El de 2024 fue el enero más cálido en todo el planeta desde que hay registros. Así lo ha confirmado Copernicus (C3S), el servicio de cambio climático de la UE, que ha informado de que la temperatura media del aire en superficie fue de 13,14°C. Es decir, 0,70°C por encima de la media que registraron los meses de enero entre 1991 y 2020, y 0,12°C por encima del anterior récord, que fue el que marcó el enero de 2020.

La tendencia es clara. El planeta lleva ocho meses consecutivos batiendo el récord del mes correspondiente más cálido jamás registrado, y ya se ha confirmado que 2023 fue el año con las temperaturas más altas desde que empezamos a medirlas. En el caso de enero de 2024 la anomalía de temperatura global registrada fue inferior a la de los últimos seis meses de 2023, pero superior a cualquiera anterior a julio de 2023.

Comparativa de la temperatura diaria del aire en superficie en 2024 (línea continua) respecto a la media entre 1991 y 2020 (línea discontinua). Fuente: Climate Reanalyzer

Pero, como siempre, hubo grandes diferencias. En el norte de Europa los países nórdicos tuvieron temperaturas por debajo de la media del periodo de referencia (1991-2020) el pasado enero. Todo lo contrario que los países europeos del sur, que estuvieron "muy por encima" de esa media. Fuera de Europa, las temperaturas fueron muy superiores a lo normal en el este de Canadá, el noroeste de África, Oriente Medio y Asia central, e inferiores a la media en el oeste de Canadá, el centro de EE.UU y la mayor parte del este de Siberia. El Niño comenzó a debilitarse en el Pacífico ecuatorial, pero las temperaturas del aire marino en general se mantuvieron en un nivel inusualmente alto.

Pero se pueden hacer más lecturas echándole un ojo a los datos. Y es que el enero de 2024 estuvo 1,66°C por encima de la estimación de temperatura de ese mes entre 1850 y 1900, que ha sido designado como el periodo de referencia preindustrial. Recordemos que en el Acuerdo de París, firmado en 2015, se establecía el objetivo de no superar el 1,5ºC de calentamiento global respecto a niveles preindustriales.

Pero los informes de Copernicus llevan tiempo alertando de que no vamos por buen camino. "La temperatura media mundial de los últimos doce meses (febrero de 2023 - enero de 2024) es la más alta registrada, 0,64 °C por encima de la media de 1991-2020 y 1,52 °C por encima de la media preindustrial de 1850-1900", se explica en el comunicado del servicio europeo. Y el año nuevo no parece haber cambiado nada.

"2024 comienza con otro mes récord: no sólo es el enero más cálido registrado, sino que además acabamos de experimentar un periodo de 12 meses de más de 1,5 °C por encima del periodo de referencia preindustrial. Reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero es la única manera de detener el aumento de las temperaturas globales", declaró Samantha Burgess, Directora Adjunta del C3S.

Anomalía de la temperatura del aire en superficie en enero de 2024. Fuente: C3S

Otros registros mundiales

Respecto al mar, la temperatura media global de su superficie (TSM) en enero alcanzó los 20,97°C, un nuevo récord (0,26ºC por encima del registro de 2016). Pero además, teniendo en cuenta todos los meses esa cifra fue la segunda más alta jamás registrada, y se quedó tan solo a 0,01°C del récord de agosto de 2023 (20,98°C). "Desde el 31 de enero, la TSM diaria ha alcanzado nuevos récords absolutos, superando los valores máximos anteriores del 23 y 24 de agosto de 2023", informó Copernicus.

En cuanto al hielo marino, hubo dos caras. La extensión en el Ártico se acercó a la media y fue la más alta para un mes de enero desde 2009. Pero en la Antártida la situación fue radicalmente opuesta: la extensión de la capa helada fue la sexta más baja en un mes de enero, con un 18% por debajo de la media, aunque estuvo muy por encima del valor más bajo jamás registrado, que fue el de enero de 2023 (-31%).

Por último, el C3S también registró las lluvias que se produjeron en todo el planeta en enero. Su conclusión fue que "la humedad fue superior a la media en gran parte de Europa", con tormentas en el noroeste y suroeste del continente. Aunque se observaron condiciones más secas a la media en el sudeste y norte de España y el Magreb, el sur del Reino Unido, Irlanda, el este de Islandia, la mayor parte de Escandinavia, parte del noroeste de Rusia y el este de los Balcanes.

