La amnistía, que está cerca de entrar en el Congreso vía proposición de ley llega, como un terremoto en el mundo judicial que moverá los cimientos de decenas de causas enfrentándose a una medida de gracia sin precedentes en la democracia moderna de España. Una vez la norma se haya aprobado en las Cortes se abrirán distintos escenarios en los tribunales.

¿Qué es una amnistía?

Se trata de una medida de gracia que se concede por parte del Congreso. A diferencia del indulto que se otorga por el Gobierno, la amnistía debe aprobarse por mayoría de la Cámara y tiene consecuencias distintas. Mientras que el indulto perdona la pena, es decir, la cárcel por ejemplo, la amnistía lo que hace es borrar directamente todo el procedimiento judicial. Los amnistiados no tendrán pena alguna y además no figurará que hayan cometido delito porque se borran los antecedentes penales.

¿Por qué hay debate sobre si es o no constitucional?

La Constitución aprobada en 1978 no contempla la figura de la amnistía. Ni siquiera la nombra en su texto. Por eso, los tribunales deben interpretar si quienes la redactaron lo hicieron pensando en que era posible o en que no. En los debates de estas semanas atrás diversos juristas se han mostrado en contra de que la amnistía quepa en la Carta Magna porque dicen si no permite lo mayor (indultos generales) no puede permitir lo menor. Otros, en cambio, creen que el hecho de que no diga nada es sintomático y que si el constituyente hubiera querido prohibirla lo habría dejado por escrito. La interpretación final correrá a cargo del Tribunal Constitucional.

¿Para qué quieren los miembros del procés una amnistía si ya tienen el indulto?

El Gobierno indultó a nueve líderes del procés en 2021 que habían sido condenados por el Tribunal Supremo por delitos de sedición y malversación en la preparación del referéndum de independencia. El alto tribunal había impuesto una condena de cárcel y otra de inhabilitación, pero el Ejecutivo sólo perdonó una parte, la de la cárcel. Por eso, ni el líder de ERC Oriol Junqueras ni el resto de políticos puede presentarse a unas elecciones hasta que termine la condena.

A su vez, el expresident Carles Puigdemont y tres consellers se fugaron a Bélgica dejando de someterse al juicio del Supremo. Desde entonces tienen un procedimiento judicial pendiente en España. Con una amnistía todo esto terminaría, todo quedaría perdonado.

¿La amnistía se puede recurrir?

Cualquier ley puede ser recurrida ante el Tribunal Constitucional. Lo pueden hacer tanto grupos políticos con más de 50 diputados como particulares. Pero, además en este caso, los propios tribunales que tengan que aplicar la amnistía pueden presentar una cuestión de inconstitucionalidad si tienen duda de que lo que van a dictar no encaja en la Constitución. Igualmente y de forma paralela (no tiene por qué ir un recurso después de otro) los jueces pueden recurrir a la justicia europea (Tribunal de Justicia de la Unión Europea) para saber si la ley entra dentro del marco comunitario.

¿Si se recurre la amnistía se paraliza?

En ningún caso se pararía la ley como tal. Cualquier norma que se aprueba en las Cámaras tienen presunción de constitucionalidad así que debe aplicarse directamente por los tribunales. Los recursos que presentaran el PP o los partidos de la oposición a título particular, así como cualquier tercero, tampoco podrían paralizar ningún trámite.

Lo único que podría frenar únicamente la aplicación de la amnistía en procedimientos concretos sería una cuestión de inconstitucionalidad presentada por los propios tribunales. "El planteamiento de la cuestión de constitucionalidad originará la suspensión provisional de las actuaciones en el proceso judicial hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre su admisión. Producida esta, el proceso judicial permanecerá suspendido hasta que el Tribunal Constitucional resuelva definitivamente sobre la cuestión", dice la Ley Orgánica del tribunal de garantías. Esto quiere decir que si, por ejemplo, la Sala de lo Penal del alto tribunal plantea una cuestión de este tipo en el proceso contra Puigdemont la amnistía no se aplicaría hasta que el órgano garante de la Carta Magna se pronunciara.

¿Podrá volver a España Puigdemont?

Tanto Puigdemont, como los exconsellers Lluis Puig, Toni Comín y la exsecretaria general de ERC Marta Rovira están en la misma situación. Fugados y sin haberse sometido a la Justicia española. Por eso, tienen órdenes de detención nacional de manera que si pisaran España serían detenidos. Con la amnistía en marcha el escenario cambia y, según las fuentes jurídicas consultadas, incluso aunque los tribunales no la aplicaran porque plantearan la cuestión de inconstitucionalidad y el asunto se paralizara ellos podrían volver. El procedimiento quedaría en pausa totalmente tanto la medida de gracia como cualquier orden de arresto contra ellos.

¿Qué delitos incluirá la amnistía?

Los pormenores del texto no se conocen todavía, pero las fuentes consultadas expresan que la amnistía no perdona delitos como tal sino hechos. En cualquier caso y según lo que se ha desprendido de las declaraciones de ERC el marco del perdón puede alcanzar desde los condenados por malversación y otros asuntos hasta los que están procesados por terrorismo en la Audiencia Nacional entre los que se incluyen los CDR y (a la espera del procesamiento) los miembros de Tsunami Democràtic.

¿Por qué ha paralizado la política esta negociación?

Aunque el PSOE siempre se había mostrado contrario a conceder una medida de gracia de estas características (calificándola incluso de inconstitucional), las últimas elecciones generales han hecho que asociarse con Junts sea imprescindible. Y el partido que dirige Puigdemont desde el exilio ha puesto como condición sine qua non la amnistía --a todo el proceso independentistas desde 2014 cuando el que tenía la batuta era Artur Mas-- para investir a Pedro Sánchez presidente. Empaquetar una ley de estas características no es trabajo sencillo porque no hay precedentes con la actual Constitución así que parte de las negociaciones estas semanas se han basado precisamente en peinar todos los flecos de la medida de gracia.