Por una vez en la historia, Taylor Swift tiene carta blanca para usar su criticadísimo jet privado. Este domingo se celebra en Nevada (Estados Unidos) la Super Bowl, que juegan los 49ers de San Francisco y los Chiefs de Kansas. Casualmente, en este último equipo juega Travis Kelce, el novio de la cantante desde el pasado verano.

Ha sido todo un capricho del destino, que Taylor tocara en el estadio de los Chiefs en julio. Que Travis Kelce acudiera y quisiera darle su teléfono pero no pudiera. Que lo contara en el pódcast... Aquello fue solo el principio de una historia de amor que algunos conspiracionistas consideran un complot de la campaña de Biden. Para todos los demás oscila entre una historia de amor de película o algo totalmente irrelevante.

¿Estará en la Super Bowl?

Pero cuando los Chiefs ganaron su último partido y se clasificaron para jugar la Super Bowl, una emocionada y orgullosa Taylor Swift bajó al campo a celebrar con su novio. Y empezaron las especulaciones: ¿podría estar la cantante en el famoso partido que se celebra el 11 de febrero cuando tiene un concierto el día 10 en Tokio?

Taylor Swift tiene cuatro fechas en Tokio, del 7 al 10 de febrero, las primeras de la tercera parte de su Eras Tour, que la hará viajar por Asia y Australia hasta el 9 de marzo. Pero en otra preciosa casualidad de la vida, los husos horarios favorecen el viaje de la cantante.

Son 8.900 kilómetros (aproximadamente) los que separan Tokio de Las Vegas, unas 11 horas de viaje. Podrá volar nada más terminar el concierto o incluso hacer noche en la capital japonesa y aún tener tiempo para llegar a la Super Bowl descansada.

Además, no tiene que volver a volar hasta el día 16 de febrero, cuando actúa en Melbourne, y entonces podrá hacerlo incluso acompañado de su novio, Travis. Haya conseguido o no su anillo de la NFL. Con lo cual sí, Taylor Swift podría estar en la Super Bowl si quisiera. Y la gran parte del público parece estar deseando que sea así. En cambio, la polémica con sus jets privados había pasado a mejor vida, a pesar de que había sido muy criticada en el pasado por sus viajes en avión.

Fans de Taylor Swift esperan a la puerta de Tokyo Dome para ver su primer concierto en Asia del Eras Tour.
Fans de Taylor Swift esperan a la puerta de Tokyo Dome para ver su primer concierto en Asia del Eras Tour.

El amor puede con todo

Muchos auguraban que para final de año la relación habría terminado, ya que era solo (supuestamente) una herramienta publicitaria. Pero habiendo llegado a la Super Bowl, los hay que empiezan a dudar de sus diagnósticos previos, y tras el espectáculo de amor del último partido se preguntan, ¿será de verdad?

Ahora que tiene una excusa de peso como la Super Bowl, sagrada para los Estados Unidos, cabe preguntarse si puede emitir 2.343 kilogramos en CO2 con 927 litros de combustible gastados. Todo para ver a su novio ganar (o no) el prestigioso título de la NFL. Los fans se debaten sobre si apoyar o no a la cantante en este aspecto tan controvertido para aquellos concienciados con la ecología. ¿Puede el amor curar el cambio climático y revertir la huella de carbono? ¿Es acaso criticable Taylor Swift por volar por amor?

Hay opiniones divididas, aunque muchos seguidores de la cantante escogen no defenderla en este caso. Otros señalan que la intérprete de "Cruel Summer" no es la única artista o celebrity que abusa de la libertad que te ofrece el dinero volar sola. Sin embargo, las críticas por el uso aparentemente indiscriminado del jet privado no han sido suficientes para que Taylor Swift se pronuncie al respecto. Eso sí, la carta que ha mandado a un usuario en redes sociales es lo más cercano a un comunicado.

Un criticadísimo jet privado

Siempre se bromea con que los gatos de Taylor Swift (Meredith, Olivia y Benjamin) son más famosos, y más ricos, que muchas celebrities. Pero quizás se pasa por alto el nivel de atención que recibe el jet privado de la cantante, que tiene incluso una cuenta de Twitter que se dedica a rastrear los vuelos que realiza, su frecuencia o duración y los sitios a los que viaja. Para ello usa información publicada en The Air Traffic, aportada por individuos que disfrutan de descodificar las señales que mandan los aviones.

Hasta el pasado 30 de enero, Taylor Swift tenía dos aviones privados diferentes: un Dassault Falcon 900 y un Dassault 7X. El primero de ellos lo ha vendido y se ha quedado con el segundo, que es el más grande de su categoría y que alcanza velocidades de 956 km/h.

La carta que el equipo legal de Taylor Swift le ha hecho llegar a Jack Sweeney con motivo de la información que publica sobre sus jets privados.
La carta que el equipo legal de Taylor Swift le ha hecho llegar a Jack Sweeney con motivo de la información que publica sobre sus jets privados.

Pero que tuviera dos aviones diferentes no impedía a Jack Sweeney, el creador de @SwiftJetNextDay, el estar continuamente rastreando de dónde y hacia qué aeropuerto iba Taylor Swift. "Vuelo de Cahokia a St Louis (Illinois). Tiempo aproximado de vuelo: 13 minutos. 28 millas. 299 litros. 240 kilogramos de combustible para jet. 443 dólares de combustible. 0.8342 toneladas de CO2 emitidos", se puede leer en uno de los tuits recientes de esta cuenta.

Hasta que el equipo legal de la cantante le ha hecho llegar una solicitud para que detenga su actividad, que consideran acoso. El joven estudiante accede a información que descodifican otros, por lo que considera que no tiene por qué dejar de publicar. Sin embargo, sí que ha tomado la decisión de retrasar 24 horas sus tuits para proteger la seguridad de la cantante. Incluso aunque muchos de los vuelos que comparte los realiza el aeroplano sin que la artista vaya dentro.

Y sorprendentemente, Taylor Swift ha encontrado a un curioso aliado en Elon Musk. El magnate también se ha enfrentado a Jack Sweeney en el pasado y, al conocer la noticia de la cantante, publicaba un tuit de apoyo.