Ninguna sorpresa. El nuevo curso político en el Congreso arranca como terminó el anterior. Con bronca en la sesión de control. Con acusaciones por la "corrupción" del Gobierno lanzadas por Alberto Núñez Feijóo, con reivindicación de su política por parte de Pedro Sánchez. Cero puentes de entendimiento en una legislatura muy caliente. Y era lo previsible también por el contexto que enmarcaba este miércoles el duelo parlamentario: la agenda de los tribunales, con la apertura de juicio oral al fiscal general del Estado (ayer) y la cuarta comparecencia como imputada de Begoña Gómez (hoy), ofrecían una contundente munición al líder del PP. Las medidas de presión a Israel, el "plantón institucional" de Feijóo en la apertura del año judicial y su utilización de una "conversación privada y falsa con el Rey", la ola de incendios del verano o la estrategia de "mimetización con la ultraderecha" eran a su vez un arma para el jefe del Ejecutivo.
(Noticia en ampliación)
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