Fuera de Europa, el mes fue más húmedo que la media en varias regiones, como el oeste y sureste de EE.UU, una amplia región de Eurasia, el sureste de Sudamérica, el sureste de África y el norte y este de Australia. Y más seco en partes del oeste y sur de Norteamérica, Canadá, el Cuerno de África, la Península Arábiga y el centro-sur de Asia. En Australia y Chile, las condiciones secas contribuyeron a los incendios forestales.

España

En nuestro país la situación fue parecida. "El mes de enero ha sido en conjunto extremadamente cálido, con una temperatura media sobre la España peninsular de 8,4 °C, valor que queda 2,4 °C por encima de la media de este mes (periodo de referencia: 1991-2020). Se ha tratado del mes de enero más cálido desde el comienzo de la serie en 1961, habiendo superado en 0,4 °C a enero de 2016, que era hasta ahora el más cálido de la serie", informaron desde Aemet.

En concreto, enero resultó extremadamente cálido en el sur y en el centro de la Península, y cálido o muy cálido en el tercio norte, llegando a ser normal en algunos puntos del valle del Ebro. En Baleares fue muy cálido y en Canarias muy cálido o extremadamente cálido. Las anomalías térmicas llegaron a ser de +3 °C en el sur de Castilla y León, sur de Aragón, interior de la Comunitat Valenciana y de la Región de Murcia, sur y este de Castilla-La Mancha, este de Extremadura e interior de Andalucía central y oriental.

En el resto de la España peninsular las anomalías se situaron en torno a +2 °C, salvo en zonas del norte de Galicia, Cantábrico occidental, noroeste de Castilla y León y valle del Ebro, donde se situaron alrededor de +1 °C, llegando a observarse valores cercanos a 0 °C en algunos puntos del valle del Ebro. En Baleares tomaron valores comprendidos entre +1 °C y +2 °C, mientras que en Canarias se situaron entre +2 °C y +3 °C en zonas bajas y entre +3 °C y +4 °C en las zonas de mayor altitud.

A lo largo del mes hubo tres episodios cálidos que contribuyeron a esto, con temperaturas tanto máximas como mínimas muy por encima de los valores normales: el primero se extendió entre los días 1 y 4, el segundo entre los días 13 y 19, y el último, que resultó el más intenso, entre los días 21 y 31. A cambio, hubo un episodio frío, con temperaturas por debajo de las habituales para la época del año, especialmente las máximas, entre los días 6 y 12. También el día 20 se situaron por debajo de los valores normales.

Las temperaturas más altas entre estaciones principales correspondieron a Gran Canaria/aeropuerto, donde se registraron 30,8 °C el día 16, Fuerteventura /aeropuerto, con 29,9 °C el día 16, Hierro/aeropuerto, con 28,7 °C también el día 16, y Tenerife Sur/aeropuerto, donde se midieron 28,4 °C el día 30. En veintinueve estaciones principales se registró la temperatura máxima diaria más alta de un mes de enero desde que existen observaciones. Y en veinte estaciones principales se registró la temperatura mínima diaria más alta (la noche más cálida) de un mes de enero desde el comienzo de las respectivas series.

En cuanto a las lluvias, hubo más de lo normal. Así lo explicó Aemet: "El mes de enero ha tenido carácter húmedo en cuanto a precipitaciones, con un valor de precipitación media sobre la España peninsular de 67,5 mm, que representa el 105 % del valor normal del mes (periodo de referencia: 1991-2020). Se ha tratado del vigésimo sexto mes de enero más húmedo desde el comienzo de la serie en 1961 y del décimo del siglo XXI".

Aunque el mes fue "entre normal y húmedo en casi toda la Península", llegando a ser "muy húmedo" en el centro peninsular y puntos de Aragón, fue por el contrario muy seco en Cataluña, Murcia, áreas del Levante peninsular, Andalucía, la cornisa cantábrica, Navarra y norte de Galicia y Canarias. En el archipiélago balear, fue húmedo en las islas de Mallorca y Menorca y seco en el resto. Esto significa que las regiones españolas más castigadas por la sequía no han podido recargar sus reservas de agua en un época en la que tradicionalmente las lluvias sirven precisamente para esto.