Un total de 123 países han firmado hoy la Declaración de Clima y Salud de la COP28, iniciativa que sitúa la salud en el centro de la acción climática y que reconoce que hay que reducir emisiones y contaminación para salvaguardarla, pero sin mencionar la necesidad de acabar con sus principales causantes, los combustibles fósiles.

La declaración, a la que se han sumado potencias como Estados Unidos, la Unión Europea o Japón pero no las dos naciones más pobladas del mundo, China e India, ha sido impulsada por la presidencia de la cumbre del clima de Dubái (COP28), en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La presidencia de la COP28 reconoce que reducir los impactos del cambio climático en la salud requerirá acciones de toda la sociedad, incluidas "acciones rápidas y a gran escala para descarbonizar los sistemas energéticos para reducir las emisiones en al menos un 43 % durante los próximos 7 años".

Según la misma fuente, anualmente, la contaminación causa casi 9 millones de muertes y más de 189 millones de personas se ven expuestas a fenómenos extremos.

Más renovables

Por otra parte, un total de 116 países se ha comprometido a triplicar la capacidad instalada renovable y a duplicar la tasa de mejora de la eficiencia energética de aquí a 2030 con la firma del Compromiso Mundial sobre Energías Renovables y Eficiencia Energética impulsado por la presidencia de la cumbre del clima de Dubái, COP28.

Esto supondría alcanzar en menos de 7 años los 11.000 gigavatios de capacidad renovable y elevar el ritmo de mejora de la eficiencia energética del 2 al 4 % al año.

Entre los firmantes se encuentran Estados Unidos, Reino Unido, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Japón, México y la Unión Europea, junto a estados miembro, como España, Francia, Portugal o Italia. Entre las ausencias, destacan las de China, India o Rusia.

Estos objetivos van en línea con las propuestas defendidas por la Agencia Internacional de la Energía y Agencia Internacional de Energías Renovables, que apoyan la Unión Europea y el G20, grupo que reúne a las mayores economías del mundo, en materia de renovables y eficiencia.

La UE defenderá también en la COP28 que lograr el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados requiere la eliminación progresiva a escala mundial de los combustibles fósiles y un pico en su consumo ya en esta década.

Para ello, aboga por el fin del uso de todos los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) en el sector de la energía antes de 2050 porque ya hay tecnologías competitivas para sustituirlos, han explicado a EFE fuentes conocedoras de la posición comunitaria.

Para el resto de usos de los combustibles fósiles, como la aviación o el transporte por barco, la UE defiende que se sigan usando sólo cuando vayan acompañados de sistemas de captura y almacenamiento de CO2 (como, por ejemplo, los combustibles sintéticos).