En el PSOE no acaba de diluirse el desasosiego. La inquietud, la desazón que se instaló hace semanas cuando se intensificó la tempestad contra el presidente del Gobierno. La preocupación por la pérdida del relato y de la agenda pública que reconoce hasta la Moncloa. Los últimos días malditos comenzaron el pasado lunes, con la publicación de los audios en los que la militante socialista Leire Díez Castro presuntamente maniobraba para dañar a mandos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en reuniones en las que participaban empresarios acusados de presunto fraude. Ferraz, tras arrastrar primero los pies, al final acabó abriendo expediente informativo a su afiliada. La decisión destensó al partido. Pero que la dirección de Pedro Sánchez no fuera más allá, que no le impusiera medidas cautelares, ha generado cierta desazón interna, sobre todo en cuadros medios, que creen que se debería actuar de manera más firme, contundente. Un reproche que sí es más explícito en Sumar, el socio minoritario de la coalición, que cree que unos hechos tan "gravísimos", de probarse ciertos, deben ser respondidos con más mano dura. Sin contemplaciones.
El mismo miércoles, el secretario adjunto de Organización, el diputado jiennense Juanfran Serrano, comunicó a Díez la incoación del expediente informativo. Según el artículo 92 de los estatutos vigentes, los aprobados el pasado diciembre en el 41º Congreso Federal, el instructor debe recabar la información y el militante afectado, presentar sus alegaciones. Tras ese paso, Ferraz habrá de elegir un camino: o archivar la causa o iniciar un expediente disciplinario, que podría acabar con la máxima sanción, la expulsión del partido.
La dirección socialista se anda con mucho tiento. A ojos de Sumar, demasiado. Lo expresó sin matices Yolanda Díaz este jueves a su llegada a un foro en Madrid organizado por Cinco Días. Aunque aseguró que ella no se inmiscuye en la vida orgánica de otras formaciones políticas, dejó un mensaje inequívoco: lo que se escucha en esos audios publicados por El Confidencial es "absolutamente incompatible con una democracia robusta", y "el Gobierno de España tiene que estar a la altura de las circunstancias". "Los hechos, de ser ciertos, son gravísimos y por tanto, con la prudencia debida, que se investiguen y se depuren responsabilidades", apuntó la vicepresidenta segunda, para exigir "la máxima contundencia". Ahí estaba la clave, en su petición al PSOE de firmeza total. La titular de Trabajo también demandó "respeto al trabajo que se realiza desde la UCO". Díez Castro, según las grabaciones públicas, llegó a ofrecer acuerdos, componendas, con la Abogacía o la Fiscalía a cambio de material comprometedor de mandos de la unidad especializada, prioritariamente el teniente coronel Antonio Balas, jefe del área de Delincuencia Económica, la responsable de las investigaciones de la mujer y del hermano de Sánchez, del caso Koldo / Ábalos o del fiscal general del Estado.
Page urge a su partido a presentar las querellas criminales por las "acusaciones muy graves" vertidas en su contra ya que hay que "proteger el buen nombre" del PSOE y de las instituciones
En las filas socialistas, la procesión se llevaba sobre todo por dentro, más allá de las voces públicas del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page —que urgió a su partido a presentar ya las correspondientes querellas criminales por las "acusaciones muy graves" vertidas en su contra ya que "hay que proteger el buen nombre" del PSOE y de las instituciones—, y del expresidente aragonés Javier Lambán, que directamente reclamó a Sánchez "acabar con esta agonía" de legislatura y convocar elecciones.
Distintos cuadros medios consultados expresan su angustia, su sensación de que Ferraz se ha quedado corta, su percepción de que su respuesta contra Díez Castro —exconcejala en el municipio cántabro de Vega de Pas y exdirectiva de las empresas públicas Enusa y Correos— ha sido tibia. "Pedimos más contundencia, porque es que casi todo lo que se transmite es complicidad, no se entiende por qué no se le da una hostia a Leire", manifiesta uno de esos cargos que conoce a la perfección los engranajes del partido. "A echarla y punto. A la calle", despacha con nitidez un exmiembro del Consejo de Ministros de Sánchez. "En cualquier otro caso nos hubieran abierto un expediente directamente a cualquiera de nosotros —apunta una secretaria provincial—. Esta tipa es bien conocida. Era una arreadora y fue una de las principales acosadoras que tuvimos en redes". La exigencia de contundencia es "total", conviene una dirigente veterana, que cree que "visto lo visto, está claro que Ferraz no las tiene todas consigo", porque "no se atreve a desmarcarse del todo de Leire y está teniendo mucho cuidado".
