El gobierno belga ha acordado alargar el cierre de los colegios durante dos semanas, así como el regreso a un confinamiento casi total hasta el próximo 13 de diciembre. El comité encargado de gestionar la pandemia se ha reunido hoy de urgencia ante el avance del virus en el país, que sigue batiendo récords de casos a diario, con más de 21.000 contagios en 24 horas en un país de 11 millones de habitantes.

Las medidas decretadas por el Gobierno belga, aplicables en todo el territorio desde el 2 de noviembre hasta el 13 de diciembre, incluyen el cierre obligatorio de todos los comercios no esenciales, el límite de las reuniones a un máximo de cuatro personas, y establecen el teletrabajo obligatorio para todas las profesiones en las que sea posible.

El cierre de los colegios se organiza como unas vacaciones escolares que se alargarán como poco dos semanas con previsión de retomar las clases el día 16 de noviembre. Cuando regrese, la enseñanza secundaria lo hará con mezcla de modelo presencial y online, y la enseñanza superior completamente a distancia por lo menos hasta mediados de diciembre.

Además, seguirá en vigor el toque de queda en todo el país entre la medianoche y las cinco de la madrugada.

Bélgica presenta actualmente una incidencia acumulada de 1.600 casos por cada 100.000 habitantes y una tasa de mortalidad de 8 personas por cada 100.000 habitantes, sólo por detrás de la República Checa. Acumula dos días consecutivos con más de 130 muertos, aunque en el pico de marzo y abril llegó a alcanzar los 300 fallecidos diarios.

Bélgica se une así a Francia, que también decretó la vuelta al confinamiento esta misma semana. Alemania también anunció el cierre de bares, restaurantes y determinados comercios, comprometiendo ayudas de hasta el 75% del histórico de facturación en ese período a los negocios afectados.