La UEFA ha anunciado a última hora de esta tarde que, tal y como se preveía, Bilbao dejará de ser la sede de la Eurocopa en España y que será Sevilla la que acogerá el evento deportivo a partir del 11 de junio próximo. La candidatura de la capital vizcaína, donde debía jugar la selección española de fútbol, se cae de la docena de sedes que acogerán el certamen futbolístico más importante de Europa por las exigentes condiciones sanitarias que había establecido el Gobierno vasco y que hacían prácticamente imposible acoger público en el estadio de San Mamés, tal y como exigía a las sedes la UEFA.

El Gobierno vasco había aceptado un 25% de aficionados siempre que los ratios de vacunación alcanzaran el 60% del a población, la saturación de las UCI no superara el 2% y ala incidencia acumulada estuviera por debajo de 40 casos por cada 100.000 habitantes, requisitos que la Federación Española de fútbol calificó de "imposibles de cumplir". Actualmente, a menos de dos meses de que se celebre la Eurocopa, el País Vasco encabeza la incidencia de la cuarta ola en España con una incidencia acumulada de 521 casos por cada 100.000 habitantes y una ocupación de las UCI de casi el 80%.

Desde el Ayuntamiento de Bilbao se ha emitido un duro comunicado en el que han asegurado que tras "esta decisión unilateral" no permitirán "que se juegue con Bilbao y las instituciones vascas". Además de arremeter contra la UEFA, también se critica el papel jugado por la Federación Española de Fútbol "a la que nunca le gustó Bilbao como sede de la Euro2020". Consideran que son tanto la UEFA como la RFEF las que tendrán que explicar cuáles son las negociaciones y condiciones "sanitarias, económicas y contractuales" pactadas con Sevilla para convertirse en sede, cuya condición fue adelantada "de forma irrespetuosa", apuntan.

'Estilo vasco' de hacer las cosas

La candidatura de la capital vizcaína se diluye tras ser declarada sede de la Eurocopa en 2014 y haber comprometido contratos por más de 2,6 millones de euros para su organización y haber efectuado pagos hasta ahora por 1,2 millones de euros. Importes que serán reclamados judicialmente, así como un resarcimiento por el daño y perjuicio ocasionado a la ciudad. En la extensa nota emitida por el Consistorio y las otras dos instituciones que participaban en la 'Sede Bilbao', Diputación de Bizkaia y Gobierno vasco, arremeten contra el organismo futbolístico por su decisión y su comportamiento y le advierten que los servicios jurídicos analizan ya las vías para el resarcimiento por incumplimiento del contrato suscrito en 2014.

El malestar fundamental que subrayan es el daño que se provoca a la imagen de la ciudad y a su capacidad para organizar eventos de repercusión internacional. "No vamos a permitir que se ponga en duda la contrastada y larga experiencia y capacidad de las autoridades vascas". Tampoco aceptan que se cuestione el "estilo vasco de hacer las cosas: la seriedad, la coherencia, la profesionalidad y la responsabilidad". Afirman que no permitirán que se dañe la imagen de Bilbao, Bizkaia o Euskadi ni su capacidad "como ciudad, territorio o país para atraer eventos deportivos, culturales, sociales, expositivos o congresuales".

A lo largo del escrito insisten en que el contrato firmado hace siete años lo han cumplido "al 100%" y Bilbao estaba preparada ya para acoger la Eurocopa. Apuntan incluso que se había comenzado a hacer pruebas en el exterior de San Mamés con parte de las instalaciones necesarias. Recuerdan que si el evento se suspendió por razones sanitarias el año pasado también ahora éstas debían ser tenidas en cuenta a la hora de celebrarlo. Reprochan a la UEFA que en esta ocasión no han encontrado "ni una sola razón, ni deportiva, social o económica y mucho menos relacionada con la salud pública" para evitar la propagación del coronavirus "en ninguna de las comunicaciones de la UEFA".

Ni amenazas ni agravios

Las instituciones vascas recuerdan que desde hace semanas "no ha hablado nadie con la 'Sede Bilbao', ni siquiera con el alcalde de la ciudad. Añaden que la UEFA quizá sí "ha hablado pero a espaldas" de Bilbao para defender "otra sede y otros intereses" para asegurarse la presencia de público. Afirman que debe quedar claro que "no hemos aceptado ni aceptaremos amenazas ni agravios, ni menosprecios y, mucho menos, saltarse las normas que rigen apara prevenir la salud de nuestro conciudadanos".

Reclaman a la UEFA que les remita por escrito qué aspectos del contrato "hemos dejado de cumplir" y en cuáles se basa para retirar la condición de sede a Bilbao. Le piden que cite cuál es el punto del contrato en el que se incluye que se puede cambiar de sede "sin consultarlo, comunicarlo, trabajarlo con esta sede". Bilbao recuerda que cuando se firmó la UEFA tenía previstas como sedes suplentes las ciudades de Cardiff (Gales) y Estocolmo (Suecia).

Por último, consideran que no se les ha dado una explicación convincente y por eso ha intentado "que evitemos ir a un litigio". Bilbao avanza que solicitará el resarcimiento de los gastos desembolsados hasta ahora y una cuantificación de "los daños y perjuicios posibles ocasionados" por la decisión de dejar en suspenso su condición de sede.