"Nunca" él mismo ni el partido dudaron de la veracidad de las acusaciones de acoso sexual que se vertieron contra Paco Salazar. Pero es una evidencia que se gestionó mal todo lo que vino después, las dos denuncias desgarradoras de dos mujeres que trabajaron a las órdenes del exdirigente sevillano en la Moncloa. Y él, Pedro Sánchez, asume ese "error" en la "velocidad" de tramitación de ambos escritos "en primera persona". Una demora de casi cinco meses que, aunque "esté en plazo", es inasumible para el PSOE y que exige, cree el presidente del Gobierno, un "refuerzo" del órgano antiacoso encargado de recepcionar, instruir y resolver las denuncias que lleguen por los cauces internos.
Fue este sábado cuando Sánchez se refirió por primera vez al caso Salazar. No lo había hecho ni en julio, cuando elDiario.es publicó las primeras acusaciones por comportamientos machistas que provocaron su caída fulminante, tanto en el partido —no llegó a ocupar el cargo de segundo adjunto a la Secretaría de Organización— como en el Gobierno —era secretario general de Coordinación Institucional en la Moncloa—. Pero este 6 de diciembre estaba obligado a hablar de lo ocurrido y lo hizo a lo largo de una larga conversación informal con los periodistas durante la recepción en el Congreso por el 47º aniversario de la Constitución.
Esta semana, elDiario.es dio a conocer la literalidad de las dos denuncias que se registraron contra Salazar en el canal antiacoso habilitado por el partido en julio, sobre las que no se había actuado desde entonces. Ni tan siquiera se había contactado con las víctimas. Nada. El caso ha incendiado el PSOE, ha irritado especialmente a las mujeres, conscientes de que el feminismo es una valiosa bandera para la organización, la que ha ayudado decisivamente a sostenerla electoralmente. En las filas socialistas muchos se preguntaban en estos días si hubo encubrimiento, voluntad de proteger al exdirigente sevillano, una persona que durante años ha sido de la máxima confianza de Sánchez.
La respuesta que dio el presidente es no. No hubo "voluntad" de ocultación, no se trata de un "error buscado", no hubo "connivencia" con él. "Ha habido un pequeño error en la velocidad de tramitación" de esas dos denuncias, "y yo asumo el error en primera persona", pero "no es un error buscado", indicó a los periodistas. El jefe del Ejecutivo explicó que el PSOE activó su protocolo antiacoso en mayo y que fue en julio cuando estalló la crisis. En todo momento achacó la demora a la falta de rodaje del órgano contra el acoso, montado hace muy pocos meses, y recalcó que actúa de forma "autónoma", de tal manera que la ejecutiva que él dirige "no tiene capacidad de influir ni de intervenir" en la instrucción de los expedientes y en su resolución.
De hecho, él no tuvo conocimiento de esas dos denuncias hasta esta misma semana, cuando las publicó elDiario.es, cuando se supo que el órgano antiacoso ni siquiera había contactado a las víctimas desde que ambas reportaron sus experiencias en julio. "Ha habido un error que lamentamos con la velocidad en la interacción de las dos denunciantes", insistió. Un error, añadió, al que no resta "gravedad".
No obstante, el órgano aún está "en plazo" para resolver, señaló. Y es que, según el protocolo, ese comité antiacoso dispone de tres meses para dar respuesta al análisis de las actuaciones, pudiéndose prorrogar por otros tres meses "en casos de extraordinaria complejidad o circunstancias justificadas", algo que en este caso no ha concurrido. Su conclusión es que hay que "reforzar en recursos humanos" el órgano, apuntalarlo con más personal para que pueda actuar con mayor celeridad.
La pregunta ahora es si el partido llevará las dos denuncias a la Fiscalía, como le piden dirigentes feministas y como verbalizó el jueves, en nombre de ellas, la que fue número dos de Sánchez, la asturiana Adriana Lastra. "La legislación es clara: son las denunciantes las que deben considerar si hay que acudir a la Fiscalía —respondió—. Legalmente no es posible que lo haga el partido, son las víctimas las que pueden ponerlo en conocimiento de la Justicia. Lo que sí podemos hacer nosotros es darles todo el apoyo y toda la ayuda. Pero dejemos trabajar a la comisión, que haga su trabajo sin interferencias".
En la propia cúpula de Sánchez, no obstante, hay dudas respecto a este último asunto. Según indicaba una dirigente de su entera confianza a los informadores, si todo el relato terrible de las dos mujeres que trabajaron para Salazar se confirma, si los hechos son ciertos, "habrá que ir a la Fiscalía", porque motivos hay "de sobra", ya que "siempre que tenga conocimiento de un delito", el partido puede llevarlo a manos de la Justicia. Eso sí, también entiende esta fuente que primero ha de resolver el expediente el órgano antiacoso, y hacerlo con celeridad, sin más demoras.
(Noticia en ampliación)
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