Pilar Rahola (Barcelona, 1968), periodista y ex regidora y diputada de ERC, ha pasado en la última década de biógrafa oficial de Artur Mas a miembro del círculo más próximo de Carles Puigdemont. Su cita veraniega en Cadaqués se convirtió en barómetro del quién es quién en en el independentismo catalán. Ahora defiende sin dudas la amnistía pactada por Puigdemont y se muestra convencida de que el ex president que huyó tras proclamar la independencia volverá más fuerte que antes amparado por el perdón de Pedro Sánchez para las próximas elecciones catalanas.

Pregunta.- ¿Las elecciones del 12 de mayo son un plebiscito?

Respuesta.- Esa es la intención si Carles Puigdemont se presenta. Es evidente que no se presenta para ser el presidente de una autonomía, se presenta para culminar todo un proceso que empezó el 1-O. Por tanto se planteará en términos de plebiscito. Estas elecciones pueden tener muchos matices pero sobre todo serán una batalla Puigdemont-Illa. Volvemos a la polaridad entre el españolismo y el independentismo.

Estas elecciones serán una batalla Puigdemont-Illa. Volvemos a la polaridad entre el españolismo y el independentismo"

Puigdemont ha dicho muy claramente que él está en un proceso de autodeterminación y si vuelve no lo hace para asumir una presidencia autonómica. Los votantes tendrán en cuenta eso, para bien o para mal. Es posible que eso implique una polarización a favor de Salvador Illa en el voto contrario, pero también para Puigdemont.

P.- ¿Cuándo habla de plebiscito quiere decir que si Puigdemont consigue la mayoría absoluta debería proclamar la independencia?

R.- No sé como se plantearán las cosas, es un proceso por acabar de definir. Pero sin duda se planteará avanzar o culminar el proceso de autodeterminación que empezó el 1-O. Esa siempre ha sido la voluntad de Puigdemont, y en eso nunca ha mentido, incluso ahora se lo ha dicho claramente al PSOE. No solo no renunciamos sino que queremos ejercer la autodeterminación. Creo que el carácter plebiscitario va en ese sentido y si va en ese sentido lo que no pasará es que no se produzca. Pudo pasar lo que pasó en octubre de 2017, cuando se retiró la declaración de independencia, pero ahora estamos en otro momento. No sé cómo se planteará pero sí tengo claro que si Puigdemont se presenta y gana la independencia estará en la agenda.

Puigdemont conversa con Pilar Rahola

P.- ¿En qué ha cambiado el Puigdemont de 2024 respecto al de 2017?

R.- Mi percepción es que estamos ante un Puigdemont muy fuerte, muy empoderado, que vine de muchas batallas. No es el Puigdemont que se va al exilio sin saber qué va a ocurrir. Es un Puigdemont que ha ganado a la justicia española en Alemania, Italia, Bélgica, que ha dado en estos años una batalla judicial en Europa, que ha sido nombrado hombre importante por la revista Politico y ha debatido con el presidente del PP europeo en el Parlamento Europeo. Y finalmente un hombre que siendo deshumanizado y criticado, siendo el hombre más perseguido de España, se ha convertido en la alianza clave para Pedro Sánchez. De manera que su poder ha crecido extraordinariamente. Lo veo empoderado, convencido de que toca jugar fuerte, y también contento porque es un momento, en muchos sentidos, importante.

P.- La negociación de la amnistía es lo que más lo ha empoderado.

No deja de ser una ironía del destino que el hombre que promete que lo va a traer preso ha acabado siendo el que lo necesitaba para ser presidente"

R.- Lo ha empoderado fundamentalmente la batalla judicial en diferentes campos de Europa. La justicia lo ha querido detener durante seis años y no ha podido. Es una cacería de un Estado buscando a Puigdemont y no lo ha conseguido. En este sentido es un hombre que se siente más fuerte, pero ciertamente Pedro Sánchez ha sido la guinda final. No deja de ser una ironía del destino que el hombre que promete que lo va a traer preso ha acabado siendo el que lo necesitaba para ser presidente.

P.- ¿Ve posible un pacto entre Junts y ERC tras las elecciones?