A echarla y punto. A la calle", despacha un exmiembro del Gobierno. "En cualquier otro caso nos habrían abierto un expediente a cualquiera de nosotros. Esta tipa es bien conocida", dice una secretaria provincial
Un jefe de un aparato regional admite que esa sensación de insatisfacción está más arraigada en los dirigentes medios: "Hay sorpresa, desconcierto. Entre los veteranos no cuadra que una concejala así suelta sea la encargada por Ferraz para una operación tan extraña. Suena a bulo o información sesgada, la gente ya no se cree nada. He oído voces de contundencia, eso sí, en el partido siempre hay, pero no de sospechas de Ferraz. Pero es que la dirección espera a más explicaciones antes de tomar medidas ejemplares. Hay que tener en cuenta que algunos cuadros medios son más ansiosos que los altos mandos y que las bases a veces. Pero la confianza en Pedro es total. ¿Sabes qué pasa? —prosigue esta misma fuente—. Que la sensación general es que se están inventando lo que sea para echarnos del Gobierno, así que hay más cierre de filas que otra cosa. Se han pasado de frenada y ya nada es creíble. Tenemos la sensación de vivir en 1984, pero en la novela [de George Orwell], no en el año".
Silencio o bien ocupados en sus territorios
Otros responsables también describen el clima de autodefensa que se ha instalado en el partido ante lo que se siente como una agresión por tierra, mar y aire. "Es verdad que hay gente sorprendida por el hecho de que no se haya dispuesto la suspensión provisional de militancia de Leire, y para eso sería necesario incoar un expediente disciplinario, no solo informativo —apunta un dirigente territorial con conexión con la Moncloa—. A ver, todo el mundo está perplejo y desazonado por este caso. Pero no te puedes subir a la barricada en plena ofensiva hiperventilada de la derecha. Con este grado de polarización e inmersos desde la investidura en un lawfare masivo que no cesa, el partido cierra filas, aunque casos como este generen estupefacción y den mucha rabia". Otros cargos intermedios rehúyen la pregunta, insisten en que están centrados en las preocupaciones de sus territorios y en que no se han ocupado de "lo que se habla en otros ámbitos".
En mi partido hay de todo", manifiesta un jefe de un aparato autonómico, "pero para echar a Leire hay que estar seguro y tener motivos. Veremos el futuro y lo que da de sí el caso". "El partido tiene que ser más contundente, sí", expresa un líder regional
Según se asciende en el escalafón, la prudencia se impone. "Lo que noto es ansiedad por lo que hay, pero más por lo que se intuye que viene. Ansiedad y estupor, sinceramente", señala un barón regional no precisamente alineado con Ferraz. Otros líderes y responsables territoriales consultados se acogen al silencio o bien optan por aplaudir la respuesta medida de la dirección. "Yo creo que han tomado la medida correcta y que era lo que la militancia estaba esperando", apuntan desde la federación cántabra, en la que sigue militando Díez Castro. "En mi partido hay de todo —ilustra un responsable de Organización autonómico con mucha experiencia—. Para echar a Leire hay que estar seguro y tener motivos. Desde Madrid se ve todo distinto. Todo tiene su tiempo. Veremos el futuro y lo que da de sí el caso".
En la misma línea se expresa otro alto cargo de la dirección parlamentaria en Madrid: "Ferraz está haciendo lo correcto. En una cuestión como esta, tú tienes que saber con certezas qué ha pasado antes de tomar decisiones más drásticas". Un barón autonómico sí va un paso más allá, reconoce que "el partido tiene que ser más contundente, sí", y constata esa inquietud, la preocupación "por lo que pueda ir saliendo" en los próximos días. "Claro que hay reclamación interna. Pero somos pura disciplina aparatera aun en la diferencia", resuelve una dirigente de una federación mediana.
En el equipo del presidente prefieren seguir el camino de la cautela. La suerte de Díez Castro depende, en última instancia, de él y del jefe federal del aparato, Santos Cerdán. "Un expediente es un proceso, es una cuestión viva. Es un procedimiento y tiene su curso —explican en el anillo de confianza de Sánchez—. Pero los secretarios de Organización son habitualmente amarrateguis, muy prudentes. Pero miedo a ella, ninguno. Se ha levantado un cortafuegos, ahora hay que ver la velocidad con la que se actúa. Pero en puridad, y si somos justos, ¿cuál es la ansiedad? Son confesiones de una exconcejala bravucona en el despacho de un abogado, y no es fontanera del PSOE, ni habla en nombre del PSOE ni del Gobierno. ¿Y si ella está representando a Ábalos, a Koldo o a[l empresario] Javier Pérez Dolset [imputado por fraude en subvenciones]?".
En el equipo de Sánchez recuerdan que "un expediente es un proceso, es una cuestión viva. Los secretarios de Organización son amarrateguis. Miedo a Leire, ninguno. Pero, ¿cuál es la ansiedad?"
