
Luis Rubiales y Luis de la Fuente en la final del mundial femenino en Sídney el pasado 20 de agosto
El entrenador de la Selección española masculina, Luis de la Fuente, estuvo presente en la reunión en la que la jefa de prensa de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Patricia Pérez, denunció que se había sentido presionada. El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge está indagando en esta cita en la que el expresidente Luis Rubiales y su entorno presionaron presuntamente a la periodista para que hiciera una declaración a su favor en torno al episodio del beso a Jennifer Hermoso. El programa Código 10 de Telecinco publicó anoche la declaración de la futbolista en la Fiscalía en la que señala:"No me sentí respetada". El juez del 'caso Rubiales' ha abierto una pieza separada en la causa para conocer de dónde salen las filtraciones de la investigación.
Este martes acuden a la Audiencia Nacional el exseleccionador femenino Jorge Vilda y el responsable de marketing de la RFEF, Rubén Rivera, que tendrán que declarar en calidad de imputados a partir de las 10 de la mañana. El primero será preguntado sobre las supuestas presiones que ejerció sobre el hermano de Hermoso --tal y como él corroboró ante el juez-- en el avión de regreso a España; y el segundo tendrá que contestar acerca del viaje que realizó a Ibiza cuando las jugadoras estaban celebrando la victoria en el Mundial de Sídney (Australia). Según fuentes de la causa, la internacional confesó en la Fiscalía que tanto Rivera como el responsable deportivo, Albert Luque, trataron de interceder por Rubiales para que ella cambiara su versión durante la estancia en Baleares, como contó este periódico.

Las declaraciones de todos los testigos se han pospuesto y, entre ellas, la de Luis de la Fuente a quien pocas personas recuerdan en el mundial femenino. Sin embargo, estuvo en el partido que convirtió a las deportistas campeonas del mundo el 20 de agosto, como confirman fuentes presentes ese día, y como se puede comprobar en las pocas fotografías en las que aparece el seleccionador. De esta forma, pudo ser observador de primera sobre el gesto que Rubiales tuvo con Hermoso y que lo mantiene imputado por un delito de agresión sexual y otro de coacciones.

La imagen que sí fue muy polémica fue la del responsable de la RFEF aplaudiendo a Rubiales en la famosa junta de la Federación en la que se aferró a su cargo: "¡No voy a dimitir!". Tuvieron que pasar varios días hasta que De la Fuente optó por separarse de su reacción y pedir perdón por lo que había ocurrido. "He recibido duras críticas. Pienso que son totalmente merecidas, lo lamento, lo comprendo y pido perdón. Son unos hechos que son injustificables", dijo el 1 de septiembre.
La reunión ante Integridad
Más allá de estar el día de la final, distintas fuentes del caso confirman que la cita de De la Fuente ante el juez se centra en la reunión en la que Patricia Pérez prestó declaración en el marco de una investigación interna del equipo de Integridad. El director de este área, Miguel García Caba, declaró ya como testigo ante el magistrado Francisco de Jorge y explicó cómo sucedieron los hechos, de la misma forma que lo hizo la jefa de prensa a quien se le recogió un testimonio que luego la defensa de Rubiales aportó para su exculpación.
Pérez dejó por escrito en la RFEF que ella no había visto a Hermoso afectada tras el beso y este, más otro testimonio del psicólogo de la Federación Javier López Vallejo, consta en el cierre de toda responsabilidad que resolvió el jefe de Integridad para Rubiales. García Caba debió haber hablado con la jugadora para incluir su versión en el expediente, pero fuentes cercanas a lo sucedido explican que ella no atendió a la llamada. Así, Integridad dio carpetazo al asunto Rubiales.
Lo que ocurrió luego es que la propia Pérez denunció de forma interna en el departamento de Cumplimiento (Compliance, en inglés) que había soportado mucha tensión en ese encuentro y que toda su declaración había quedado resumida en folio y medio a pesar de que el encuentro duró más de tres horas. En ese tiempo, según fuentes presentes aquel día, "entraban, salían, subían y bajaban" muchas personas del despacho de Rubiales.
