"Más de 20 empresas estadounidenses están desarrollando reactores avanzados que cambiarán por completo nuestra forma de pensar sobre la industria nuclear. Estos nuevos reactores serán más pequeños, más flexibles y menos costosos de construir y operar. Pero la mayoría de estos diseños requerirán un combustible que aún no está disponible a escala comercial. Es lo que la industria llama uranio de alto ensayo y bajo enriquecimiento, o HALEU para abreviar, y estas empresas no pueden darle vida a sus reactores sin él".

Así habla la Oficina de Energía Nuclear del Gobierno de Estados Unidos del HALEU, que no tienen dudas de que es el futuro de la industria nuclear. Según explican, está enriquecido entre un 5% y un 20%, y es necesario para desarrollar esos deseados reactores avanzados, que tendrán más potencia por unidad de volumen. Además, confían en que también permitirá a los desarrolladores optimizar sus sistemas para obtener núcleos de mayor vida útil, mayores eficiencias y una mejor utilización del combustible. Todo ventajas.

"Ahora existe una necesidad apremiante de HALEU que podría obligar a algunas empresas a reevaluar sus planes si no pueden acceder a este combustible. El Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) proyecta que se necesitarán más de 40 toneladas métricas de HALEU antes de que finalice la década, y se necesitarán cantidades adicionales cada año para desplegar una nueva flota de reactores avanzados. Para ayudar a mitigar ese riesgo, el DOE está explorando tres opciones demostrar que estos reactores son posibles, dos a corto plazo y una a largo plazo", insisten desde la oficina estatal estadounidense.

Sin embargo, un estudio publicado este jueves en la revista científica Science contradice ese optimismo. Y es que asegura que el HALEU que se está produciendo en EE.UU actualmente con subvenciones federales para alimentar la próxima generación de pequeños reactores nucleares puede utilizarse directamente para fabricar armas nucleares. Por tanto, concluyen que presenta mayores amenazas terroristas y de proliferación nuclear de lo que reconocen públicamente el gobierno americano y la industria.

Los peligros del HALEU

El escrito está firmado por cinco de los principales expertos académicos e independientes del mundo: R. Scott Kemp (Instituto de Tecnología de Massachusetts); Frank N. von Hippel (Universidad de Princeton); Edwin S. Lyman (Unión de Científicos Preocupados); Richard L. Garwin (Centro de Investigación Thomas J. Watson) y Mark R. Deinert (Escuela de Minas de Colorado). Juntos, piden que el Congreso de EE.UU ordene a la Administración Nacional de Seguridad Nuclear que encargue una nueva investigación sobre la proliferación y los riesgos de seguridad del HALEU.

"Si el HALEU se convirtiera en un combustible estándar para reactores sin las restricciones apropiadas otros países podrían obtener, producir y procesar HALEU para fabricar armas con impunidad, eliminando la clara distinción entre programas nucleares pacíficos y no pacíficos. Esos países estarían a sólo unos días de tener una bomba, lo que no daría a la comunidad internacional ningún margen sobre la próxima proliferación nuclear y prácticamente ninguna oportunidad de prevenirla".

Armas con el potencial de las bombas de Hiroshima y Nagasaki

Los combustibles para los reactores comerciales actuales que no dependen del HALEU suelen utilizar uranio enriquecido por debajo del 5%. A esos niveles el combustible no puede sostener una reacción en cadena explosiva, lo que ha impedido que naciones o terroristas reutilicen el combustible de reactores comerciales para fabricar armas.

Por razones técnicas se prevé que muchos de los futuros reactores nucleares utilicen HALEU. Pero, dado que el HALEU está por debajo del límite inferior de enriquecimiento del 20%, (que define el uranio altamente enriquecido, que se entiende que es directamente utilizable en armas nucleares), el desarrollo de estos reactores no había planteado preocupaciones significativas de proliferación.

Sin embargo, al revisar la documentación disponible y analizar las cantidades y los niveles de enriquecimiento de HALEU que usarían los nuevos reactores, los autores del artículo de Science concluyeron que el HALEU por encima de aproximadamente el 12% de uranio-235 podría usarse para fabricar armas prácticas con rendimientos comparables a las bombas que destruyeron Hiroshima y Nagasaki. Además, consideran que estos riesgos están aumentando, porque aunque la cantidad de HALEU de uso comercial es relativamente pequeña hoy en día, el gobierno estadounidense está fomentando activamente el uso de HALEU y financiando su producción.

En ese sentido, los autores recuerdan que el Departamento de Energía de Estados Unidos está financiando la construcción de dos plantas nucleares de demostración que planean utilizar varias toneladas de combustible HALEU, incluido el reactor rápido "Natrium" que TerraPower, una empresa fundada por Bill Gates, planea construir en Wyoming. Y a principios de este año, el gobierno de EE.UU asignó 2.700 millones de dólares para subsidiar la producción de uranio enriquecido, incluido HALEU, para alimentar estos y otros proyectos de reactores. Otros países están haciendo lo mismo.

Los investigadores sugieren que "se lograría un equilibrio razonable entre riesgos y beneficios si el enriquecimiento de los combustibles de los reactores de potencia se limitara a menos del 10-12% de uranio-235", lo que permitiría que muchos diseños de reactores avanzaran con sólo modestas consecuencias económicas. Sin embargo, si se enriquece por encima de esas cifras, los autores recomiendan que los estándares de seguridad para proteger al HALEU contra robos se fortalezcan hasta los niveles que se aplican a los materiales utilizables en armas nucleares y plutonio.