Sánchez aún no se ha referido al caso Leire. El miércoles no acudió a la sesión de control en el Congreso porque estaba en Bruselas para mantener una reunión con Ursula von der Leyen y con Teresa Ribera, presidenta y vicepresidenta primera de la Comisión Europea. Y este jueves, tras su reunión con el primer ministro esloveno, Robert Golob, solo se concedió una declaración institución de él mismo y de su invitado. Sin preguntas.
"No existe la realidad que el PP describe"
En la Moncloa admitían que no era ni el momento ni el escenario para dar explicaciones, como tampoco Alberto Núñez Feijóo, añadían, había respondido a los periodistas tras anunciar la convocatoria de una manifestación contra la "mafia" del Gobierno para el próximo 8 de junio. "Dar explicaciones sería caer en su trampa. Es una estrategia cuestionable, sí, pero es la nuestra. Es que esto no va a ser nuestra Gürtel, porque esto se asienta sobre una mentira construida por el PP, mientras que la moción de censura que ganamos en 2018 se fundamentó en una sentencia durísima contra el PP de [Mariano] Rajoy. Aquí lo que hay es una señora que pide documentos, pruebas, que demuestren ovejas negras dentro de la UCO, pero no pide que se fabriquen informes falsos. Lo que es verdad es que prometió cosas que no puede cumplir. Y, muy importante, que no se han cumplido", alegan fuentes gubernamentales.
Desde el Ejecutivo rubrican que "no hay ninguna trama de corrupción, ni ninguna guerra sucia contra la UCO". Montero habla de la estrategia de la derecha y la ultraderecha de trasladar "bulos, mentiras, invenciones y realidades paralelas"
Los socialistas se rebelan contra la imagen de "corrupción" y "caos" que, a su juicio, quiere instalar en la ciudadanía Feijóo. "Aquí no hay ninguna trama de corrupción, como dice el PP, ni ninguna guerra sucia contra la UCO. No trabajamos en contra de la UCO". Desde Sevilla apuntalaba esta tesis la vicepresidenta primera, María Jesús Montero: la estrategia de la "derecha y la ultraderecha" es "trasladar permanentemente bulos, mentiras, invenciones, realidades paralelas para que se hable de todo menos de lo que preocupa a los ciudadanos". Y que el líder del PP defina a Sánchez como un "capo" de la "mafia" demuestra, para el Ejecutivo, que el principal partido de la oposición "ha perdido absolutamente el norte". Tanto que debería, sancionó, pedir perdón al presidente por las "agresiones verbales" que le dirige.
La preocupación que desvela a los socialistas también se siente en la Moncloa. Los lugartenientes del presidente confiesan que por supuesto que la sucesión de crisis-escándalos —un clima hostil agudizado, calculan, desde el apagón del 28 de abril— les hace perder el relato y el control de la agenda: "No menospreciamos el daño que esto nos hace, claro que no. Pero es que nos hacen daño con algo que no es verdad. Es que aun dando por bueno todo lo publicado, ¿dónde está la trama de corrupción del Gobierno? Es que no es verdad. Vivimos en un acoso y derribo. No existe la realidad que el PP describe". En el núcleo duro del líder socialista reconocen la dificultad que tienen para defenderse de una "mentira" y acusan al PP de caer en "prácticas latinoamericanas", de "difamación, de lanzar masas a la calle" para deslegitimar al Gobierno, con el peligro de que el país se deslice, creen, por una pendiente peligrosa que solo beneficiaría a Vox. Lo que no inquieta es el llamamiento de Feijóo a los socios para una moción de censura, porque "ellos saben lo que hay, fueron sufridores de otras campañas". "Lo que nos recriminan es que no nos hayamos dado cuenta antes, pero no van a caer en su trampa", deslizan.
En el Ejecutivo asumen, sin embargo, que esa suerte de "realidad paralela" sí ha permeado a la ciudadanía, y ha alcanzado a las bases y los dirigentes del partido y a Sumar. "Yolanda y otra gente hablan respondiendo a una sensación mediática. El único escándalo es el mediático", señalan desde la Moncloa. Para Óscar López, ministro para la Transformación Digital y líder del PSOE madrileño, lo que es "muy grave" es la campaña de bulos y fango. "Todo se basa en una campaña de acoso y derribo permanente al Gobierno, con filtraciones a medias, con personajes raros [Leire Díez], con tramas ya difíciles de seguir", respondió a la vicepresidenta Díaz.
En el Ejecutivo creen que Díaz responde a una "sensación mediática", no real. Y piden al partido que mantenga la tranquilidad, que aguante la presión
Desde el corazón del poder piden al partido que resista. Como su jefe de filas: "Nuestra gente es que no para de ver la tele y no podemos pedirles que tengan escudos de Superman. Puede haber gente nerviosa. Pero si lo están, que se tranquilicen. Tienen que aguantar la presión. Ya se sabe, para ser cirujano, tienes que aguantar el pulso".
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