ni garantía de nada y así es imposible".

Van a estar muy vigilantes sobre los movimientos de Sánchez,

Mientras tanto van a estar muy vigilantes sobre los movimientos de Sánchez, tanto en el Consejo Europeo de este mes como en la reunión de la OTAN de julio próximo. Admiten que la propuesta formulada por la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen, de dedicar 800.000 millones de euros para el rearme de Europa "hay que hablarlo y negociarlo", pero la alemana ya le ha dejado claro a Sánchez que son los 27 los que deben aportar "el grueso" de esa inversión hasta situarla por encima del 3 por ciento del PIB.

Feijóo también acudirá la próxima semana a una reunión del PPE previa al Consejo Europeo. Tendrá ocasión de conocer de primera mano el detalle de la propuesta de Von der Leyen y de explicarle que, a diferencia de otros parlamentos, en España los diputados no han sido escuchados para la toma de decisiones desde que Rusia invadió Ucrania, hace tres años.