No es la primera vez que Pedro Sánchez insiste en su confianza en que la Justicia acabará poniendo "las cosas en su sitio", que las causas judiciales que se siguen contra su hermano, David, y su mujer, Begoña Gómez, se diluirán. Pero este miércoles las palabras del jefe del Ejecutivo desde Nueva York adquirían más peso por lo ocurrido horas antes en Madrid: el auto del magistrado Juan Carlos Peinado por el que anticipó a Gómez, a su asesora, Cristina Álvarez, y al delegado del Gobierno en Madrid, Fran Martín, que si van a juicio por malversación serán juzgados por un jurado popular. Una resolución que llegaba apenas 24 horas después de que la Audiencia de Badajoz confirmara el procesamiento de su hermano por presunta prevaricación. "Nos toca defender la verdad, y la verdad es que mi hermano y mi mujer son inocentes", aseguró tajante.

La decisión del juez Peinado marcó toda la jornada informativa de este miércoles y también, como era esperable, la comparecencia del presidente del Gobierno desde Nueva York, programada con antelación para hacer balance de su viaje con motivo de la apertura del 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas. La rueda de prensa de Sánchez tuvo lugar unas cinco horas después del discurso del rey Felipe VI en el plenario, en el que su defensa del multilateralismo y sobre todo su exigencia a Israel para que pare la "masacre" en Gaza contrastó de forma nítida con el que el martes había pronunciado el presidente de EEUU, Donald Trump.

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