R.- A día de hoy parece improbable. No creo que se produzca un pacto para un gobierno autonómico. En política las alianzas siempre son fruto de las circunstancias y todo es posible, lo hemos visto con Pedro Sánchez, si Puigdemont gana con carácter de plebiscito ERC se verá arrastrada por la situación. Pero a día de hoy no parece una opción probable.

P.- ¿Qué opciones tiene la nueva candidatura de Clara Ponsatí y Jordi Graupera?

R.- Son opciones legítimas, no veo que haya demasiados impedimentos para que se presenten. El mundo independentista es complejo y hay sectores que pueden estar decepcionados por los dos grandes partidos y opten por una opción nueva. Tendremos en campaña más de un agente independentista pero no estoy segura de que culminen.

P.- Usted ha sido de las pocas dispuestas a debatir con Sílvia Orriols, la líder de Alianza Catalana, aunque muchos la ven como un peligro para Junts.

R.- Siempre he creído que cualquier estigmatización o blindaje en contra de Orriols lo único que consigue es hacerla crecer. Ella detecta los problemas con inteligencia, otra cosa es que sus soluciones me parezcan simples o incluso no aceptables. Pero plantea cuestiones que están en la sociedad y se tienen que plantear. No escuchar su voz y expulsarla del debate político es un error que lo único que hace es convertirla en una especie de mártir de causas diversas que afectan a la gente.

Es posible que reste votos a Junts, creo que Orriols puede restar votos a todos, también a ERC o las nuevas corrientes independentistas. Todas esas nuevas opciones se van a medir las fuerzas, pero si Puigdemont es el candidato estamos hablando de un hecho histórico, es el presidente en el exilio volviendo después de seis años sin ser detenido.

Sánchez y Aragonès pactaron el calendario para complicarle las cosas a Puigdemont, es el candidato más fuerte

P.- ¿Pedro Sánchez y Pere Aragonès han pactado el adelanto electoral para evitar la confrontación electoral con Puigdemont?

R.- No tengo ninguna duda de que ERC y el PSOE se han coordinado. No creo que Aragonès, o Junqueras, no avisaran a Pedro Sánchez de esa posibilidad, sin duda, lo supo antes Sánchez que Puigdemont. Pactaron el calendario para complicarle las cosas a Puigdemont, porque es sin duda el candidato más fuerte del independentismo. Me parece hasta normal en el juego de la política. 

Illa puede verse reforzado por Puigdemont, porque se polarizará el voto. A no ser que las bombas del ‘caso Koldo’ le acaben estallando definitivamente. Illa puede aglutinar el voto anti-Puigdemont, igual que Puigdemont aglutinará el voto por la independencia.

P.- A pesar de los discursos públicos, PSC y Junts han votado muchas cosas juntos en el Parlament. ¿El retorno de Puigdemont imposibilita la sociovergencia?

R.- En términos de modelo económico y social existe claramente una sociovergencia que se ha ido reproduciendo en votaciones en el Parlament. Pero cuando ponemos la clave nacional no existe sociovergencia, ahí son mundos confrontados.

P.- ¿Lo imposibilita Puigdemont o sin él Junts tampoco podría pactar con el PSC?

R.- Puigdemont ha demostrado que puede pactar con cualquiera si ha pactado con Pedro Sánchez, que es el hombre que lo quería cazar. Lo que lo imposibilita no es la persona sino la clave, en términos de autodeterminación y plebiscito ahí si veo muchas dificultades. Pero hace dos días no imaginábamos la amnistía y estamos aprobándola, una nunca sabe.

Puigdemont ha demostrado que puede pactar con cualquiera si ha pactado con Pedro Sánchez, que es el hombre que lo quería cazar"

P.- ¿La amnistía es una renuncia, como asegura el PSOE y critican algunos independentistas?

R.- Yo no veo ninguna renuncia en una amnistía a todos los represaliados del 1-O, que además se hace con los planteamientos que Junts acaba imponiendo. Al contrario, ha sido una jugada de importancia política para todos, independentistas y no independentistas. Tener a centenares de personas en procesos judiciales era una barbaridad que no se puede sostener en democracia. Ha sido un éxito de todos, y sobre todo ha sido un éxito de Junts, porque sin Junts no tendríamos este texto que incluye terrorismo y alta traición.