Los hechos sucedieron en el tercer piso del edificio de la Federación, entre el despacho del expresidente y el de su jefe de gabinete, José María Timón, (a quien el juez también ha llamado como testigo) que conectan a través de una fuente. Presentes estaba no sólo Rubiales, sino también su padre Luis Manuel Rubiales (que no ejerce cargo orgánico en la Federación) y otras personas a las que el entonces dirigente llamaba como "apoyo", relatan citadas fuentes.
De la Fuente declarará el próximo 2 de noviembre (en un principio se había agendado para la próxima semana pero problemas en la agenda de la letrada de Rubiales han hecho cambiar la cita) junto al que fuera director de comunicación de la RFEF Pablo García Cuervo y al subdirector de ese área, Enrique Yunta, ambos también testigos de la congregación en Integridad. Asimismo, para el día 14 se realizará la declaración del psicólogo de la selección femenina Javier López Vallejo, el director de gabinete José María Timón y el responsable de Compliance, Javier Pujol.
Las filtraciones
El titular del juzgado de instrucción número 1 de la Audiencia Nacional ha abierto una pieza separada para indagar en las filtraciones del procedimiento, según confirman fuentes de la investigación. El juez De Jorge quiere saber qué partes personadas han accedido a las declaraciones que se han tramitado en la causa y que, luego, han terminado siendo publicadas.
Fuentes jurídicas explican lo complicado que es realizar estas indagaciones porque acceso al procedimiento tienen todas las partes y todas ellas tienen "derecho" a consultar entre los documentos y vídeos del caso cuantas veces quieran. Para completar las pesquisas habría que intervenir el móvil o el correo electrónico de todos los personados en el 'caso Rubiales' y conocer así quién ha hablado con periodistas algo que los consultados consideran un trámite absolutamente delicado.
Por su parte, la declaración de Jennifer Hermoso no está prevista por el momento. Su abogado Ángel Chavarria había solicitado que se hiciera por vídeoconferencia y la Fiscalía había apoyado dicha petición, pero el magistrado suspendió esta diligencia porque su intención es escucharla en persona.
La declaración de Hermoso
Hasta el momento, ella sólo ha testificado en la Fiscalía General del Estado. La declaración íntegra fue publicada este lunes por la noche en el programa de Mediaset. Hermoso se expresó en estos términos: "No me merezco haber vivido todo esto, para mí es muy difícil no poder salir de casa". Durante 45 minutos describió ante la teniente fiscal Marta Durántez cómo Rubiales le pidió que lo ayudara por primera vez en Australia al salir del vestuario y ella le dijo "la que te va a caer"; por segunda vez en el avión cuando él le imploró que saliera con él en un vídeo y ella se negó; y luego a través de sus emisarios. "Tienes que ayudarme, tienes que hacerlo por mis dos hijas que están ahí llorando en el avión", le pidió el expresidente en el trayecto de la aeronave. Ella dice que él sabía que algo había hecho mal porque si no no habría solicitado su ayuda.
Además, Hermoso explica que ella no redactó "ni una palabra" del comunicado que se remitió a los medios a través de la Federación y se limitó a decir "haced lo que queráis". "¿Te sentiste coaccionada?", le preguntó Durántez. "Sí". En ese momento la Fiscalía todavía no había interpuesto la querella por la que luego acusarían a Rubiales e introducirían también el delito de coacciones.
La jugadora Misa Rodríguez advirtió a Hermoso de que el entrenador Jorge Vilda estaba dando vueltas por el avión para lograr hablar con su hermano. "Mi hermano me dijo que les estaba dejando caer que si yo le ayudaba me podía ir bien y era lo que tenía que hacer. Que al final yo había hecho mucho por estar ahí y que me convenciera de alguna manera de ayudarles. Si era lo que me había dicho a mí 'ayúdame'", relató.
Igualmente, Hermoso relata cómo se produjo el viaje a Ibiza donde fueron enviados dos hombres de "confianza" de Rubiales para tratar de encarrilar la situación. "¿No vas a hablar conmigo dos minutos aunque sea por la confianza que tenemos?", le escribió Luque, quien luego se presentó en el hotel en el que estaban. La futbolista no bajó a hablar con él, sino que lo hizo su amiga. "Estuvo como media hora hablando con él. Llegaba un punto en el que incluso se enfadaba con mi amiga Estaban usando a mi familia delante de mí. Que era como lo estoy viendo, estoy viendo lo que estáis haciendo", dijo la deportista.
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